ENSAYO ZAPOTECAS Y MIXTECAS

En la zona de Oaxaca se determinó que hubo diversas migraciones de pueblos que venían del norte y se agruparon en esta región, éstos fueron los Mixtecos y los Zapotecos. Los Mixtecos ocupaban la parte occidental del estado y eran vecinos de distintas tribus como los Amuzgos, Tlapanecos y Triques entre otras. Mientras que los Zapotecos ocuparon la parte oriental del estado.

Se sabe que los Mixtecos estuvieron relacionados con los Cholutecas y con los Toltecas, también eran un pueblo agricultor y de carácter huraño que rechazaba la posibilidad de la agrupación total.

Dentro del mismo grupo racial “oaxaquido” al que pertenecieron los Mixtecos, se encontraban de igual manera los Zapotecos.  Más tarde los Zapotecos estuvieron en Teotitlan del Valle y en Zaachilayoo. Las distintas etapas de la cultura zapoteca se han podido estudiar gracias a la costumbre semejante a la de otros pueblos prehispánicos.

LOS ZAPOTECAS

El término zapoteca deriva del náhuatl "Tzapotéecatl" y significa pueblo del Zapote. En sus orígenes los zapotecos se autodenominaban “gente de las nubes”.  De acuerdo a sus creencias, los zapotecas decían haber nacido de las nubes, por lo que se consideraban hijos legítimos de los dioses. Según los datos arqueológicos esta cultura tiene una antigüedad de más de 2500 años. [pic 1][pic 2]

Los Zapotecos estuvieron ubicados en el “Valle Central” del actual estado de Oaxaca. Al igual que otras culturas ya tratadas con anterioridad en clase como los Teotihuacanos y los Mayas, los zapotecas también tenían una sociedad dividida en clases sociales: nobles y sacerdotes, guerreros, campesinos, artesanos y constructores. En cuanto al gobierno había dos grupos que tenían el poder: el primer grupo era teocrático ya que estaba conformado por sacerdotes mientras que el segundo grupo era de tipo monárquico.

La economía azteca estaba basada como la mayoría de los pueblos del Valle de México en la agricultura y la caza aunque en el caso de los zapotecas había un mayor desarrollo en cuanto al comercio interior y exterior. Otra característica en común con los otros pueblos de Mesoamérica es que los zapotecas también tenían una religión politeísta. Ellos adoraban a sus antepasados y creían en la existencia de un paraíso subterráneo. De ahí la importancia al culto a los muertos. En cuanto a sus deidades tenían influencia maya: Cosijo era el dios principal y era el dios del agua, Pitao Cozaana y Pitao Nohuichana, representación de la dualidad que también aparece en las otras regiones de Mesoamérica.[pic 3]

Uno de sus principales ritos religiosos, era el juego de pelota. Aunque como mencionamos alguna vez ahora le llamamos “juego”, sin embargo para ellos era en realidad un ritual de gran importancia en el cual el ganador del juego tenía el honor de ser sacrificado para complacer a los dioses. También desarrollaron un calendario y un sistema de escritura logo fonético a base de glifos, que se cree que puede ser uno de los primeros sistemas de escritura  junto con otros como los desarrollados por los mayas, los mixtecos y los aztecas.  Estos calendarios se realizaban en los más diversos materiales, como hueso, concha, cerámica y piedra. Se piensa también que debieron haber escrito en materiales perecederos como madera, tejidos de algodón, papel o pieles. [pic 4]

En cuanto a las aportaciones culturales, los zapotecas se destacaron en: la arquitectura elegante, los monumentos sagrados, el arte cerámico, la orfebrería fina, las casas de bajarqueque y los edificios y obras hidráulicas. En la cerámica mostraron su gran capacidad como grandes escultores de estelas, figurillas humanas o de animales labradas o lapidas con relieves para sus tumbas.[pic 5]

Los Zapotecas son considerados como los más altos exponentes en el trabajo de cerámica distinguidos en las urnas funerarias y de muchas vasijas de barro que esculpían con técnicas muy adelantadas a su época. Un ejemplo de esto es la copa que se empelaba en las ceremonias religiosas de Monte Albán, ésta estaba hecha de cristal tallada en una sola pieza con diversas incrustaciones de jade.

Los Zapotecas trabajaban la piedra y realizaban diseños decorativos que abundan en su arquitectura. Se destacan esencialmente las figuras de guerreros y cautivos, por lo que podemos ver que los conflictos que tenían con otras culturas eran de importancia para ellos y no eran un pueblo al que podríamos describir como pacifico. En su arquitectura abundan los bajorrelieves y las pinturas murales, aunque al final del periodo se caracterizan por la decoración tipo mosaico, tableros y gecas.

La manifestación arquitectónica más destacada de los zapotecas fue la gran ciudad de Monte Albán. Este increíble sitio arqueológico que se encuentra a 10 km de la ciudad de Oaxaca, México. Fue la capital indígena más importante de la región de los valles de Oaxaca durante el llamado periodo clásico (400–800 d.C.) cuando fue habitada por la cultura zapoteca.  Fue nombrado por los zapotecos como “Dani Baá” o Montaña Sagrada y, posteriormente, “Yucucui” o Cerro Verde, por los indígenas mixtecos que la habitaron hacia el siglo XII.

Monte Albán fue habitada por más de una cultura, aunque el origen de los primeros habitantes de esta ciudad aún no es cien por ciento ya que sigue habiendo distintas conclusiones. Posteriormente, la ciudad fue habitada por los zapotecos y, finalmente, por los mixtecos. Además, estudiando la arquitectura, los especialistas encontraron que Monte Albán tuvo contacto con otras culturas, principalmente con los habitantes de la poderosa Teotihuacán, en el centro de México.[pic 6]

En monte Albán se destacan tres estructuras principales, todas con funciones primordialmente ceremoniales: la Plataforma Sur, el Juego de Pelota Grande y el edificio de los Danzantes (o Edificio L).  La Plataforma Sur es una construcción de dos cuerpos y la más alta de la ciudad. El Juego de Pelota Grande se llama así ya que a un lado se encuentra una estructura similar pero más pequeña. Y, finalmente, la Plaza de los Danzantes es una construcción sui generis en la que destacan diversas estelas con glifos calendáricos y antropomórficos.

Otra de sus construcciones importantes fue el Observatorio, desde allí se registraba el movimiento de los astros y de las constelaciones apuntando hacia rumbos fijos; sólo así se pudieron trazar con tal precisión la Gran Plaza y los edificios que posteriormente se construirían.  El Observatorio tenía una doble función, pues sus fachadas lucían grandes lápidas labradas donde se narraban las conquistas y los logros de sus ejércitos. 

 En el mismo sector se ubicaban varias residencias de nobles y sabios, como la suntuosa casa de adobe, piedra y estuco de uno de los señores principales que se encargaban de dirigir las obras de nivelación de la Gran Plaza. Esa residencia era muy hermosa, con un pórtico de cuatro grandes columnas al centro del patio; sus muros, pisos y escalinatas estaban cubiertos con estuco, que hacían con una mezcla de cal de piedra y baba de nopal. Los techos eran de morillos y paja finamente trenzada para resistir los fuertes vientos de la región.[pic 7]

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