El 18 BRUMARIO DE LUIS BONAPARTE
Enviado por Luis David Ramirez • 23 de Febrero de 2017 • Reseña • 1.446 Palabras (6 Páginas) • 371 Visitas
El 18 BRUMARIO DE LUIS BONAPARTE
El 18 brumario de Luis Bonaparte, constituye un referente fundamental dentro del pensamiento de Karl Marx, en la medida que permite analizar los diversos fenómenos políticos y sociales, en el caso concreto francés, a partir de su concepción de cambio social y el factor fundamental de los procesos históricos que marcaron la época; de esta manera, los planteamientos de dicho autor responden coherentemente a un contexto europeo específico, marcado por constantes luchas fundamentalmente por la consecución del poder, principalmente en la Francia de 1848 a 1951, caracterizada por fuertes tensiones y transformaciones a nivel político, económico y social.
Frente a un complejo contexto, marcado por el espíritu de la revolución, orientada principalmente por la clase burguesa en su conjunto, Europa, específicamente Francia, continúa experimentando fuertes tensiones políticas y un gran periodo de violentas represiones, que se intensificaron a finales del siglo XVIII y continuaron en gran parte del XIX, por la pretensión última, de dicha clase, de librar de las cadenas, de aquel modelo antiguo feudal, y encaminada a establecer una sociedad burguesa moderna (Marx, 2003).
Para la consecución de su proyecto, la clase burguesa se ve en la necesidad de desintegrar progresivamente aquel modelo feudal establecido siglos atrás, reclamando para si el derecho fundamental de la obtención y el cuidado de la propiedad privada, en este sentido menciona Marx que durante esta largo periodo revolucionario “los unos hicieron añicos las instituciones feudales y segaron las cabezas feudales que habían brotado en él. El otro creó en el interior de Francia las condiciones bajo las cuales ya podía desarrollarse la libre concurrencia, explotarse la propiedad territorial parcelada, aplicarse las fuerzas productivas industriales de la nación, que habían sido liberadas” (Marx, 2003, pág.11), privilegiando así el establecimiento de aquella sociedad burguesa, evidentemente permeada por una racionalidad económica.
Tras las revoluciones burguesas que se experimentan en Francia, y en diferentes territorios del continente europeo, se logra suprimir gran parte de aquellas formaciones feudales, constituyéndose progresivamente una clase de gran influencia en las determinaciones políticas, económicas y sociales no sólo de Francia, sino de Europa en general; generando cierta organización social que evidentemente se adecuaba y reconfiguraba conforme al complicado contexto de tensiones y de cambios estructurales de la vida social, que se estaba percibiendo.
Bajo el contexto expuesto, Europa y principalmente Francia se preparaban para atravesar un complejo periodo de alteraciones políticas, debido a los grandes vacíos de poder que se habían heredado de las continuas revoluciones; en este sentido afirma Marx, en sus rasgos generales “las fases recorridas por la revolución francesa desde el 24 de febrero de 1848 hasta el mes de diciembre de 1851. Hay tres períodos capitales que son inconfundibles: el período de febrero; del 4 de mayo de 1848 al 28 de mayo de 1849, período de constitución de la república o de la Asamblea Nacional Constituyente; del 28 de mayo de 1849 al 2 de diciembre de 1851, período de la república constitucional o de la Asamblea Nacional Legislativa” (Marx, 2003, pág.16) etapas fundamentales que marcaron no sólo el establecimiento de las dinámicas políticas y sociales de un país sino del mundo occidentalizado en general, además de ser aspectos que aún hoy prevalecen en las diferentes sociedades.
El primer periodo, desde el 24 de febrero hasta el 4 de mayo de 1848, es particularmente reconocido por la reciente caída del monarca Luis Felipe, y la ausencia de poder que este deja en el país, en este sentido se menciona que durante esta época “nada ni nadie se atrevía a reclamar para sí el derecho a existir y a obrar de un modo real” (Marx,1868, pág.17) con respecto al vacío de poder que se percibía, donde cada sector participe en las lógicas de la revolución encontró un puesto provisional durante el periodo dicho, en donde una de las mayores exigencias que se proclamaban era una reforma electoral más incluyente con los sectores que recientemente adquirieron protagonismo en las dinámicas políticas y sociales francesas.
El segundo periodo mencionado, es particular pues se empiezan a generar diversos debates formales para la emergencia de una asamblea nacional constituyente en Francia, periodo caracterizado por la expansión de la dominación burguesa y por sus continuas disgregaciones en la búsqueda incesante del poder, además de las sangrientas represiones del partido del orden sobre los insurrectos anarquistas. Dicho proceso se desarrolla por parte de una organizada oposición burguesa movida por el espíritu republicano, constituida no por el gran segmento de la aristocracia financiera cohesionada, amparada bajo la monarquía burguesa de Luis Felipe de Orleans, sino por pequeño-burgueses, escritores, abogados, oficiales y funcionarios de ideas republicanas que exigían, fundamentalmente, que el dominio burgués, que se había expandido tras la revolución de 1789-1814, adoptase una forma de gobierno republicana, rechazando firmemente la monarquía establecida, y reclamando para sí la inmersión y constante participación dentro de las esferas del poder que se estableciesen en el país tras la revolución, valiéndose para ello del instrumento de la constitución.
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