“El 3 de noviembre de 1903 y nosotros”
Enviado por Sofía Chen • 21 de Junio de 2019 • Examen • 1.174 Palabras (5 Páginas) • 532 Visitas
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Universidad de Panamá
Profesor Edgar Omar Arauz
Sofía Lorena Chen Mendoza
Pr
En defensa del 3 de Noviembre
Mgter. Fenando Aparicio
En su ensayo “El 3 de noviembre de 1903 y nosotros”, el Dr. Carlos Manuel Gasteazoro señalaba que existían dos versiones acerca de la separación de Panamá de Colombia. La primera era la Leyenda Dorada, que presentaba la gesta novembrina como un hecho idílico, realizado por los panameños animados por un sano patriotismo. La segunda era la Leyenda Negra, que sostenía que la República de Panamá era una invención del imperialismo norteamericano y los próceres una partida de traidores.
Es decir, que para explicar adecuadamente la separación de Colombia es necesario extender el proceso de formación de la sociedad e identidad panameña, que encontró en esta coyuntura el momento propicio para cristalizarse.
En general, podríamos afirmar que existe cierto consenso acerca del significado de este evento como un acontecimiento histórico que merece ser celebrado por los panameños, por cuanto que marcó el surgimiento del Estado nacional panameño y contribuyó a consolidar un proyecto nacional que había surgido embrionariamente en el siglo XIX y que se asentaba sobre una estructura socio-económica que se había venido formando desde la colonia.
RESTAURANDO LA LEYENDA NEGRA
Es innegable que sin la participación de los E.U.A. este movimiento no hubiese tenido éxito. Pero la intervención estadounidense no sólo poveyó el apoyo militar necesario para tener éxito, sino que también mediatizo al naciente Estado nacional, imponiéndole severas limitaciones jurisdiccionales.
Esto ha llevado a muchos autores, desde 1903 hasta el presente, a cuestionar la legitimidad de la separación de Colombia, haciéndola aparecer como un acto de traición a la hermana república suramericana, afirmando que la República de Panamá fue invención de los E.U.A.
Los primeros en lanzar este ataque fue Oscar Terán quien, según Gasteazoro, en su obra uso la historia como arma de propaganda y ataque para la nueva República. Efectivamente, Del Tratado Herrán-Hay al Tratado Hay-Bunau Varilla (1936) es un libro que devela muchos incidentes desconocidos para los panameños, vinculados a la participación de los Estados Unidos en este movimiento.
Recientemente dos autores panameños han retomado la versión calificada como la leyenda negra. Uno es sociólogo, Olmedo Beluche, quien reside en Panamá, y el otro un abogado, Ovidio Díaz Espino, radicado en los Estados Unidos. Ambos han dado a sus libros títulos polémicos y provocativos. Al primero le debemos La verdadera historia de la separación de 1903 (2003) y al segundo How Wall Street Created a Nation (Cómo Wall Street creó una nación) (2001). El primero cuestiona la existencia de una nacionalidad panameña emergente y sostiene que Panamá, para 1903, formaba parte de una nación colombiana que ya estaba noviembre de 1903, ni mucho menos reconocerle de heroico a los llamados próceres. El segundo se concentra más en explicar los móviles pecuniarios que hizo posible la Independencia.
FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD PANAMEÑA
Según Beluche, para 1903 no existía tal cosa como una “nación panameña en ciernes diferenciada de la colombiana”. Lo que a este grupo lo único que le interesaría serían sus intereses económicos y no tendría mayor interés en construir una nación.
Así como el Federalismo propuesto por Justo Arosemena, serían, simplemente, Federalismo propuesto por Justo Arosemena, serían, simplemente, expresiones de una actitud “transistista”, según la cual la burguesía comercial lo que quería era disfrutar de “libertad de aduanas” y de cierta autonomía para llevar adelante sus negocios internacionales.
Por ello el federalismo sería tan popular en el Istmo, pero insiste, “federalismo no es sinónimo de separatismo”.
Aquí voy a hacer una concesión a Beluche. En 1903 surge el Estado Nacional panameño, pero no una nación panameña, expresada reiteradamente a través de las múltiples defensas de sus intereses regionales, recibió con este acto el impulso decisivo para pasar de proyecto a realidad.
Los multiples movimientos y proclamas autonomistas, independistas y federalistas del siglo XIX son expresiones de esa nacionalidad panameña en proceso de gestación. Aquí utilizo el término “nacionalidad” en el sentido de “protonación”, es decir, una entidad nacional en proceso de formación, es el 28 de noviembre de 1821, cuando Panamá tenía ante sí diversas alternativas y la anexión a la Gran Colombia era sólo una de ellas. Lo que ocurrió fue que, ante las debilidades de la naciente república, el prestigio de Bolívar y las posibilidades económicas que esta unión prometía, el grupo blanco capitalino se decidió por esta opción. El hecho de que esta decisión fuera voluntaria es lo que permitió que en el Acta de Independencia leída en la Plaza de la Catedral el 4 de noviembre de 1903 se manifestara que “el Itsmo de Panamá, por su propio estímulo y en esperanza de procurarse los amplios beneficios del Derecho y de la Libertad, desligó, sus destinos de los de España, y espontáneamente asoció sus suerte a la Gran República de Colombia”.
Según el “Manifiesto de la Junta Provisional de Gobierno” del 4 de noviembre de 1903, decidió “recobrar su soberanía, entrar a formar parte de la sociedad de las naciones independientes y libres, para labrarse su propia suerte.
Esta anexión voluntaria le daría a los istmeños demandar de Colombia un trato especial, que atendiera a sus necesidades particulares. Y estas necesidades quedaron definidas en un proyecto nacional, el Istmo dispuesto a ceder parte de sus derechos políticos y jurisdiccionales a cambio de una plena autonomía económica y la modernización de la ruta interoceánica.
Esto lo expreso Soler en el seno de la naciente burguesía comercial istmeña se fue esbozando un proyecto de nación basado en la explotación de su posición geográfica, en la reactivación de la economía de tránsito y en la protección externa, ya fuese de Colombia o de otras potencias.
Esta personalidad histórica istmeña, diferenciada de la colombiana, se reveló también en los intentos separatistas e independentistas de 1830, 1831, 1840-41 y 1861. En todos ellos Panamá reaccionante las contiendas civiles que azotaban al territorio colombiano.
Si en cada uno de estas oportunidades se deja la puerta abierta para un retorno al Estado nacional colombiano, le otorguen al Istmo mayores márgenes de autonomía.
En cada caso el uso o la amenaza del uso de la fuerza por parte del gobierno central es lo que lleva al traste con estas independencias.
En cada caso el uso o la amenaza del uso de la fuerza por parte del gobierno central es lo que lleva al traste con estas independecias. Estos intentos de separación ocurrieron, y debieron estar impulsados por profundas causas internas y no ser simples reflejos de las luchas políticas en Colombia, pues acciones similares no se dieron en el resto de su territorio.
Beluche argumenta que Justo Arosemena no estaba de acuerdo con la separación de Panamá de Colombia, pues se opone claramente a la creación de pequeñas repúblicas-como sería la panameña. Pero lo que no quiere reconocer es que esta salvedad la hace Arosemena porque está consciente de la amenaza. Es decir, la posición de Arosemena no niega la vigencia de la nacionalidad panameña, sino que reconoce que el peligro de absorción por el imperialismo norteamericano era real y que contaba con partidarios decisivos en el Istmo. El federalismo era su al
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