El Alma De Don Damian
Enviado por rsanna • 4 de Junio de 2014 • 1.674 Palabras (7 Páginas) • 652 Visitas
) Argumentó o tema:
La historia se desarrolla en la habitación de Don Damián, un lugar amplio, de bellas cortinas, de mucho lujo, ya que Don Damián es un hombre adinerado, acaudalado, que posee muchos bienes materiales y riquezas que suele utilizar en lo que le conviene y cuando le conviene, manipulando de esta manera el sentimiento mezquino de su corazón.
Don Damián está postrado en el lecho, con una fiebre muy alta por encima de los 39 grados, y su alma sentía que se estaba quemando. Como hacía tanto calor adentro del cuerpo de Don Damián el alma, que se estaba calcinando decidió recogerse alrededor del corazón. Pero sucede que como el alma tenía múltiples tentáculos que se conectaban a las venas y a los vasos del cuerpo, según ella iba retirando sus tentáculos Don Damián perdía calor y empalidecía.
En ese momento la enfermera sugirió que ya era tiempo de llamar al médico, y el alma estaba preocupada de que le hicieran permanece másimpecable y eficiente en sus asuntos, le obligaba a sentirse bien luego de estafar a alguien o cuando seducía a una jovencita aprovechándose de la necesidad de una joven en apuros.
El alma calculó que había pasado muy poco tiempo desde que salió del cuerpo de Don Damián y no estaba dispuesta a regresar a quemarse de nuevo, tomando en cuenta en hecho de que su centro vital muy cerca de los intestinos de Don Damián. Aun el cambio violento de pasar de los intestinos a la lámpara no le había resfriado a pesar del cambio de temperatura. Las exclamaciones de aprecio por la belleza del alma de Don Damián de parte del cura y de la suegra, sorprendieron al alma ya que podía ver a través de la gente cuales eran sus verdaderos sentimientos y la visita del cura no tenia nada de divino. En ese preciso instante la suegra, miró a su hija imprecándole un gesto de dolor de su parte.
La hija comprendió al momento y se lanzó a dolorosas expresiones falsas de sufrimiento no sentido. El alma se sentía asqueada, quería alejarse de un lugar donde todo el mundo engañaba a todo el mundo. Ahora su preocupación era asegurarse de que era bella. Ignorante de que no podían verla se lanzó a los espejos. Acostumbrada a verse en el rostro de Don Damián todos los días, se sintió perdida al ver su propia figura en el espejo: era una cosa extraña de pelos por un lado, rectos y retorcidos, una especie de oreja por el otro,
supuesto dolor de la futura viuda, sino por la gran ejecución de su papel. El alma recordaba cierta escena desagradable en la cual la esposa había reclamado a Don Damián por no permitirle hablar con un ex novio, a lo cual Don Damián replicó que él no podía ser puesto en ridículo, a pesar de que su mujer le reiteró que se había casado con él sólo por su dinero. A pesar de las amenazas de divorcio y el mal momento que el alma pasó con una escena tan desagradable, gracias a la intervención de la suegra y a la visita de unos distinguidos amigos, se acabó la trifulca y Don Damián y su bella esposa atendieron a sus invitados con unas maneras tan finas, que sólo el alma podía realmente apreciar.
En ese justo momento en la cual el alma ponderaba esta cosa, llegó el sacerdote. El sacerdote había estado con Don Damián la noche previa pero no lo había confesado. Su conversación fue más bien de tipo árido ya que el sacerdote quería una donación para la nueva iglesia de la ciudad y Don Damián se resistía pero el alma que ahora podía saber cosas que NO habían ocurrido en su presencia, recordó que el sacerdote solo había venido en busca de su reloj.
Justo en ese momento la vieja criada mostró su rostro compungido y sus ojos enrojecidos, y el cura manifestó que no le hacia falta a Don Damián confesar porque tenia una bella alma. A lo cual el alma se asombró recordando como el opulento Don Damián, siempre tan
impecable y eficiente en sus asuntos, le obligaba a sentirse bien luego de estafar a alguien o cuando seducía a una jovencita aprovechándose de la necesidad de una joven en apuros.
El alma calculó que había pasado muy poco tiempo desde que salió del cuerpo de Don Damián y no estaba dispuesta a regresar a quemarse de nuevo, tomando en cuenta en hecho de que su centro vital muy cerca de los intestinos de Don Damián. Aun el cambio violento de pasar de los intestinos a la lámpara no le había resfriado a pesar del cambio de temperatura. Las exclamaciones de aprecio por la belleza del alma de Don Damián de parte del cura y de la suegra, sorprendieron al alma ya que podía ver a través de la gente cuales eran sus verdaderos sentimientos y la visita del cura no tenia nada de divino. En ese preciso instante la suegra, miró a su hija imprecándole un gesto de dolor de su parte.
La hija comprendió al momento y se lanzó a dolorosas expresiones falsas de sufrimiento
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