El Arte De La Abogacia
Enviado por bubyhg • 24 de Marzo de 2014 • 410 Palabras (2 Páginas) • 1.084 Visitas
EL ARTE Y LA ABOGACIA.
Es abogado quien no tiene una delicada percepción artística. Algunos tienen como elementos de expresión la aritmética, la química o el dibujo lineal, nosotros usamos la palabra escrita y hablada, es decir, la más noble, la más elevada y artística manifestación del pensamiento. No existe antagonismo entre el Arte y la Abogacía.
El abogado debe tener inexcusablemente: una revista jurídica de su país y otra extranjera. Una mitad - según las aficiones de todos cuantos libros jurídicos se publiquen en su país. Unos cuantos libros de novela, versos, historia, crónica, crítica, sociología y política. Las novelas y los versos los recomendé porque son la gimnástica del sentimiento y del lenguaje. Son para que el abogado amplíe el horizonte ideal y mantenga viva la renovada flexibilidad del lenguaje.
Un abogado debe ubicar los libros como artículo de primera necesidad y dedicar a su adquisición un cinco, un cuatro o un tres por ciento de lo que se gane, aunque para ello sea preciso privarse de otras cosas. Y si el abogado no puede alcanzar ni aún ese límite mínimo, que no ejerza. La abogacía es profesión de señores y, a la manera que el derecho dé sufragio, debe estar vedada a los mendigos. No se eche esto a cuenta de un orgullo mortificante, sino a la de una rudimentaria dignidad. Que diríamos de un médico que no tiene estetoscopio para auscultar. Pues apliquemos la alusión al abogado y tratémosle de igual manera.
Si bien es cierto, el arte se desarrolla por medio de las pasiones y de los sentimientos. Y a los abogados se nos es referido el don de la palabra, como arte la oratoria y la escritura, que es la expresión artística más elevada y noble. Al igual que otros profesionales desarrollan la química, la aritmética o el dibujo lineal.
Es de vital importancia aceptar la invitación, que es como me gusta verlo, que nos hace el autor de leer más, de ilustrarnos. Pues como he mencionado antes, todo caso es diferente, por tanto necesita una preparación diferente para llevarlo a cabo. Y es por esto por lo cual todo abogado siempre se hallara leyendo e ilustrándose sobre diversos temas.
Así mismo como no puede haber un doctor sin estetoscopio no puede haber un abogado sin libros, ya que esa es nuestra herramienta de trabajo. Y es indispensable que todo abogado tenga su propia biblioteca con revistas jurídicas, novelas, códigos, libros jurídicos nacionales, crónicas, criticas, libros de historia, etc.
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