El Baloncesto
Enviado por rachelgrullon26 • 6 de Septiembre de 2014 • 420 Palabras (2 Páginas) • 178 Visitas
Tarde de Baloncesto.
Una tarde de agosto mis amigos y yo decidimos ir a jugar baloncesto a una cancha muy cercana a nuestro barrio; esta era amplia, casi al estilo NBA, había mucha sombra, por los arboles de color verde que hacían del lugar algo fabuloso. Decidimos ir a esta, porque además de quedar cerca a nuestras casas, nos hacia sentir como verdaderos basquetbolistas.
En agosto en República Dominica hace un calor inmenso, teniendo en cuenta que es un país tropical, pero para nuestra suerte ese era uno de esos días donde estaba cayendo una lluvia no tan grande, pero si lo suficiente para sentir el olor a tierra mojada. Lo cual era genial para estar con mis amigos y hacer lo que más me gusta jugar al baloncesto.
Esa tarde cuando nos reunimos todos estábamos rebosando de alegría, las razones eran obvias, pues llovía y jugaríamos. Era un partido amistoso, mis amigos en total era 12, contándome, así que decidimos jugar un 6 para 6, ya que no queríamos a nadie en la banca y en especial a mi amigo Jorge que estaba de vacaciones en el país, y aunque tenía problemas en su rodilla, era bueno practicando deportes para ser un chico con discapacidades. El era delgado, su piel era totalmente blanca, tenía el pelo negro largo, trenzado al estilo joven americano, una amplia sonrisa y hoyuelos, el era especial, porque era de ese tipo de persona que a pesar de tener problemas no se quejaba de la vida, sino que estaba agradecido con Dios, para mi Jorge era un ejemplo.
Pasamos la tarde jugando como niños que tenían años sin verse, es decir repletos de alegría y sin ninguna indiferencia, se sentía de maravilla jugar lloviznando, era como el sueño de una chica el supuesto beso bajo la lluvia y para nosotros jugar al baloncesto.
Al terminar la tarde casi anocheciendo, nos sentamos a descansar, a pesar de estar muy sudados y sin ánimos, nos sentíamos genial, ese tipo de sensación de triunfo por hacer lo que nos gusta
Invite a mis amigos a tomar limonada a mi casa, todos aceptaron pues mi mama hacia las mejores limonadas del barrio, tenía un secreto especial. Al llegar le presente a Jorge mi familia, pues era el único que no la conocía, y se sorprendió por mi casa, que a pesar de ser pequeña estaba muy pulcra, pues mi madre se pasaba todo el día arreglando cada de talle.
Para finalizar puedo decir que fue una de las mejores tardes de baloncesto de mi vida.
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