El Cambio De Las Relaciones Internacionales

Desde 1799 gracias al golpe militar de Napoleón Bonaparte las relaciones entre naciones y la geografía se tornó cámbiate. En los quince años que duro el Imperio Napoleónico, Francia tuvo el control de muchos países y mayormente sus relaciones se veían dominadas por este país que en ese momento tenía una mentalidad muy expansionista que logró ser el dueño, claro ilegítimamente, de casi todo el continente europeo. Al final del mandato de Napoleón muchos estados independientes se estaban formando para ser naciones. Para controlar cualquier situación similar a la que acababa de suceder se celebraron congresos, el primero y más importante es el Congreso de Viena cuya principal intención fue restablecer las fronteras de Europa y organizar el nuevo mapa mundial. También gracias a este Congreso se suscitaron muchos más congresos que tuvieron finalidades diferentes pero coincidían en que las potencias se vieran beneficiadas. Después de esta etapa se dieron guerras por las cuales el mapa de Europa se vio en constante cambio; algunos países se desintegraban y otros se formaban o fusionaban. Gracias a muchos grandes personajes que representaron políticamente a sus naciones (un ejemplo notable fue Otto von Bismarck, quien impulso a Alemania a su segundo Reich en el cual los alemanes vieron un crecimiento notable e hizo que alianzas con potencias, tanto nuevas como estables, se llevaran a cabo). Un cambio fundamenta fue el cambio que se dio en los Balcanes y la unificación del pueblo judío para formar un país después de años de expulsión en los que se vivieron obligados a vivir por todo el planeta, pero el apoyo de los países europeos logro que avanzaran en su misión, solo que esto fue un cambio que se tardó años y de hecho aún no está 100% establecido. Algo muy relevante fue la colonización de los continentes africana y asiática, tierras que en el pasado no habían sido prioridad de las potencias hasta ese entonces, pero al perder el dominio de la mayor parte de América las ganas de expansión europea se reflejó en dichos continentes. Países como Japón, China e India sufrieron una transformación inmensa ya que por siglos estos países habían estado cerrados al trato con el exterior y una imposición tan radical de un sistema de gobierno y de comercio beneficio a algunos.

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