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El Contrato Social


Enviado por   •  5 de Marzo de 2014  •  1.999 Palabras (8 Páginas)  •  305 Visitas

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“EL CONTRATO SOCIAL O PRINCIPIOS DE DERECHO POLÍTICO”

De Juan Jacobo Rousseau

Empieza hablando acerca de la explicación de porqué Rousseau si se le considerara príncipe o legislador para escribir sobre política, él contestaría que no, y que precisamente porque no lo es, es porque lo hace. Menciona acerca de que el hombre ha sido libre sin embargo, vive en todas partes entre cadenas. Pero el orden social constituye un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. Sin embargo este derecho, no es un derecho natural pues está fundado sobre convenciones. También menciona que la más antigua de todas las sociedades y que es única natural es la de la familia: sin embargo, los hijos no permanecen ligados al padre más que durante el tiempo que tienen necesidad de el para su conservación pero llega un punto en el que los hijos se exentan de toda obligación y se alejan de su padre hasta el punto que quieren independizarse y buscar esa libertad que les era prohibida al vivir con él. Y esta libertad común es consecuencia de la naturaleza humana. La familia es pues, si se quiere, el primer modelo de las sociedades políticas: pues el jefe es la imagen del padre, el pueblo la de los hijos y todos nacieron iguales y libres pero la diferencia es que en la familia, el amor paternal recompensa al padre de los cuidados que prodiga a sus hijos, mientras que en el estado, es el placer del mando el que suple o sustituye este amor que el jefe no siente por sus gobernados. El más fuerte no lo es jamás bastante para ser siempre el amo o señor, sino transforma su fuerza en derecho y la obediencia en deber. De allí el derecho del más fuerte, tomado irónicamente en apariencia y realmente establecido en principio. Sin embargo ceder a la fuerza es un acto de necesidad, no de voluntad; cuando más; puede ser de prudencia. Puesto que ningún hombre tiene por naturaleza autoridad sobre su semejante, y puesto que la fuerza no constituye derecho alguno, quedan solo las convenciones como base de toda autoridad legítima sobre los hombres. La relación de las cosas y no la de los hombres es la que constituye la guerra, y este estado no puede nacer de simples relaciones personales, sino únicamente de relaciones reales. La guerra de hombre a hombre no pude existir ni en el estado natural, en el que no hay propiedad constante, ni en el estado social donde todo está bajo la autoridad de las leyes. Un estado no puede tener por enemigo por enemigo sino a otro estado, y no a hombres; pues no pueden fijarse verdaderas relaciones entre cosas de diversa naturaleza. Las declaraciones de guerra son advertencias dirigidas a los ciudadanos más que a las potencias. A veces se puede destruir un estado sin matar uno sólo de sus miembros pues no hay derecho de matar al enemigo más que cuando no se le puede convertir en esclavo, luego este derecho no proviene del derecho de matarlo pues es únicamente un cambio en el que se le otorga la vida, sobre la cual no se tiene derecho al precio de su libertad. Así que desde cualquier punto de vista que se consideren las cosas el derecho de esclavitud es nulo no solamente porque es ilegítimo, sino porque es absurdo y no significa nada, las palabras esclavo y derecho, son contradictorias y se excluyen mutuamente. El llamado estado de naturaleza se torna incapaz de superar las adversidades que se le presentan, por lo que se hace necesario que los hombres se organicen de otro modo, para que de esta manera puedan poner en común sus fuerzas. El Contrato Social es el mecanismo ideal para poder canalizar tal disposición de fuerzas y guiarlas en la búsqueda de la felicidad. La cláusula básica sobre la que se asienta este contrato es la enajenación que el libro lo menciona que significa ceder o vender el total de todos los derechos de cada asociado a la comunidad. De esta manera, si la entrega es total a la comunidad, será idéntica para todos, por lo que los intereses individuales ante la sociedad pero siendo realistas son los intereses egoístas ya que como mencionábamos al inicio en las diferencias de la familia y el amor de padre que en los gobernados por la autoridad no existe tenderán a desaparecer. Debido a eso se creó un pacto que en términos finales fue que cada uno pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad en general, y cada miembro considerado como parte indivisible del todo. El resultado de este pacto, y el abandono del estado de naturaleza, es el estado civil, en el cual, aunque se hayan tenido que renunciar a las prerrogativas del estado de naturaleza (perdiendo la libertad natural), se ganará la libertad civil y la propiedad de todo cuanto posee. El pacto social requiere, por tanto, de una soberanía, que es inalienable e indivisible y que tiene un poder absoluto sobre las personas que conforman el cuerpo político. La soberanía es inalienable, lo es también indivisible, que no existe una división de poderes, por ser ésta un cuerpo compactos, donde todos tienen funciones que determinan la acción del Estado, el error de nuestros políticos dice Rousseau es..."al no poder dividir la soberanía en su principio, la dividen en su objeto: la dividen en fuerza y en voluntad, en poder legislativo y en poder ejecutivo." "hacen del soberano un ser fantástico y formado en piezas; es como si compusieran al hombre de varios cuerpos, de los cuales el uno tuviera los ojos, el otro brazos y el otro los pies, y nada más. No obstante, Rousseau, por supuesto, atiende a las diferentes sensibilidades personales que pueden existir en la sociedad, y no se olvida de que son personas privadas e independientes quienes conforman la comunidad. Motivo por el cual, se aclara que la comunidad solo se apropia de lo

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