El Horro Se Llama Hebrón
Enviado por serfurious19992 • 5 de Octubre de 2014 • 499 Palabras (2 Páginas) • 289 Visitas
El horror se llama Hebrón
Israel/Palestina Paz o Guerra Santa, es el trabajo periodístico del escritor, Mario Vargas Llosa, donde escribe quince de los artículos y reportajes publicados en medios internacionales sobre el conflicto que se vive en Israel, la franja de Gaza y Cisjordania. El autor divide el libro en 8 capítulos y 7 anexos que demuestran su gran habilidad para escribir crónicas, ser descriptivo y mantener la imparcialidad de un buen periodista.
El acoso permanente que padecen los árabes en Hebrón por parte de los colonos judíos ha convertido esta ciudad en la imagen de la desolación y el dolor. Mario Vargas Llosa narra en este nuevo capítulo las penalidades de los palestinos que, a pesar de todo, permanecen en este lugar cargado de historia.
En éste capítulo Vargas Llosa, relata el horror que se vive en Hebrón, una ciudad palestina de unos 130.000 habitantes árabes y 500 colonos judíos que está a 36 kilómetros de Jerusalén. Llegar a ella es muy difícil, ya que muchas de las entradas están cerradas con grandes piedras, altos de basura o con barreras militares en las que hay soldados de guardia que se dedican a mandar a los automovilistas de un punto a otro que también resulta estar cerrado y así sucesivamente.
En su viaje, Vargas Llosa y su hija logran después de varias horas llegar a la ciudad cruzando por el asentamiento de Kiryat Arba, gracias al novio de Morgana que es judío y viaja con ellos.
El asentamiento Kiryat Arba, está bien organizado y da la impresión de ser un suburbio estadounidense para gente próspera y no uno de los lugares más conflictivos y tensos de Oriente Próximo.
Hebrón es todo lo contrario, es la imagen de la desolación y el dolor, se encuentra bajo el control militar israelí con 4 asentamientos y viven unos 500 colonos.
Los habitantes palestinos de los asentamientos se ven diariamente acosados por los otros colonos, quiénes les apedrean y arrojan basura y excrementos a sus casas, las invaden, las destrozan y atacan a sus niños cuando regresan de la escuela.
Lo más triste es que la mayoría de los israelíes que viven fuera de estos asentamientos, desconocen estos sucesos. Cuando Mario le contaba de estas cosas a sus amigos israelíes, éstos lo miraban con incredulidad y sospecha, pensando que como era novelista estaba exagerando las cosas.
Cuando el autor de la obra, pregunta a los soldados israelíes, supuestamente encargados de velar por las familias árabes de los asentamientos. Éstos le responden que ellos tienen órdenes de persuadir a los colonos de seguir las leyes, pero que no pueden arrestarlos aunque las rompan.
En éste capítulo Mario Vargas Llosa, relata, además, la historia de Yehuda, un ex soldado que arrepentido de sus acciones funda junto con otros 64 ex soldados como él, la fundación “Romper el Silencio”, que ahora tiene cerca de 300 personas, todos hombres y mujeres
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