El Impacto Del Narcotráfico En Colombia

El narcotráfico es un fenómeno social y económico, por ser una actividad que ofrece la más alta rentabilidad a nivel mundial y maneja al estado y su población a través del poder que otorga la violencia y la economía.

En los últimos tiempos la producción, el tráfico y el consumo drogas han crecido enormemente a nivel mundial, siendo Colombia protagonista principal al ser el mayor traficante de hoja de coca, marihuana, heroína y sobre todo de cocaína. El crecimiento de esta industria se ve favorecido por su posición geográfica, debido a las dos vías marítimas que posee y los caminos comerciales que este negocio ilícito ha ido adquiriendo con el paso del tiempo dentro de sus selvas, por el poco cuidado que le pone el gobierno al problema, por las alianzas ilícitas entre entidades del estado y narcotraficantes, por el apoyo que estos tienen por parte de grupos terroristas y también por las tradiciones culturales no solo del país, sino de Perú y Bolivia, países que dentro de sus culturas ancestrales tienen el consumo de la hoja de coca y otras sustancias.

Pero el crecimiento del narcotráfico en Colombia, no solo surge por estas situaciones favorables para el negocio ilícito: el aumento de la demanda en países como Estados Unidos, principal cliente de la droga colombiana, a partir de los años 60, aumenta considerablemente la producción y distribución de estas sustancias. Es así que comienzan a surgir los grandes carteles de la droga, la violencia, el poder indiscriminado y como consecuencia directa: la corrupción.

Al tener una geografía llena de selvas y amplios sectores rurales, se favorece la siembra de marihuana, coca y amapola, lo que es aprovechado por personas astutas, generalmente de clase no muy alta, que ven en la producción de estos elementos un potencial negocio. De esta manera, se conforman grandes cultivos ilícitos en los campos de nuestro país, laboratorios de procesamiento y grandes cadenas de distribución dentro y fuera de él. A medida que el negocio adquiere más fuerza, sus percusores, de un momento para otro, pasan de la absoluta pobreza a una riqueza inimaginable. Se evidencia entonces la rentabilidad del negocio, ya que no solo el dueño (El capo) adquiere dinero, también todos los campesinos trabajadores que cultivan en sus tierras estas plantas dueñas de la riqueza, los trabajadores de los laboratorios, personas que debían constantemente mejorar la calidad y las maneras de transporte de la droga y los traficantes y distribuidores directos de la planta procesada. Crece así un negocio totalmente rentable que con el paso del tiempo cegara con codicia a quienes lo manejan y traerá consecuencias directas sobre nuestra población y la de otros países del mundo.

El narcotráfico por ser un fenómeno social y económico, como lo sostuve anteriormente, nos trae todo un universo de ambivalencias entre estos dos mundos. Como ya lo habíamos dicho antes, el narcotráfico es la industria más rentable, no solo de nuestro país, sino a nivel mundial es un negocio que monetariamente no deja perdidas, si lo vemos desde el punto de vista económico. Genera grandes ganancias sobre las personas que manejan, producen y distribuyen la droga, pero no todo lo que brilla es oro; con el paso del tiempo estas ganancias se empiezan a concentrar en los capos y todos estos campesinos dedicados a la producción empiezan a recibir muy poca ganancia en comparación con ellos. Pero también la población civil, perteneciente a las áreas urbanas, se ve favorecida de alguna manera por los derroches indiscriminados de dinero por parte de estos capos del narcotráfico. Muchos de ellos fueron como “Robin Hoods” en Colombia al regalar dinero a las personas de escasos recursos, sus extravagancias dieron sustento a las personas que se las satisfacían, con las compras de objetos lujosos, tierras, finca raíz, medios de transporte, etc. produjeron ganancias para quienes recibían las altas sumas de dinero por estos bienes.

El dinero empezó a tornarse oscuro cuando fue usado para sobornar autoridades y adquirir poder económico en el país, debido que al tener una industria ilícita, pero rentable de alguna u otra forma, entran altas sumas de dinero, mejorando la fluidez económica del territorio y promoviendo la corrupción en entidades públicas como la policía, el ejército, aduana y el mismo gobierno con sus diferentes ramas, hasta el punto en el que pudimos ver en el escenario político a grandes capos de la mafia y un sin número más de funcionarios públicos adeptos a grupos terroristas y narcotráfico. Estos dineros logran sobornar de alguna manera a estas instituciones de poder, ya que al tener tantas deudas tanto internas como externas en el país, en algún momento la salvación de estas fue el dinero que entraba del narcotráfico. También

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