El Jurista Y El Simulador Del Derecho

“El Jurista y el Simulador del Derecho.”

BURGOA ORIHUELA, Ignacio.

Ed. Porrúa.

El nombre del libro al cual hacemos mención, hace referencia su título por “Saber leyes no es saber derecho” es igual que el simulador del derecho sabe leyes, pero no sabe lo que el jurista sabe de Derecho.

El Derecho es una norma esencial para que exista un orden, es un conjunto de normas jurídicas que intenta o tiene como objetivo regular el comportamiento del ser humano ante la sociedad. Y esto lleva a una administración, a una división de poderes, precisamente para evitar el abuso de uno o del otro.

A lo largo del tiempo malamente y lamentablemente se ha desprestigiado al abogado por algunos cuantos y le han dado mala fama lo cual es algo injusto, es como si yo al haber tenido una mala experiencia en mi infancia con algún Doctor “X” por qué me pronosticó mal una enfermedad y a raíz de eso yo ya generalizara o dijera que todo aquel que tenga la profesión de Médico es malo o no es bueno, serían comentarios sin argumentos, si ningún fundamento, sería una falacia.

En el libro plasma que un jurista o que todo aquel que se dedique a la jurisprudencia debe de tener ciertas características para actuar como todo un Abogado, una de ellas; es la libertad, la ética, los valores y el amor a la justicia de cada persona, la autenticidad, la veracidad, el valor civil, la honestidad y el espíritu de justicia.

Un abogado debe de estar pegado a las buenas causas, al bien común, independientemente de que persona sea, todo pegado a la verdad.

Tenemos que ser personas cultas, la cultura abarca todos los conocimientos, las ciencias, los valores y el actuar diario.

Todo abogado por esencia es honesto, sincero, recto, persona de bien y responsable.

Todo abogado lucha por el mismo fin; la justicia.

Lamentablemente como mencionaba anteriormente, hay varias personas que son Licenciados en Derecho pero que tienen todas sus características son contrarias a los verdaderos juristas, como vanidosos, ególatras, mentirosos, fraudulentos, corruptos, mediocres, falsos, y como hay muchos de estos, en la vida nos encontramos con más de alguno de ellos y es por eso que los demás se esconden o no brillan como quisiéramos. No debemos de aprovecharnos del conocimiento de las leyes y sus efectos para engañar a personas o actuar con dolo o mala fe.

Y aunado a esto para ser un grande de la jurisprudencia debemos de seguir nuestros 10 mandamientos: estudia, piensa, trabaja, procura la justicia, se leal, tolera, ten paciencia, ten fe, olvida y ama tu profesión.

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