El Maestro De La Escuela
Enviado por lizbeth_mariel • 28 de Abril de 2014 • 2.258 Palabras (10 Páginas) • 226 Visitas
El Maestro de Escuela
Ignacio M. Altamirano
• Lo que son los curas del pueblo.
Hablar de la situación social y política en aquella época, es hablar de la falta de democracia, ya que se elegía a los gobernantes de cada entidad con referencia a su posición económica y no se tomaba en cuenta la opinión del pueblo, pero de igual manera el respeto de la gente al representante político era muy aceptada. En nuestro relato el cargo que ostenta el narrador es el de Diputado, quien en ese momento se dirigía a la ciudad de San Luis Potosí impulsado por el llamado del Congreso de la Unión.
La razón por la cual el cura escondió los libros por qué tal esos temas de lectura no era bien vistos en esos tiempos.
Las obras de Pablo de Kock describen principalmente historias de gente humilde, de aventuras equivocas y excesos, obras que en la época viviente en aquellos años no eran muy aceptadas y mucho más si pertenecían a un miembro de la Iglesia Católica.
Parlamentar acerca del estilo de vida de cura, es profundizar en un tema polémico durante aquella época, es involucrar no solo el individualismo del cura, sino también inmiscuir en esa intimidad a un personaje con un cargo complejo como lo es la de ser miembro de la Política Nacional.
El cura oculta las obras de Paul Kock cuando el diputado trata de acercarse por el temor de ser juzgado.
Apariencias que ocultan una afición por obras “prohibidas”
Temor al vínculo que existía en aquella época donde se involucraba la Iglesia Católica y el Gobierno del Estado.
La suposición de hipocresía en la vida del cura.
Las exigencias de un sacerdote suelen ser algo complejas y especificas, pero en determinados pasajes de la historia, la postura de un cura es inminente y precisa, con funciones y objetivos claros y marcados a través de estatutos o costumbres. En esta historia eso no es la excepción, era muy complicado compartir vínculos con el gobernó y a su vez ser el pastor de miles de personas, era interiorizar su
Servicio a las exigencias de un pueblo con ideales y creencias muy arraigadas. Era pensar dos veces antes de dar un paso y no cometer un error.
La actitud del cura puede catalogarse como una maduración espiritual completa, pero también un temor a los disturbios terrenales, era limitarse a la necesidad des de un pueblo, de un gobierno, aun teniendo que olvidarse de sí mismo.
El carácter de la descripción sin duda lleva reflexiones, sutilezas y sobre entendidos que el autor desea poner a consideración del autor.
En este apartado considero la percepción que logro identificar es la intención del cura de exhibir a las personas que vivían con él en ese momento, la intención del que el alcalde y el diputado observaran las complicaciones y carencias de vida que podía sufrir el pueblo, así como poner en una balanza las actitudes de las jóvenes presentadas, así como la caridad que mostro el sacerdote.
El sujeto mencionado en este párrafo se exhibe la primera impresión, como un individuo “infeliz, que no sabe nada”, pero que aun a pesar tiene cualidades y actitudes capaces de sobrecoger un nuevo concepto.
Las tres opiniones se basan en pormenores de una conversación.
• Opinión con referencia al Padre.
Mi percepción de esta opinión está basada en expresiones como la vergüenza, y la timidez de realizar una acción que se determina a realizarse. Así como la intención de cuestionar al Cura por tal decisión.
• Opinión con referencia al Juez
Mi opinión es la de percibir una actitud un tanto hostil del juez hacia con sus acompañantes, su posición fue pasiva y silenciosa, pero espero el momento para expresarse de una manera no adecuada si tomamos la referencia de la palabra “brutalidad”.
• Lo que son los maestros del pueblo.
Con la llegada del maestro a la reunión se hace presente una realidad social. En la descripción que se hace del maestro y su forma de vida el narrador marca el contraste que existe entre el, como figura representativa del criollo pobre, y la vida del cura.
Las diferencias se resaltan en las actitudes, así como en las inferencias que ocasionan las clases sociales. La manera en la cual se presenta el maestro refleja un comportamiento muy sencillo y humildes, por lo contrario el cura refleja su calidad de humano en ese momento anteponiéndose como una figura autoritaria y de realce social.
En este apartado a mi precepción el cura hace alusión a una ideología conservadora que se caracteriza por una forma de pensar que se opone a cualquier tipo de cambio y modificación de aquello que constituye una tradición.
Sus compromisos están ante todo con los valores de individualismo y libertad. Cada cual tiene que actuar sobre la base de su propio plan de acción.
Se encuentran muchas contradicciones dentro de la lectura y la conversación que ofrece el cura, los preceptos cristianos a los que decidió servir suelen ser muy objetivos y precisos, de las palabras de la boca habla el corazón, así que sus preceptos estaba algo confuso.
Cuando el maestro se despide el cura se queda a taciturno y colérico debido a la confrontación por el enfrentamiento que se suscito anteriormente, por el valor del maestro para hablar de las carencias educativas que sufren sus niños, por hablar acerca del comportamiento del gobierno dentro del entorno educativo.
Realmente no percibo gran cantidad de razones de furia, yo percibo cuestiones especificas, como lo es la de evidenciar las carencias frente a personajes eclesiásticos y políticos y que el maestro levantara la voz y hablara por sus alumnos por las necesidades que él ve en ellos.
Las reacciones que adopta dicho personaje no son las más adecuadas dada su condición de “siervo de Dios”, se denota una actitud de un ser humano prepotente y falto de humildad. El cargo que él ejerce es el de solidarizarse con la comunidad, apoyar y alentar a los cambios, en este caso, basarse en las necesidades educativas y olvidarse de las cuestiones mundanas, como lo son el dinero y el tener o ejercer un puesto, importante.
• Lo que ha hecho la República
Pero la República triunfó, y ¡triste es decirlo! La condición de la escuela no ha mejorado como era de esperarse.
Verdad es: que algunos gobernadores generosos y sinceramente demócratas, han emprendido el apostolado de la enseñanza popular con verdadero entusiasmo. Son pocos ¡ay! Muy pocos, y sus nombres cabrían en una de estas líneas.
A la cabeza de estos dignos republicanos, debe la justicia histórica colocar al joven y esclarecido general Corona, que sin ostentación, sin ruido y sin más mira que la de probar con hechos su amor acendrado al pueblo, se ha declarado el protector de
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