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El Pensamiento Renacentista Español y los Orígenes de la Educación Novohispana


Enviado por   •  15 de Enero de 2014  •  Tutorial  •  2.500 Palabras (10 Páginas)  •  1.141 Visitas

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Pensamiento Renacentista

El Pensamiento Renacentista Español y los Orígenes de la Educación Novohispana

Josefina Zoraida Vázquez

Una de las características claves de este momento histórico es la importancia del descubrimiento material, encubriéndolo con una máscara espiritual.

La antigua España en aquel entonces su base como identidad fue la religión, que de gran manera fue la herramienta primordial para su expansión territorial por el Nuevo Mundo; aquel mundo primitivo e inusual, marcado por el salvajismo y ofreciéndose a la clara señal de una supuesta y necesaria guía hacia la civilización verdadera.

Estas tierras fueron para los españoles aquel simbolismo de luz; un propósito que, como buenos hombres quisieron desplazar aquellas ideas utópicas que difícilmente quería aplicar en su propio espacio. Pero siendo estos impulsos humanos y sueños mal fundamentados, trajeron consigo la decadencia de una cultura impactante y rica en todas sus cualidades.

No obstante, aquel descubrimiento de una dimensión desconocida hecha por el mundo occidental, se manifestó el instinto más innato de cualquier ser humano: la curiosidad; exhibiendo la gran importancia del conocimiento siendo este un gran campo por descubrir. Con esto, la consecuencia más notable es la calidad de la educación, asemejando que el hombre debe ser culto, por lo tanto éste tiene prestigio ascendiendo fácilmente en la escala social. Lo interesante es que en el nuevo mundo, la educación tuvo un matiz muy espiritual que fortalecía da vez más a la cultura dominante; justificando así mismo la conducta ejercida ante las demás potencias del momento.

En esa elevación del conocimiento, el clero no dejo atrás su poderosa influencia; la reforma religiosa tenía el argumento de que había un combate contra la ignorancia del clero. De tal manera, sorprendente se propagó la instalación de universidades y colegio religiosos con el propósito de formar el sacerdocio intelectual.

Esta idea se trasladó a aquellos pueblos mesoamericanos, que los enajenaron bajo una ideología espiritista completamente diferente; antes bien, las complicaciones por las que se presentó los inicios de este proyecto magno son primordialmente la comunicación (lenguaje) y su arraigado pensamiento “primitivo”. De modo que los primeros frailes asentaron los inicios de las bases pedagógicas.

Básicamente el propósito de que se impusiera la religión cristiana en un continente totalmente ajeno es por la utopía de restablecer la antigua Iglesia, es decir, regresar a la Edad Media; todo con el fin de salvar sus almas. Pero, no obstante tenían que depositar gran cantidad de energía y paciencia para poder semi-lograrlo.

Una de las estrategias para impulsar esta educación religiosa es utilizar a los niños, siendo estos tiernos de edad, fue posible que propagaran fácilmente sus enseñanzas. Utilizar las palabras nativas para poder explicar los misterios de la fe.

Transmitir por medio de las señas, la pintura (ayuda a la memoria, en tener la imagen religiosa registrada), el teatro (dramatizaciones perfectamente seleccionadas para crear más impacto) y la danza de la nueva religión; sin que callera en el error de transmitir lo que no fuera correcto, en cuidar las ambivalencias y el doble sentido; por ejemplo, el tema del cielo y el infierno, que directamente condiciona el destino humano, al igual que el ser bueno y malo ante los ojos de Dios.

Claro que hubo escuelas dedicadas a la instrucción de lectura y escritura, pero como desde siempre han seccionado la educación; se instalaron escuelas para los hijos de los españoles e indios, aunque básicamente el tema fundamental es la religión. También se implementó escuelas para los adultos con una rutina d estudio algo estricta; de igual manera las misas, los sermones y un sinfín de actividades de fe, hicieron que poco a poco se instalara definitivamente la fe cristiana. Pero sería un error decir que todo fue fácil y sin resistencia; claro que el sufrimiento y la pérdida de la identidad se manifestaron en los suicidios y en el poco valor que las personas se atribuían; ese malestar solo fue creciendo hasta el punto de ser esclavos de sus propias tierras.

Lamentablemente la iglesia fue una institución que perdió aquel objetivo de salvar almas y dedicándose a su nueva profesión: el saqueo.

Bibliografía

Josefina Zoraida Vázquez et al, Ensayos sobre la educación en México, México, El Colmex, 2006 “El pensamiento renacentista español y los orígenes de la educación novohispana”, pág. 11-25

TENSION EN LA TORRE DE MARFIL

TENSIÓN EN LA TORRE DE MARFIL

LA EDUCACION EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII MEXICANO

Al iniciarse el siglo XVIII, el poder y la prosperidad de España estaban en decadencia. Empobrecida y debilitada por guerras internacionales y monarcas débiles, el comercio estaba dominado por otras naciones, la agricultura estancada y la población en declive. Mientras en Nueva España prevalecía la crítica del pasado y la duda sobre el futuro, en la Nueva España un ambiente de satisfacción y optimismo permeaba en la sociedad, una red de ciudades y haciendas satisfacía las necesidades regionales y abastecía las minas del norte. Obrajes y gremios de artesanos producían una variedad de artículos que llegaban a todas partes.

La sociedad se definía: urbana, refinada, piadosa, orgullosa de su pasado indígena. El culto a la virgen de Guadalupe, el indigenismo, el sistema de compadrazgo, el gozo en las ceremonias, la retórica y la ostentación fueron algunos elementos de esta búsqueda de su ser. Fue entre 1736 y 1756 cuando la Nueva España se veía envuelta en un fervor guadalupano y nombraron a la Virgen de Guadalupe como la Patrona de la ciudad en 1737.

1700 – 1750: DESARROLLO EDUCATIVO EN NUEVA ESPAÑA

La recuperación económica y demográfica del siglo XVII se convirtió en crecimiento a principios del XVIII y franco ascenso a partir de 1730. En Puebla los obrajes textiles y la manufactura de loza cobraron importancia mientras Oaxaca y Michoacán comerciaron con la cochinilla.

El siglo XVIII se caracterizó por grandes construcciones, se terminaron las catedrales de Valladolid, Oaxaca, Chihuahua, Durango, Basílica de Guadalupe. También impresionantes colegios como los de los Jesuitas en Guadalajara, Mérida, Valladolid y san Ildefonso en México. Los jesuitas abrieron escuelas de primeras letras y de gramática latina y filosofía en lugares más lejanos del centro: Chihuahua, Monterrey, Campeche, Celaya, León, Guanajuato. Para las ciudades de provincia el establecimiento de un colegio era señal de crecimiento. Una vez terminada la gramática en su ciudad natal, los alumnos

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