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El Pensaminto


Enviado por   •  20 de Septiembre de 2012  •  3.981 Palabras (16 Páginas)  •  374 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Antes de la llegada de los españoles se sucedieron en la isla de Santo Domingo varios grupos de pobladores del continente americano. Generalmente provenían de la América del Sur e iban trasladándose por medio de balsas o canoas a través de las pequeñas Antillas hasta establecerse en las grandes Antillas.

Los aborígenes provenían de las cuencas de los ríos Orinoco en Venezuela, Xingu y Tapajo, en la Guyana, como pudieron posteriormente comprobar los españoles a colonizar esos lugares y observar que las culturas eran similares.

La transmisión de herencias culturales, las mezclas de diversas culturas, los largos periodos de residencia de los grupos indígenas en las islas, así como la presencia de nuevos factores geográficos y ecológicos hicieron que las culturas antillanas adquirieran numerosos rasgos que la diferenciaban de las existentes en tierras continentales.

Los motivos de las emigraciones se atribuyen a diversas razones, entre ellas la económica, consistiendo en la demanda de nuevas tierras para el cultivo de diversos productos. Otra razón pudiera ser la búsqueda de territorios donde pudieran vivir en paz.

Los movimientos migratorios mas importantes que se produjeron antes de la llegada de los españoles fueron los siguientes:

Los Siboneyes: Cuyo termino significa hombre que vive entre las piedras o las rocas. Los Siboneyes vivían de la caza, la pesca y la recolección por que sus hábitat solía ser las inmediaciones de las costas, donde trabajaban también las piedras.

Los igneris: procedentes de Puerto Rico, pertenecientes a los araucanos, sustituyeron en la isla de Haití a los Siboneyes, quienes habían llegado de Cuba.

Los Caribes: Pertenecientes al tronco de los arauacos, habitaron mas a las Antillas Menores y solo visitaban la isla en incursiones belicosas.

Los sub-tainos o arauacos: provenientes de América del Sur constituyeron una primera etapa del desarrollo histórico de esta isla.

Desde el momento mismo del descubrimiento de la Española, cuando Colón y sus acompañantes pisan tierra y entran en comunicación con los aborígenes, tiene lugar un proceso más o menos complejo de relaciones raciales y culturales entre los unos y los otros.

Los contactos de los españoles con los nativos de la isla fueron desde el principio conflictivos, tanto que produjeron la progresiva, pero implacable desaparición de los nativos. Ya hacia 1560 apenas quedaban algunos grupos dispersos de indígenas, sin mayores consecuencias para el futuro progreso de miscegenación que daría nacimiento al hombre dominicano.

A diferencia de otros países de América, Santo Domingo no presenta en la actualidad el nuevo tipo étnico común a otras latitudes del continente: el mestizo.

La temprana desaparición de los naturales de la Española fue también causa que su cultura, que a la llegada de los conquistadores atravesaba por una etapa neolítica, de cultivo intenso de la agricultura y producción de cerámica y materiales líticos, no pasara a integrarse por completo a la simbiosis operada más tarde con la cultura de otros grupos foráneos.

De la cultura taína restan muy pocos remanentes, y estos corresponden sobre todo a los aspectos materiales de la misma. Hay que advertir, por lo demás, que varios de esos aspectos perduraron a través del esclavo africano, quien los hizo suyos y los incorporó a sus costumbres y hábitos de trabajo.

Así, por ejemplo, cuando los taínos empezaban a extinguirse, los negros habían logrado ya dominar la técnica del cultivo de la yuca y la preparación del casabe, que era el alimento básico de aquellos. A través de los esclavos africanos, los taínos legaron a nuestra cultura el cultivo de roza, cuya quema y tala de árboles serían luego continuadas por los plantadores azucareros.

En el siguiente material encontraremos una recopilación de la cultura de nuestros ancestros: Los taínos, su forma de vida, sus costumbres y el legado que nos dejaron.

EL ORIGEN.

Desde Siberia y a través de Alaska, grupos migratorios poblaron el continente americano hace muchos años. Algunos quedaron en los bosques como tribus aisladas, otros crearon ciudades espléndidas, como México y Cuzco.

Aunque el Asia parece ser la madre común de todos los amerindios, estas migraciones pobladoras las efectuaron gente con una cultura estacionada en un remoto paleolítico. En América, crearon su propia civilización, de grandes contrastes: México y Perú por un lado, con su arquitectura y sus adelantos científicos, y por otro lado el resto de América y principalmente el grosero primitivismo del habitante del bosque profundo.

PROCEDENCIA.

Los tainos o aborígenes procedían, según teorías , de los siguientes países:

*Venezuela *Cuba

*La Española *Puerto Rico

LOS TAINOS.

A la llegada de los españoles a la isla que Colón llamó La Española, encontró aborígenes descendientes de los caribes, moradores de las Antillas Menores (que realizaban incursiones a las Grandes Antillas) y a los taínos, de origen arahuaco.

Estos grupos provenían de las cuencas de los ríos Orinoco en Venezuela y Xingú y Tapajós en las Guayanas, a través de oeadas migratorias a lo largo de más de doce siglos.

Inicialmente emigraron a las Antillas los Siboneyes (de pobre cultura) y posteriormente grupos arahuacos que eliminaron los remanentes de los siboneyes de La Española, Cuba, Jamaica y las Bahamas, a excepción de dos núcleos localizados en el extremo occidenttal de Cuba y en el extremo occidental del sur de Haití. Por último el grupo de los Caribes, que se dice eran antropófagos. Se consideran dos grupos migratorios arahuacos, siendo durante el segundo período cuando se desarrolló la cultura denominada taína.

El ejemplar taíno, según la opinión de los cronistas, incluyendo al Primer Almirante, a Oviedo y al Padre Las Casas, era más bien hermoso. Eran lampiños casi todos, de modo que no eran barbados. En cambio todos se distinguían por una deformación del cráneo, que ellos mismos provocaban desde la niñez con instrumentos destinados a alargar la cabeza.

No conocían el cobre, el bronce ni el hierro y no valoraban el oro, a pesar de amarillar la arena de sus ríos.

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