El Porfiriato. Ensayo

El Porfiriato.

Porfirio Díaz gobernó durante 30 años entre los años 1877 y 1911, por ello esta etapa es llamada porfiriato. Nació en Oaxaca en 1830. Intentó obtener la presidencia tres veces pero fue derrotado por Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada, por esto se levantó en armas dos veces, la primera en 1871 con el Plan de la Noria y la segunda en 1876 con el Plan de Tuxtepec, en ambas ocasiones rechazaba el excesivo poder del presidente de la república frente a los poderes legislativo y judicial. Contaba con el apoyo de militares que habían sido rechazados por Juárez y Lerdo, además obtuvo el favor de pueblos y colectividades campesinas que defendían su autonomía  política y que a cambio aceptaban la división de sus tierras, se ganó la simpatía de los grupos urbanos que lo consideraban el único hombre capaz de preservar la unidad y soberanía de terminar con el estado de guerra que había azotado al país por más de 50 años. En 1877 ocupó la presidencia del país y en 1878 promovió una reforma constitucional que prohibía la reelección inmediata y en 1880 entregó la presidencia a Manuel González. Estableció nuevos lazos y alianzas. Se lanzó otra vez como candidato y al ser el único ganó las elecciones por un segundo mandato de 1884 a 1888. En 1884 en la nueva reforma constitucional permitió una reelección inmediata, es decir que el presidente se podía reelegir por una ocasión, gracias a esta reforma pudo estar en la presidencia de nuevo de 1888 a 1892. En 1890 se elimina de la Constitución toda restricción a la reelección y en 1913 amplió el periodo presidencial a 6 años con lo que se reeligió más de una vez y fue presidente de los periodos de 1892 a 1896, 1896 a 1900, 1900 a 1904 y 1904 a 1910.

El Porfiriato se divide en dos etapas, la primera etapa comenzó en 1877 y concluyó con el inicio del tercer periodo en la presidencia de Porfirio Díaz en 1888, cuando se eliminó toda restricción legal a la reelección indefinida en 1890, esta es una etapa de construcción pacificación, unificación, conciliación y negociación pero más que nada de represión. Uno de los primeros obstáculos con los que se enfrentó Díaz fue la aplicación de la constitución que se había visto obstaculizada por la guerra entre los defensores del documento y sus detractores. Entonces algunas poblaciones permanecían aisladas por lo que no seguían  las normas de Porfirio Díaz sino las de sus gobernantes, eran una cultura diferente. En esta etapa permanecía la amenaza de invasiones extranjeras. Díaz incorporó al ejército a los soldados que lo habían apoyado antes además de dar trabajo a algunos imperialistas, posteriormente se casó con Carmen,  hija del  ex  lerdista  Manuel  Romero Rubio y al hacerlo se dio su compromiso con dichas acciones.

Se daba el hecho de que la iglesia católica  dependía del estado y el presidente era bastante generoso con ella, a cambio de lo que hacía por la iglesia ella actuaba en su favor  desconociendo  los levantamientos en nombre de la religión.  La relación de Díaz con las colectividades campesinas era distinta, en algunas regiones  respetó su autonomía y frenó la desamortización mientras que en otras no lo hizo ni detuvo las colonizaciones que pretendían incorporar a la producción  y al mercado parcelas no cultivadas. Porfirio Díaz busco colocar a la cabeza de los estados hombres que le fueran leales y debido a diversas técnicas  llegó a los líderes locales y logró que las gubernaturas fueran ocupadas  por hombres que le eran fieles y le seguían en todo lo que hacía.

Obtuvo el reconocimiento internacional después de mucho y logró restablecer las relaciones diplomáticas con Francia, Inglaterra, Alemania y Bélgica, estas se habían roto durante el gobierno de Juárez, también se ganó a Estados Unidos aunque esta relación ocasionaba diversos problemas: la existencia de una zona libre de impuestos que México había abierto en su frontera con el fin de atraer colonos y el contrabando que ello generaba, la deuda exterior mexicana, el paso de tribus indígenas y ladrones de ganado a territorio mexicano y el de las tropas que los perseguían y la migración de trabajadores mexicanos a territorio norteamericano. A pesar de todo esto en 1878 Estados Unidos reconoció el gobierno de Díaz. Cuando la negociación no era suficiente, Porfirio Díaz optaba por la fuerza y la represión, para ello utilizó al ejército, la policía y la policía rural. Otro punto importante es que las elecciones eran arregladas por el presidente lo que ponía en duda la legalidad del régimen y por tanto el descontento, el régimen estaba entre la legalidad y la apariencia de legalidad. Debido al acuerdo ya antes mencionado con la iglesia muchas veces no se anularon las infracciones a la iglesia católica y se permitió la reinstalación del clero regular, pero para fingir de vez en cuando se aplicaban algunas sanciones a la iglesia.

La segunda etapa comenzó entre 1888 y 1890 y concluyó hacia 1908, esta etapa se caracteriza por un régimen más autoritario por parte de Díaz y los gobernadores de los estados. Llegaron tres nuevas figuras importantes, Joaquín Baranda, José Yves Limantour y Bernardo Reyes, quienes desempeñan un papel importante en la pugna y fractura de la élite porfirista y representaron a diversos grupos y religiones.

Baranda fue primero integrarse al gabinete y fungía como ministro de Justicia desde 1882, tenía gran influencia en Campeche, Tabasco, Yucatán y Veracruz. Limantour fue el segundo en incorporarse al gabinete, fue ministro de hacienda entre 1893 y 1911, era miembro del grupo de “los científicos”, quienes eran un grupo que creía que el país necesitaba un gobierno fuerte capaz de fomentar la economía y reformar la sociedad por lo que tenían diversas campañas.

Bernardo Reyes fue el tercero en ingresar al gabinete, en 1876 era Coronel y 1889 gobernador de Nuevo León, ministro de guerra entre 1900 y 1902 representando los porfiristas clásicos que eran liberales surgidos de las clases medias y bajas de la provincia. El grupo de Díaz era muy fuerte e influyente, sin embargo su grupo se rompió cuando en 1898 tuvo que elegir un sucesor y eligió a Limantour, el ministro de Justicia se opuso así que tuvo que renunciar al gabinete.

En 1902 Porfirio Díaz temeroso de la fuerza que el ejército profesional y la milicia estaban tomando, quitó del cargo a Lomantour y le pidió regresar al gobierno de Nuevo León, desmovilizó a la guardia civil. Para 1903 o 1904 Los hombres que habían acompañado a Diaz habían sido desplazados del gabinete. El pacto con los gobernadores o poderes regionales obligó al presidente a desconocer su compromiso con los pueblos, en general con los campesinos y el pacto con los inversionistas empresarios lo llevó a desconocer las demandas obreras, ello explica que tuviera que recurrir de forma creciente a la imposición el autoritarismo y la represión. Entonces se redujo aún más la autonomía de los pueblos y sólo en algunas regiones los municipios conservaban algo de libertad. Posteriormente surge una oposición política partidaria que se remonta a los orígenes del partido liberal mexicano, también surgieron diarios en los que publicaban notas en que criticaban a la política de Díaz y en consecuencia fueron objeto de represión, sin embargo a pesar de las múltiples veces que los jefes de los diarios fueron avisados y mandados a la cárcel por esto, seguían poniendo ese tipo de notas.

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