El Porfiriato
Enviado por anacarolinamoren • 18 de Diciembre de 2014 • 2.005 Palabras (9 Páginas) • 267 Visitas
PORFIRIATO
LA POLÍTICA DURANTE PORFIRIATO
Políticamente, se contemplan tres etapas:
Primera etapa (1877-1890)
Se caracteriza como de: construcción, pacificación, unificación, conciliación, negociación y represión.
Buscó evitar la concentración de poder, que el pueblo eligiera a sus gobernantes y hasta sus jueces.
Enfrentó problemas de gobernabilidad, ya que la constitución no favorecía al ejecutivo, considerando la igualdad de los individuos.
Buscó atraer a todos los grupos importantes (lerdistas, juaristas, y otros) agregándolos a su gabinete, así como a los miembros de la iglesia católica, encontrando respaldo en ésta, ya que aunque no eliminó leyes en contra del clero, casi no las aplicó, permitiéndole recuperar propiedades, reinstalar frailes y monjas, celebrar misas y realizar algunas festividades.
Cuando no lograba atraer a alguien, echaba mano de la fuerza y la represión, apoyado en el ejército y la policía, acabando con rebeliones agrarias en Sonora y Yucatán, o con bandoleros y asaltantes de caminos.
En las elecciones solo votaban mayores de 18 años, hijos de mexicanos o extranjeros naturalizados, casados o mayores de 21 años, solteros, pero las papeletas de votación no eran llenadas por los votantes.
Segunda etapa (entre 1888 y 1890, hasta 1908)
Muestra un periodo centralista, autoritario y personalista, tanto de don Porfirio, como de los gobernadores de las entidades; resaltando en ella tres personajes importantes: Joaquín Baranda, Ministro de Justicia desde 1882, liberal de la época reformista; José Yves Limantour, Ministro de Hacienda (1893-1911), miembro de un grupo de profesionistas destacados (los científicos), de familias ricas o relacionadas con ellas, basados en la filosofía positivista, pensaban en la aplicación del método científico para estudiar la sociedad y la solución de problemas; y Bernardo Reyes, Ministro de Guerra (1900-1902), porfirista y militar, surgido de la clase media o baja que había en provincia y que contaba con el apoyo de empresarios, pequeños burgueses, clase media y trabajadores de Nuevo León, donde fue gobernador.
Al elegir a Limantour como su sucesor, Díaz provocó que Baranda renunciara a su gabinete, perdiendo presencia su gobierno y en 1902, Limantour como Ministro de Hacienda, impidió la renovación y modernización de la milicia al no otorgarle fondos, por lo que Díaz, para evitar represalias contra éste, mandó a Reyes de gobernador a Nuevo León, e hizo cambios en el ejército.
Para 1904, la influencia de "los científicos" impuso en las elecciones a Ramón Corral como primer vicepresidente, pensando en la ausencia o muerte de don Porfirio.
Díaz fue perdiendo respaldo de algunos grupos y esto aunado a que por estar bien con los gobernadores o con aquellos con poder regional olvidaba sus obligaciones con los campesinos, y que, dando prioridad a inversionistas y empresarios frente a las peticiones obreras a las que calmó ya fuera mediante el diálogo, la imposición, el autoritarismo o la represión, así como al freno político impuesto por Díaz o sus colaboradores con autorización de éste al mantener en el poder a gobernadores, legisladores y magistrados estatales y federales y que solo eran sustituidos para cambiarlos a algo mejor o eran relegados porque Díaz se molestaba con ellos. Por esta razón, se fue formando un grupo que dio nacimiento al Partido Liberal Mexicano, que empezó a manifestarse a través de periódicos que criticaban a don Porfirio, por lo que fueron objeto de represión y encarcelamiento continuamente sus directores, redactores e impresores.
Las manifestaciones por las calles, los ataques a los edificios de gobierno, los robos, las huelgas de obreros y las rebeliones de los campesinos, mostraban un descontento creciente ante los cuales la represión llevó hasta a la muerte a mineros de Cananea y obreros de Río Blanco.
En cuanto a política exterior, mantuvo relaciones tanto diplomáticas como económicas con Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Japón, oponiéndose a que el primero decidiera en los gobiernos latinoamericanos, ya que los asuntos de cada país eran casos particulares de cada nación.
Tercera etapa (los últimos años)
Se contempla que las crisis en el nacimiento del siglo XX afectaron la economía, la vida social y cultural y por consiguiente la política en este régimen.
Presenta ya, un régimen de políticos ancianos que querían seguir imponiendo su voluntad, y que después de las declaraciones de don Porfirio a James Creelman, periodista estadounidense, de que no participaría en las elecciones de 1910, ya que México estaba listo para entrar en democracia. Para los políticos del régimen, esa declaración era para el exterior, considerando que la sucesión seguía en la vicepresidencia, promoviendo nuevamente a Ramón Corral, mientras que Bernardo Reyes, leal a Díaz, aceptaba ser enviado a Europa, ya que sus seguidores lo habían promovido por todo el país en clases medias y obreras.
Los reyistas continuaron con la oposición, surgiendo además los liberales o maderistas, y entre los cuales existía afinidad en demandas como la legalidad, el respeto al voto y la no reelección, así como ayuda legal a campesinos y obreros.
En las elecciones triunfó nuevamente Díaz, lo que provocó la Revolución y al triunfo de ésta, el exilio de don Porfirio Díaz.
ECONOMÍA
En los inicios del porfiriato, la Hacienda Pública estaba en quiebra; se tenían grandes deudas con préstamos nacionales y extranjeros, pos lo que los ingresos de las aduanas se daban a los prestamistas; algunos impuestos eran de los estados y nadie quería que éstos aumentaras.
Matías Romero, Manuel Dublán y José Yves Limantour como Ministros de Hacienda realizaron cambios, disminuyendo los gastos del gobierno, administraron de mejor forma los recursos, controlaron los ingresos e impusieron impuestos que no afectaron al comercio. Con préstamos del extranjero, se pagó parte de lo debido, y el resto se pidió pagarlos con tasa fija en pagos a plazo mayor, resultando un superávit desde 1884.
Se buscó en el plano internacional, convertir a México en un exportador tanto agrícola como minero.
Como el Mercado Nacional era de regiones, se buscó aumentar la producción y el comercio tanto interno como externo, para esto, se promovió la inversión, se aumentó el circulante, los medios de transporte y las comunicaciones.
Se eliminaron las alcabalas, se promovieron subsidios en la industria, la construcción
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