El Tawantinsuyu
Enviado por seaedasd • 22 de Mayo de 2015 • Tesis • 2.964 Palabras (12 Páginas) • 245 Visitas
El Tawantinsuyu fue la forma de organización política del estado Inka y es, todavía, un modelo orientador universal en Abya Yala, con una existencia de milenios. Donde se presente, con su estructura “dual-cuatripartita” organiza el espacio en unos, la sociedad, el pensamiento o los conceptos filosófico-espirituales en otros, identificando a las culturas humanas con las leyes de la naturaleza y proyectándolas a las formas colectivas y comunitarias.
A lo largo de la historia oficial peruana, y en la exposición de científicos sociales americanistas (con respetables excepciones), cuando se enfoca la historia pre-hispana del Área Andina, se generalizan, entre otros, los conceptos de “Imperio Inca” y de “Cultura Inca” como totales o únicos en el área. Y, como si el asunto fuese sólo maneras de elaborar o construir frases, se difunden también conceptos como “sociedad inca comunista”, “imperio inca esclavista”, “el socialismo imperial incaico”, o “Los Incas, Cultura en la Fase Superior de la Barbarie”, este último según los que todavía confían en el esquema trasnochado de Lewis Morgan.
A estas elucubraciones se vinieron a sumar, en las últimas décadas, “las verdades científicas” de los marxistas criollos, quienes con una aplicación ciega del esquema unilinealista, etapista, desarrollista, y hasta inmutable de los “Cinco Modos de Producción” (esquema que sólo sirve para exponer el desarrollo histórico de la sociedad occidental euroasiática), han encasillado a los pueblos, naciones y culturas pre-hispanas de los Andes en la etapa del “Esclavismo” y nos hablan, entonces, de la “sociedad despótica esclavista del Imperio de los Incas”, infeliz concepto (porque contribuye a trastocar y tergiversar la historia indígena por décadas más) que para algunos otros un tanto más benignos, es más bien referencia a un estado con un “Modo de Producción Asiático”, pero siempre esclavista y por tanto clasista, hegemónico é imperialista .
Estas, pues, son evidencias de cómo el colonialismo político-cultural impuesto por el sistema occidental a todo el continente Abya Yala, desde hace ya 516 años, tiene también fuerte gravitación en la mente de los cientistas sociales, condicionándolos a un colonialismo mental que, por ende, los hace discernir y accionar sólo al ritmo de los modelos, las concepciones, las teorías y el desarrollo histórico del occidente euroasiático, y que aplican al mundo andino sin ambages.
La historia pre-hispana, a lo largo del Abya Yala, necesita hoy una urgente revisión en honor a la propia y real gesta del continente y a la autenticidad histórica de sus pueblos originarios. Al respecto, científicos sociales aymaras y quechuas contemporáneos nos dicen: « Muchos antropólogos y arqueólogos nacionales y extranjeros que han escrito sobre la cultura aymara-qhishwa enfocan su análisis desde la óptica occidental y cada quien la interpreta a su criterio de acuerdo a su concepción ideológica y religiosa. Como consecuencia nuestra historia fue alterada y tergiversada, la verdadera historia de la cultura andina no está escrita, y para muchos investigadores la civilización de los aymara-qhishwa es una incógnita » . Y, «...los estudios sobre la civilización andina, han estado influenciados durante décadas por un enfoque eurocéntrico que abordó la tarea de construir la “historia americana” desde los supuestos paradigmáticos de la historia occidental; [...] la urgencia histórica reclama, el rescate de la memoria histórico cultural andina, y la recuperación del legado de conocimientos y sabiduría indígena, que están a punto de desaparecer, por obra y gracia de la mentalidad neocolonial...» . Sin embargo, adscritas a estas palabras indias, hay ya autores no-indígenas que inician una justa rectificación histórica, uno de ellos es la doctora María Rostworowski, ella dice: « El deseo indígena hacia la unidad se expresa a través de la voz TAHUANTINSUYU, que significa las “cuatro regiones unidas entre sí” y que manifiesta un intento o un impulso hacia la integración, ...nos inclinamos a emplear la palabra Tahuantinsuyu en lugar de “Imperio”, pues el significado cultural de esta última no interpreta, ni corresponde a la realidad andina, sino a situaciones relativas a otros continentes » .
El Tawantinsuyu en el tiempo y en el espacio:
Todo pueblo, de acuerdo al espíritu que caracterice su cultura y sociedad, elabora y presenta sus propios y particulares modelos de organización.
La experiencia nos indica que en el mundo existen, a través de los siglos, dos tipos de pueblos totalmente diferentes entre sí, aquellos que se organizan integrados y siguiendo las leyes del universo y de la naturaleza y, los otros, los antinaturales, que se organizan bajo modelos que el hombre mismo inventa y los estructura, para ellos la naturaleza es sólo “un objeto de uso”, ajena y manipulable. Un párrafo sobre pensamiento Indio nos explica la razón de los pueblos primeros: « La humanidad es parte integrante de la naturaleza, una prolongación semejante del universo que, participando de sus mismas leyes debe organizarse, igualmente, en forma colectiva y comunitaria como es el universo mismo » .
Los pueblos indígenas del Abya Yala han sido y siguen siendo, por esencia y por espíritu, colectivos y comunitarios, espiritualmente integrados al cosmos y sus leyes y, como tales, con propios modelos de organización, entre ellos el Tawantinsuyu .
El origen del Tawantinsuyu, como modelo, forma, sistema o concepto, se pierde en la noche de los tiempos del Ande y del Abya Yala. Inka Waskar Chukiwanka nos relata un mito de origen donde la forma cuatripartita ya se hace presente en nuestras existencias desde los momentos mismos del origen del universo y de los seres: « QHON Tiki Pachayachachi, la primigenia luz blanca del rayo cósmico, en forma de una gran serpiente con alas coloridas del arco iris, volaba por los cuatro puntos del espacio cósmico, y sacándose una en una sus plumas, convertidos en rayos serpenteantes con ellas hizo a las estrellas, al sol, a la tierra y a la luna » . Y, Carlos Milla Villena nos habla del Pusisuyu, de su antigüedad, y de su relación (para su génesis) con la Cruz del Sur: « Las características formales visibles de la constelación de la Cruz del Sur son sus 4 estrellas principales: Alfa Cruz, Beta Cruz, Delta Cruz y Gama Cruz, que están dispuestas en forma de una cruz y cuyos cuatro extremos están casi orientados hacia los 4 puntos cardinales en su culminación superior, es decir, cuando el eje mayor de la constelación está vertical en el cenit. Este hecho es muy interesante, porque tiene que ver con el antiguo origen, ya en la época Precerámica, del estado Comunitario Andino conocido como Pusisuyu,
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