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El Verdadero Pensamiento De Libertad Nació En Quito


Enviado por   •  18 de Junio de 2014  •  1.136 Palabras (5 Páginas)  •  193 Visitas

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Cuando América toda dormía,

Oh muy noble cuidad, fuiste tú,

La que en nueva y triunfal rebeldía,

Fue de toda la América luz.

Somos libres cuando no somos dependientes. Cuando nuestra voz no es acallada por manos

egoístas y temerosas que quieren desvanecer nuestro pensamiento. Somos libres cuando

mostramos nuestra forma de ser con fluidez, sin obstáculo alguno.

Somos esclavos cuando nuestro cuerpo es utilizado por una mente ajena, manipuladora.

Cuando nuestra guerra beneficia solo al general y es nula para los soldados. Somos esclavos

cuando asumimos otra personalidad como si fuera nuestra.

9 de Agosto de 1809, en casa de Manuela Cañizares se reúnen los patriotas para preparar el

golpe revolucionario de Quito.

10 de Agosto de 1809, primer grito de independencia.

24 de Mayo de 1822, independencia alcanzada en la Batalla de Pichincha.

16 de Junio de 1995, en su fiesta de cumpleaños, José Luis decide no beber alcohol.

4 de Octubre de 2012, Beatriz le dice no a la prueba de amor que quiere su novio.

“El verdadero pensamiento de libertad nació en Quito”.

Me contaban de pequeño que hace ya más de 200 años, patriotas y pobladores de nuestra

cuidad fueron masacrados, pues intentaron liberar a los principales jefes de la Revolución de

Quito. Salinas, Quiroga, Ascázubi, Morales; entre otros, habían iniciado lo que ahora muchos

llamamos libertad.

Y no sólo en nuestro pueblo, pues en otros rincones de nuestra América, ya se escuchaban los

ecos de aquel grito del 10 de agosto. Aquel grito valiente y arriesgado a la vez.

Me empezaba a preguntar. ¿Realmente somos libres, o somos esclavos?

Tal vez con las gestas de independencia nos liberamos de quienes nos oprimían, de ese yugo

servil y afrentoso.

Pero el “ser libres” es mucho más que eso.

Me di cuenta que nuestros próceres no sólo querían la independencia del opresor y verdugo.

Querían liberarnos de la capacidad que tenemos para ponernos límites, liberarnos de criticar

ofensivamente a quien escuchamos. Querían liberar a América de ese cautiverio sumiso que

nos vuelve marionetas, sin conciencia.

Juan Montalvo dijo: “No solamente hemos de aceptar la libertad, pero la hemos de exigir, la

hemos de obtener, la hemos de ganar a costa de la vida. Ella es el alma de los pueblos”

Pues la verdadera libertad es romper las cadenas de la mente.

Y esas cadenas son la opresión, el seguir a los demás por no estar solo, el no decir lo que se

piensa por miedo al qué dirán, o por miedo al cambio.

He visto muchos esclavos, esclavos de un sistema social que clasifica a las personas en ricas y

pobres. Adolescentes esclavos de facebook y twitter. Mujeres esclavas del espejo y las cremas

antiarrugas.

Soltar los eslabones es la tan anhelada libertad que recorrió y aun recorre las venas de las

grandes mentes de nuestro continente.

Sin embargo, esa libertad siempre debe tener límites para no convertirse en libertinaje, para

no dejar de lado la ética y la moral que nos convierte en seres humanos.

Estos días con tanta facilidad de información que tenemos los jóvenes. Quince años y

queremos ser libres. Que los tiempos han cambiado decimos. Que con internet llegamos a

cualquier parte en un abrir y cerrar de ojos. ¿Volver a las 12? ¿Tan temprano? Ni que fuera de

la época del abuelito. Ni que fuera princesa de cuento de hadas

La época del abuelito, época de años coloniales, serenatas en los balcones, caminar por la

noche en la Rocafuerte, mirar como brilla la luna

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