El análisis de Hillberg libro
Enviado por 311023628 • 19 de Agosto de 2013 • Resumen • 364 Palabras (2 Páginas) • 319 Visitas
Gracias a una serie de investigaciones cada vez más amplias y rigurosas, entre las que
el libro de Hillberg ocupa un puesto de privilegio, el problema de las circunstancias
históricas (materiales, técnicas, burocráticas, jurídicas...) en que tuvo lugar el exterminio
de los judíos ha sido suficientemente aclarado. Las investigaciones venideras podrán
arrojar nueva luz sobre aspectos particulares, pero el cuadro de conjunto puede darse ya
por establecido.
Muy diversa es, sin embargo, la situación por lo que hace al significado ético y político
del exterminio, e incluso a la simple comprensión humana de lo acontecido; es decir, en
último término, de su actualidad. No sólo falta aquí algo que se asemeje a un intento de
comprensión global, sino también el sentido y las razones del comportamiento de los
verdugos y de las víctimas; muchas veces, hasta sus mismas palabras siguen apareciendo como un enigma insondable, reforzando la opinión de los que quisieran que
Auschwitz permaneciera incomprensible para siempre.
Desde el punto de vista del historiador, conocemos, por ejemplo, hasta en los detalles
mínimos, lo que sucedía en Auschwitz durante la fase final del exterminio, la forma en
que los deportados eran conducidos a las cámaras de gas por una escuadra integrada por
sus propios compañeros (el denominado Sonderkommando), que se ocupaba después de
sacar de allí los cadáveres, de lavarlos, de recuperar los dientes de oro y el cabello de
sus cuerpos, antes de introducirlos por último en los hornos crematorios. Y a pesar de
todo estos mismos sucesos, que podemos describir y ordenar temporalmente con
precisión, siguen siendo particularmente opacos en cuanto intentamos comprenderlos
verdaderamente. Quizá no hay nadie que haya expuesto con mayor inmediatez esa
divergencia y esa desazón, como Salmen Lewental, un integrante del Sonderkommando,
que confió su testimonio a algunas hojillas enterradas cerca del crematorio III, que
salieron a la luz diecisiete años después de la liberación de Auschwitz.
Ningún ser humano puede imaginarse -escribe Lewental en su sencillo
yídish- los acontecimientos tan exactamente como se produjeron, y de
hecho es inimaginable que nuestras experiencias puedan ser restituidas tan
exactamente como ocurrieron... nosotros, un pequeño grupo de gente
oscura que no dará demasiado que hacer a los historiadores.
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