El arte olmeca

Cabeza olmeca.

El arte olmeca tiene muchos elementos que aún se están investigando, los más importantes y conocidos son las cabezas colosales olmecas ya que son un ejemplo de escultura monumental, y una representación artística. Se cree que representaban a guerreros o jefes, una característica llamativa de estas cabezas es la marcada apariencia negroide, lo que ha llevado a diferentes conjeturas en las que se han lanzado diferentes hipótesis, después rechazadas.

Las nueve primeras cabezas que se encontraron estaban primero en San Lorenzo y se trasladaron a la venta, donde fueron enterradas, ya que se cree que podrían representar cabezas de enemigos, o de jefes y se enterraron cuando ellos murieron, también se cree que eran guerreros y no dioses por los cascos que llevaban.

Fueron construidas con basalto traído desde grandes distancias, pesan varias toneladas y miden entre tres y cuatro metros de altura.

Los olmecas realizaron más esculturas de este tipo, como El luchador olmeca, que muestra un personaje barbado, con brazos y piernas doblados, lo que le da un aspecto realista único en todo el arte prehispánico. Así también hay otras obras importantes como El enano de jadeíta o El Señor de las Limas. Esta última escultura lleva entre los brazos a un niño, que en realidad se cree que es una divinidad, con rasgos propios del hombre-jaguar, al que se ha llamado erróneamente baby-face (cara de niño), y probablemente representa el nacimiento del dios jaguar

...