El capítulo más importante de la iconografía cristiana es el dedicado a la vida de Jesús y María

ICONOGRAFÍA DE CRISTO Y DE LA VIRGEN

“Lo que no comprendemos no lo poseemos”^[1]

A manera de introducción, la lectura nos dice que la iconología cristiana más importante es la dedicada a la vida de Jesús y de María. En general la lectura nos da una breve descripción de los principales temas de la iconología representados en obras artísticas, ya sea en Europa o en la Nueva España. Los principales temas son: Los antepasados de María, la anunciación, la natividad, circuncisión, presentación y epifanía, el niño Jesús, el apostolado y la Magdalena, la pasión, los Arma Christi y la Cruz Atrial.

 “El capítulo más importante de la iconografía cristiana es el dedicado a la vida de Jesús y María.” ^[2] 

Al principio de la lectura nos dice que durante el siglo XVI no se conoce representación del árbol genealógico de María, lo habitual fue representar la imagen colectiva de la Sagrada Familia a tres generaciones: la abuela Santa Ana, la Virgen María y Jesús, lo que se llama en términos iconográficos la Santa Ana Triple. Tiene dos formulas: Santa Ana de pie llevando a la Virgen, y esta a su vez sosteniendo en sus brazos al Niño; o Santa Ana y la Virgen sentadas y el Niño en sus brazos, o Santa Ana sentada teniendo en sus rodillas a la Virgen y a Cristo. ^[3] Al finalizar este punto de la lectura nos da unos ejemplos de México en donde se muestran estas soluciones planteadas en este párrafo. También nos dice que a veces aparece San Joaquín y Santa Ana, en algún caso fue eliminada Santa Ana, algunas veces aparece también San José. Mención aparte merece el lienzo de retrato familiar más significativo se encuentra en la catedral de México, es conocido como Los cinco señores. ^[4]

En donde hace aparición por primera vez la vida de María fue la Anunciación, que recoge San Lucas 1, 26-38, que decía que ella había sido escogida para traer al mundo al Mesías. Nos pone de ejemplo las pinturas del claustro chico de Acolman y en México son representados los dos protagonistas de la Anunciación en las enjutas el arco de ingreso principal de un templo para expresar la relación entre María y la Iglesia, solo por citar algunas.

En la parte del nacimiento de Cristo, nos dice que esta tuvo escasa fortuna y que esta se encuentra en las pinturas murales del claustro de Tepeapulco y en el claustro chico de Acolman. En ambas San José aparece con una candela en la mano y ésta vino a ser un atributo de San José. En este punto mayormente nos da ejemplos de estas representaciones en el convento de Acolmán^[5]

En lo que refiere a la circuncisión (San Lucas 2,21), nos da como ejemplos la representada en un lienzo del retablo de Huejotzingo de Pereyns y en un retablo en Xochimilco, por citar algunos.

Punto importa para la Nueva España fue el grabado de Martín de Vos y Sadeler (1580) de la Presentación (San Lucas 2, 22-38).

Para finalizar este punto nos describe La Epifanía, donde narra la venida de los Magos para adorar a Cristo (Mateo 2, 1-12). La obra de Pereyns del retablo de Huejotzingo, inspirada en un grabado de Martín de Vos, presenta a María sentada en la entrada del establo con el niño sobre sus rodillas, mientras que José se halla detrás, los magos insinúan en el ofrecimiento de sus dones una genuflexión. Esta escena se repite con escasas variantes en otros retablos.

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