El escenario de Chile es que se consolida como uno de los países desarrollados con sistema que genera menos beneficios a sus retirados, depende crucialmente de las pensiones que paguen cada individuo

No hay igualdad sino acuerdos

Introducción:

El crecimiento sostenido que tanto pregonan los ilusos políticos pensadores se confronta con la problemática de la desigualdad económica social, dado que el proceso de asignación de recursos se enfrenta con la disyuntiva de la igualdad de oportunidad, solo existen alternativas para establecerse posibles acuerdos de convivencia entre los grupos de intereses adversos, sin embargo, no habrá un método con el que puede igualarse los beneficios de cada uno de los miembros de la sociedad, si bien la desigualdad ha persistido durante toda la historia del ser humano, es tarea nuestra a combatirla bajo buenas éticas y conductas.

Desarrollo:

Como lo menciona Vittorio Corbo en su opinión, si bien “hay que promover la igualdad de oportunidades y facilitar que los grupos más pobres de la población tengan acceso a una pensión mínima”, no implica ni basta que este grupo pueda acceder de manera digna a los trabajos debido a un proceso de selección natural, los que no están adaptados al sistema tarde o temprano serán discriminados o dicho de otro modo, existe una “mano invisible” (Adam Smith, La riqueza de las Naciones, 1776) que autorregula la asignación de los recursos de los mercados, a medida que la sociedad se va desarrollando la división de trabajo crece y la desigualdad subsiste. En consecuencia, la política pública está acostumbrada en generar “acuerdos” para diversos sectores como es establecerse una mínima en las pensiones que es insuficiente para los pobres y así acalla la voz de este grupo minoritario víctima de este avaricioso motor económico presente.

El escenario de Chile es que se consolida como uno de los países desarrollados con sistema que genera menos beneficios a sus retirados, depende crucialmente de las pensiones que paguen cada individuo, por ende, hay que buscar soluciones para que este sistema sea social y políticamente sostenible, el rol regulador del Estado puede ejercer a través del reajuste presupuesto fiscal para que el sistema de la pensión convierta en un bienestar social otorgado a sus miembros, como una de las medidas establecerse una pensión mínima garantizada en la felicidad del individuo.

Según los datos del Ministerio de Desarrollo Social, el nivel de ingreso de los chilenos mantiene como uno de los países más desigual del mundo, un Índice GINI de 0.495 para el periodo del año 2015, lo que afecta gravemente al bienestar de las familias de sectores más vulnerables como también a la democracia. Los servicios esenciales como educación y salud de calidad para los más pobres y las clases medias bajas constituyen a la base para garantizar el bienestar de las personas, como se evidencia en un discurso de Nelson Mandela por la protección de los Derechos Humanos y la desigualdad social: “Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada.” (Reglas Nelson Mandela, 2015), es la tarea de la sociedad, de las familias y también del Estado combatir contra la pobreza, garantizar las necesidades de vivencia básica de las personas como sociedad en conjunto, el desarrollo económico puede mejorar el sentido de bienestar de las personas, dado que el desarrollo implica prosperidad: alimentos suficientes; agua potable limpia; comunicación efectiva; tener vida sana; el pilar que sostiene todo lo anterior, es el sentido de la solidaridad para lograr la empatía como miembro de sociedad a levantarse a otros. Por otra parte, un alto nivel de crecimiento económico puede ser la herramienta para financiar este tipo de políticas públicas, pero suele dividirse al mundo en grupos desiguales.

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