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El estado de la economía mundial después de la crisis de 1873


Enviado por   •  14 de Julio de 2014  •  Ensayo  •  2.104 Palabras (9 Páginas)  •  376 Visitas

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Desde la crisis de 1873 la economía del mundo estaba marcada por “una perturbación y depresión del comercio sin precedentes”. Su peculiaridad es su universalidad; afecta a naciones que se han visto implicadas en la guerra, pero también a aquellas que se han mantenido en paz.

En el período transcurrido entre 1873 y mediados del decenio de 1890, la producción mundial lejos de asentarse, continuó aumentando de forma muy sustancial. Entre 1870 y 1890. El comercio internacional continuó aumentando de forma importante, aunque es verdad que a un ritmo menos vertiginoso que antes. Las economías industriales norteamericana y alemana avanzaron y la revolución industrial se extendió preparando una crisis de deuda internacional muy similar a la del decenio de 1980, era la prolongada “depresión de los precios, una depresión del interés y una depresión de los beneficios”.

La agricultura fue la víctima más espectacular de esa disminución de los beneficios y de una competencia exterior masiva. En algunas zonas, la situación empeoró al coincidir diversas plagas en ese momento. La reacción de los agricultores varió desde la agitación electoral a la rebelión, por no mencionar la muerte por hambre.

Las dos respuestas más habituales entre la población fueron la emigración masiva y la cooperación. Mientras tanto se multiplicaron en varios países las sociedades para la compra cooperativa de suministros, la comercialización en cooperativa y el procesamiento cooperativo.

El mundo de los negocios tenía sus propios problemas. Una gran expansión del mercado puede compensar esa situación pero los cierto es que el mercado no crecía con la suficiente rapidez, en parte por el aumento del número de competidores en la producción y de las economías industriales. En algunas partes del mundo, la situación se veía complicada aún más por la caída gradual, del precio de la plata y de su tipo de cambio con el oro. Mientras, ambos metales se mantuvieron estables, los pagos internacionales calculados en los metales preciosos que constituían la base de la economía monetaria mundial eran bastante sencillos. Pero cuando la tasa de cambio era inestable, las transacciones de negocios se complicaban enormemente.

Una de las soluciones consistía en el “bimetalismo”, era sustentada por muchos que atribuían el descenso de los precios fundamentalmente a la escasez de oro. Un sistema basado en el oro y la plata, mineral cada vez más abundante podría elevar los precios a través de la inflación monetaria. La banca, las grandes empresas y los gobiernos no tenían la menor intención de abandonar la paridad fija del oro. En cualquier caso, sólo países como México, China y la India, trabajaban fundamentalmente con la plata.

Los diferentes gobiernos mostraron una mejor disposición a proteger a los productores nacionales de la competencia de los bienes importados. La gran depresión puso fin a la era del liberalismo económico. Las tarifas proteccionistas, a finales del decenio de 1870, pasaron a ser un elemento permanente en el escenario económico internacional.

De todos los grandes países industriales, sólo el Reino Unido defendía la libertad de comercio sin restricciones. Las razones eran que el Reino Unido era el exportador más importante de productos industriales, además era el mayor exportador de capital, de servicios financieros y comerciales y de servicios de transporte.

El Reino Unido continuó mostrándose partidario del liberalismo económico y al actuar así otorgó a los países proteccionistas la libertad de controlar sus mercados internos y de impulsar sus exportaciones.

En el siglo XIX, el núcleo fundamental del capitalismo lo constituían las “economías nacionales”: el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, etc. Sean cuales fueren los orígenes de la “economías nacionales” que constituían esos bloques las economías nacionales existían por que existían las naciones-Estado.

Estas observaciones se refieren fundamentalmente al sector “desarrollado” del mundo, es decir, a los Estados capaces de defender de la competencia a sus economías en proceso de industrialización y no al resto del planeta, cuyas economías eran dependientes.

Pero el mundo desarrollado no era tan sólo un agregado de “economía nacionales”. La industrialización y la depresión hicieron de ellas un grupo de economías rivales, donde los beneficios de una parecían amenazar la posición de las otras.

Pero ¿Cuáles fueron las consecuencias de este proteccionismo? Podemos aceptar como cierto que un exceso de proteccionismo es perjudicial para el crecimiento económico mundial. Pero en 1880-1914, el proteccionismo no era general ni tampoco excesivamente riguroso, quedó limitado a los bienes de consumo y no afectó al movimiento de mano de obra y a las transacciones financieras internacionales. El proteccionismo agrícola funcionó en Francia, fracasó en Italia. El proteccionismo industrial impulsó a las industrias nacionales a abastecer los mercados domésticos.

Ante la depresión, la respuesta económica más significativa del capitalismo radicó en la combinación de la concentración económica norteamericana, los “trusts” y “la gestión científica”. Mediante la aplicación de estos dos tipos de medidas, se intentaba ampliar el beneficio.

Entre las diferentes soluciones para solventar los problemas del capitalismo, cabe destacar las siguientes:

1.- El control del mercado y la eliminación de la competencia sólo eran un aspecto de un proceso más general de concentración capitalista y no fueron ni universales ni irreversibles. La concentración avanzó a expensas de la competencia de mercado, las corporaciones a expensas de las empresas privadas, los grandes negocios y grandes empresas a expensas de las más pequeñas y que esa concentración implicó una tendencia hacia el oligopolio.

2.- La “gestión científica” fue fruto del período de la gran depresión. La presión sobre los beneficios en el período de la depresión sugirió que los métodos tradicionales de organizar las empresas y en especial la producción, no eran ya adecuados. Surgió la necesidad de una forma “científica” de controlar y programar las empresas grandes, sacando mayor rendimiento a los trabajadores. Ese objetivo se alcanzó mediante tres métodos fundamentales: a) aislando a cada trabajador del resto del grupo y transfiriendo el control del proceso productivo a los representantes de la dirección, b) descomponiendo cada proceso en elementos componentes cronometrados y c) sistemas distintos de pago de salario que supusieran para el trabajador un incentivo para producir más.

3.- Una tercera posibilidad para solucionar los problemas del capitalismo: el imperialismo. La búsqueda de nuevos mercados, contribuyó

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