El origen del Hombre - Charles Darwin
Enviado por Nancy Paola Gutierrez • 5 de Octubre de 2015 • Síntesis • 2.857 Palabras (12 Páginas) • 1.000 Visitas
EL ORIGEN
DEL HOMBRE
CHARLES DARWIN
En esta obra Charles Darwin desarrolla una teoría totalmente argumentada en donde explica la procedencia, evolución y causas de la diversificación del hombre. Notablemente coloca en incertidumbre ciencias religiosas con respecto a nuestra proveniencia. El libro El origen del hombre está conformado por siete capítulos en donde cada uno va respaldando la idea acerca de una descendencia preexistente con respecto a dios y la creación del hombre. A continuación presentaré una síntesis del libro.
Durante el primer capítulo Charles expone las bases de su argumentación total con respecto a “El hombre desciende de una forma inferior”, deja claro que no fuimos creados por un Dios sin un estado de evolución como la iglesia lo relata. Charles colige que nuestro origen se dio a partir de una selección natural conservando las variaciones ventajosas y eliminando los rudimentos del cuerpo y espíritu humano, designando nuestra procedencia a un mono. Logra determinar esto cuando encuentra semejanzas en la estructura de los mamíferos y observa una similitud (no total pero si mayor) a la de los monos.
En el segundo capítulo Charles nos explica acerca de “Las facultades mentales del hombre y de los animales inferiores” colocando en duda su afirmación con respecto a la descendencia de los animales inferiores por el simple motivo; El hombre tiene una facultad mental trascendentalmente mayor a la de los ya mencionados animales inferiores. ¿Cómo podría ser posible descender de animales con un mínimo de razonamiento? Estas diferencias suceden en las diversas jerarquías de los animales; siempre habrá un animal con mayor actividad mental que otro. Prueba que no hay ninguna diferencia específica entre el hombre y los animales más elevados en sus facultades mentales, ya que sus sentidos, intuiciones y sensaciones bases son las mismas. Durante las diversas situaciones semejantes que se presentan ambos muestran las mismas reacciones, sienten el placer, el dolor, la dicha y desventura… también hay una atracción hacia lo bello de una manera más personal. Existen desarrollos surgidos en el cerebro de mamíferos mas actuales que lo que sus prototipos terciarios presentaban, lo cual confirma nuevamente que si es posible descender de un animal menor.
El empleo del lenguaje surge diferente; en la del humano interviene la gesticulación y en los animales no, pero la mayor importancia del lenguaje es la fuerza aplicada a ideas definidas, sonidos determinados que son de gran dependencia al desarrollo de sus facultades mentales.
¿En qué instante nuestros antepasados comenzaron la creencia y supersticiones de agentes invisibles o espirituales de una manera universal? Todo parece marcar el inicio en el momento que el hombre buscaba una explicación acerca de los fenómenos de la vida, pudiendo tomar como punto de partida sus sueños por la falta de distinción con respecto a las impresiones subjetivas de las objetivas. Hablar de nuestro origen y la religión se convierte en un tema muy complejo, pero sí hay explicación con respecto a nuestra procedencia; la evolución.
El capitulo III retoma “Las facultades mentales del hombre y de los animales inferiores”. Hay una relevancia en el sentido moral o bien dicho conciencia, ya que esto parece ser propio solo del ser humano, pero expone situaciones en donde no solo los humanos tenemos características del sentido moral, con una manifestación por parte de los animales que siempre tienen presentes los instintos, servicios recíprocos y simpáticos, demuestra que los animales también tienen conciencia. Diversos animales viven en sociedad mostrando actitudes de estas afecciones mutuas y acciones que nosotros llegamos a llamar de sentido moral. Es imprescindible determinar si ciertos instintos sociables se han adquirido por selección natural, o si resultan indirectamente de otros instintos y facultades como la simpatía, la razón, la experiencia, y una tendencia de imitación, o si son simplemente efecto de un hábito continuado durante mucho tiempo. El hombre de hoy sin duda alguna, es una animal sociable y es probable que también lo fuesen los antecesores primitivos por la analogía presentada con la mayor parte de los cuadrumanos, en donde cabe la posibilidad de en algún momento haber poseído los sentimientos simpáticos por naturaleza como los de los animales inferiores, ascendiendo de tiempos muy remotos. Pero es casi imposible apreciar si son instintivos o si los hemos adquirido cada uno en particular en el transcurso de nuestra infancia. Siendo importante recalcar que los instintos sociables no se extienden jamás a todo los individuos de una especie.
En la humanidad los impulsos instintivos tienen diversos grados de fuerza, comúnmente iniciando con las diversas situaciones en donde se ve afectado lo propio y terminando con lo ajeno. Pero también existe el impulso instintivo en donde el hombre ayuda sin pensar al prójimo en situaciones que pueden llegar a ser extremas, en estas circunstancias se presenta una obediencia al mismo instinto animal que se menciona antes. Con esto se deja claro que tanto los humanos como los animales inferiores tenemos instintos semejantes, y aunque algunos instintos sean más poderoso que otros, no basta para afirmar que los instintos sociales sean ordinariamente más profundos o lo hayan llegado a ser por un habito continuo en el hombre y que los instintos, por ejemplo, la conservación, el deseo, de la venganza, etc.… es solo, ciertamente una diferencia de grado y no de especie.
Existen situaciones en donde el hombre se arrepiente de sus actos (cosa que los animales no pueden demostrar) pero esta diferencia se da a que los humanos no podemos descartar la reflexión de nuestras acciones, por causa de la actividad de nuestras facultades mentales; las impresiones e imágenes pasadas surgen de nuevo distintamente, sin cesar, en su imaginación.
En el cuarto capítulo “modo como el hombre se ha desarrollado de alguna forma inferior” Charles habla acerca de las variaciones físicas y mentales del hombre y de los animales, mencionando que en una misma raza no hay posibilidad de encontrar a dos individuos completamente parecidos, mostrando que hay infinidades de diversidad en las proporciones y dimensiones del cuerpo humano y animal, y con palabras de un dentista que le da la siguiente declaración “hay casi tanta diversidad de dientes como fisonomías” se logra idealizar cuán grande es la variedad de estos. Existen factores externos como el cambio en las condiciones, que provoca una extensión casi infinita de fluctuaciones variables, que hacen el conjunto de la organización plástica en algún grado. Hay pruebas de que existen influencias de alguna clase que obran directamente sobre la estructura, y que “el estado en que se efectúa en su mayor parte el crecimiento físico y el en que se ha nacido, indicando la ascendencia, ejercen una influencia sobre el mismo”.
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