El papiro de Hunefer. Comentario
Enviado por Analía Lenxitong • 31 de Octubre de 2017 • Documentos de Investigación • 533 Palabras (3 Páginas) • 815 Visitas
El papiro de Hunefer, es una de las obras Del Libro de Los Muertos, que fue escrito durante la dinastía xix de Egipto aproximadamente en 1310 y 1275 a.C y que ahora se conserva en el British Museum de Londres. Originalmente medía 5,50m de largo y 39 cm de ancho, pero ahora se encuentra dividido en 8 piezas por necesidades de conservación.
Esta obra está pintada sobre un papiro, elaborado a partir de una planta acuática, muy común en el río Nilo, Egipto. Es una obra anónima.
Se utilizan colores planos y sin sombras. Presenta un fondo liso; monocromo, sin representación espacial.
Elude a la perspectiva, y las figuras están representadas de perfil (las piernas y rostro) mientras que el torso y el ojo se ve de frente.
Se representa su comparecencia, una vez fallecido, ante el tribunal de Osiris, en el que podemos observar al dios Anubis con cabeza de chacal, pesando en la balanza el corazón de Hunefer, nombre con el que se conoce este papiro. En el otro platillo de la balanza de Maat, diosa que simboliza la verdad, la justicia y la simbología cósmica, coloca una pluma de avestruz, conocida como: “pluma de la verdad”. Otro dios del panteón egipcio, Thot, identificado con la sabiduría, los conjuros mágicos, etc. con cabeza de Ibis (ave con cuello largo y pico curvado hacia abajo), toma nota del resultado de la operación, de la que dependerá, que el difunto tenga o no vida futura, para lo cual, el corazón deberá pesar igual que la pluma. Si no ocurriera así, el fallecido sería devorado inmediatamente por un ser monstruoso que aparece expectante: Ammyt, al que se denomina “la devoradora”. Esta extraña criatura presentaba cabeza de cocodrilo, seguida de cuerpo de león y rematada con la parte trasera de hipopótamo. De esta horrible manera terminaría su paso por la otra vida y perdería su condición de eternidad.
Una vez que el difunto ha superado el pesaje, el dios halcón Horus le conduce hasta su padre Osiris, juez supremo de los muertos y señor del Más Allá. El ojo de Horus está representado de forma esquemática entre estos dos dioses, como símbolo de vigilancia “El ojo que todo lo ve”. Por su parte, Osiris está sentado en un trono elevado, viste un sudario blanco, lleva la corona real y su piel es de un intenso color verde, el color de la regeneración y la renovación. Osiris sostiene en una mano un bastón curvado, símbolo del Bajo Egipto, y en la otra mano un flagelo, símbolo del Alto Egipto; con ello demuestra su dominio sobre todo el mundo y su papel predominante en el panteón egipcio. Detrás aparecen dos mujeres a las que el texto llama “las divinas Ururty”. Son las hermanas de Osiris: su esposa Isis, la “gran maga”, y su hermana Neftis, diosa de la oscuridad y madre de Anubis. En la parte superior, de toda la obra, Hunefer reverencia en la Sala de las Dos Verdades a otros catorce jueces divinos del Tribunal de los Muertos, para que intercedan por él ante Osiris y se le conceda un veredicto favorable. Por lo que parece, Hunefer salió victorioso de la prueba y accedió finalmente a la vida eterna.
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