El proceso de Independencia de México
Enviado por YHVH777 • 7 de Octubre de 2015 • Ensayo • 4.020 Palabras (17 Páginas) • 343 Visitas
El proceso de independencia
Introducción
Espacio, tiempo y realidad, una triada que desde la perspectiva del autor del presente texto es el enfoque de la ciencia de la Historia. Pues bien como justificación a la atrevida premisa de los factores que son a mí parecer el enfoque del cual se encarga la Historia, mi argumento es el siguiente: La Historia se encarga del estudio de la realidad presente, de un espacio definido, durante el devenir del tiempo. Así pues la realidad toma forma de acuerdo al espacio en el que se establece y este espacio muta a través del tiempo. Hay así una dependencia o más bien una relación armoniosa entre los tres factores dentro de los cuales se determinan las causas y efectos. No obstante la categorización de esta perspectiva centra su enfoque en el desarrollo de a quién pertenece dicha consideración: La humanidad.
Tomando en cuenta estos supuestos, aplicados al oficio de la Historia, la comprensión de la realidad a la cual nosotros pertenecemos, seria resultado del transcurso del tiempo y las transformaciones en el espacio que constituye esa realidad. Es entonces, que mi argumento de la triada espacio-tiempo-realidad constituye la interpretación que busco generar sobre el origen de la realidad presente. Pues nuestro enfoque como historiadores si bien es el tiempo, es un tiempo ligado a un espacio, y un espacio en el cual se desarrolla nuestra realidad presente.
El hoy, nuestra realidad, nuestra actualidad, pertenece no a una serie de sucesos aislados sino a una línea continua de hechos que siguen desde el inicio de la humanidad. Ese tiempo en el cual se indaga y se buscan los fragmentos de la verdad, es dinámico, así como los actores que del participan. Entonces se puede afirmar sin duda alguna, que la comprensión de la realidad de nuestro presente no puede llevarse a cabo sin una hojeada a los anaqueles del tiempo, en esa espiral de sucesos y acontecimientos que llevan eventualmente a una realidad generada de dichos procesos.
En este contexto, el espacio del cual nos incumbe el inicio de la comprensión de nuestra realidad es un tapiz complejo de diversidad y contrastes. México es el nombre de ese espacio, así como también el nombre de esa realidad a la cual pertenecemos, realidad plagada de matices, engendrada por el doloroso parto de las trasformaciones sociales e ideológicas que se fueron gestando a través del tiempo los principios en los cuales se sustenta la realidad de ese espacio.Así pues si queremos comprender esa realidad, debemos volcar hacia su espacio a través del tiempo. México como concepto actual es un paradigma de realidad nuevo, joven, que en el transcurso de los siglos tomo varias aristas de definición.
Antes de la llegada de los europeos, ese espacio que nos cita hoy era poblado por una gran diversidad de pueblos, con costumbres e ideologías propias de la región a la cual pertenecieron, producto de su espacio y su tiempo. Ese espacio, vasto en comparación al de las civilizaciones occidentales del Viejo Continente, presenta una geografía accidentada, el cual también caracterizo el carácter aislado de ciertas poblaciones. En el devenir temporal de este espacio, si bien surgieron grandes civilizaciones, siendo de gran importancia unificadora la mexica. Ninguna logro de manera satisfactoria unificar bajo una delimitación territorial y una autoridad tal como la unificación europea en la figura de la Nueva España.
Son los españoles que por medio de la conquista bélica y espiritual logran unificar y someter en cierta medida ese espacio que dio origen a lo que hoy conocemos como México y a esa realidad de la cual fueron participes en su construcción, tanto los pueblos originales como los conquistadores, así como los hijos producto de su unión. El presente ensayo buscara abordar como ese paradigma de realidad llamado México surge después de casi 300 años de dominio colonial. El cómo ese espacio conocido como la Nueva España trasmuta a lo que hoy se conoce como México, de manera formal y ante el mundo. Tomando como delimitación temporal los años entre 1808 y 1815, así como breves puntualizaciones con respecto a los antecedentes de la insurrección.
Los albores de la insurrección (1808-1810)
El periodo que transcurre en estos dos años es resultado de una serie de acontecimientos que ocurren desde el siglo anterior, que me es pertinente conceptualizar de manera breve. En primer lugar podemos encontrar una influencia del pensamiento ilustrado europeo, ideas que influirán tanto en la Revolución Norteamericana así como en la devastadora Revolución Francesa. Dichas ideas influirán de manera significativa en las elites intelectuales españolas así como en las elites intelectuales de las colonias[1]. Así mismo se desarrolla un ámbito intelectual ilustrado en la Nueva España, el cual comienza a generar una conciencia con respecto su espacio y realidad, dando por resultado un sentimiento de nacionalidad y el anhelo por la autonomía política como manifestación de esa nacionalidad.
En segundo lugar tenemos una gran desigualdad de condiciones sociales con respecto a las castas que conformaban la sociedad novohispana. Encontramos pues que el 60% de la población era indígena, que eran la principal fuente de tributo y mano de obra. Tenemos también una población mestiza, que a pesar de ser la segunda en cuanto a mayoría de número con un 22% sufría una marginación generalizada con respecto a sus derechos, relegada a campos de trabajo duro o hacia una vida lumpen.
Con números reducidos encontramos a la población peninsular y española con un 17.5%, siendo la población dominante, con especial autoridad los peninsulares, siendo solo un grupo de criollos muy limitados a cargos públicos, generando una inconformidad en el resto de los criollos. Y en un número muy reducido del 0.5 de la población perteneciente a los esclavos negros, dedicados a trabajos rudos en las haciendas azucareras[2].
Se puede también puntualizar que la emancipación de la Nueva España, así como el de las demás colonias españolas en América, es producto de un largo proceso de enajenación, en el cual los habitantes de las colonias desarrollaran la conciencia de su identidad cultural[3]. Como se mencionó anteriormente, la marcada tensión racial en la sociedad novohispana, si bien es un factor común en las demás colonias[4], el resentimiento generado por esas distinciones definidas (no hay que olvidar el sistema de castas) será un factor clave en los ápices de insurrección en la Nueva España.
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