El surrealismo y Dalí

EL SUBRREALISMO : DALI

El nuevo siglo está lleno de antagonismos, y la unidad de su visión está tan profundamente amenazada, que la combinación de los más remotos extremos, la unificación de las mayores contradicciones, se convierte en el tema principal ( muchas veces único) de su arte.

El surrealismo se fundó en el establecimiento de la teoría  del psicoanálisis de Sigmund Freud, y el consiguiente estudio científico del subconsciente, destinado a solucionar la angustia que dio lugar a la escuela negativa del dadaísmo. El surrealismo completa el método del dadaísmo con el “ modo automático de escribir”, expresando su creencia en una nueva ciencia, una nueva verdad y un nuevo arte que surgirá del caos, de lo inconsciente y de lo irracional , de los sueños y las regiones no vigiladas del alma.

Los surrealistas esperan la salvación del arte, del cual reniegan, y al que aceptan únicamente como vehículo del conocimiento irracional. Adoptan el método freudiano de la libre asociación, el desarrollo automático de las ideas y su reproducción sin censura racional.

Plasman la realidad onírica fundida con la realidad ordinaria, reflejando este dualismo  mediante pinturas de estilo naturalista y que representan minuciosamente los detalles, pero cuyo conjunto da lugar a lo absurdo e irreal, a lo onírico. Hay una cierta obsesión por la relación de todos los objetos, la totalidad frente a un mundo atomizado, que lleva a la deshumanización del arte.

Son muy propias de esta época las obras en colaboración, ya que los artistas surrealistas tienen una relación de amistad entre ellos, lo que les lleva a hacer obras conjuntas (“cadáver exquisito”)

Pintores destacados: Max Ernst, Paul Nash, René Magritte, Joan Miró…

DALI

“Toda mi ambición en el dominio del arte es materializar las imágenes de la concreta irracionalidad con la furia más imperialista de precisión, de modo que el mundo de la imaginación y de la concreta irracionalidad pueda ser tan objetivamente evidente, de la misma consistencia, de la misma duración, de la misma persuasiva, cognoscitiva y comunicable densidad, que el mundo exterior de la realidad fenoménica.”

-Breve biografía:

Nace el 11 de mayo de 1904 en Figueras (Girona). Tras sus estudios en Madrid, donde conoce al resto de surrealistas, pasa su vida entre España, París y Nueva York , dando conferencias y exponiendo sus pinturas y objetos por todo el mundo .Un hecho que marca su vida y su obra es conocer a Gala, que se convertirá en su esposa y en su musa y fuente de inspiración. Su obra es muy prolífica, y en ella mezcla la omnipotencia y la megalomanía, influencias del surrealismo, por un gusto por lo clásico, que se observa en el detalle y el naturalismo existente en su pintura.

Etapas

-De Figueras a la Residencia de estudiantes (Madrid)

Antes de llegar a Madrid en 1922, Dalí ya había realizado más de ochenta obras, con influencias variadas, desde el impresionismo hasta Cézanne y Picasso. Abundan los autorretratos y retratos de familiares junto con paisajes de Figueras y Cadaqués. Tras realizar sus estudios en el colegio marista de Figueras con notas mediocres, ingresa en la Escuela especial de pintura, escultura y grabado de Madrid y en la academia de estudiantes, donde conocerá a otros artistas de la época también residentes allí, como García Lorca o Buñuel. Su producción pictórica en esta época es cambiante debido a la amplia variedad de influencias que obtiene de los círculos culturales de Madrid y Barcelona. Así podemos ver el uso del estilo puntillista y la influencia de autores como Cézanne o Sunyer en obras como “Bañistas de Es LLaner” (1923) o “la Venus que sonríe”, a la vez que realiza obras de estilo cubista inspiradas en Picasso, al que conoce en su primer viaje a París en 1926, como el “autorretrato cubista”, junto con bodegones de estilo cubista, purista y metafísico.  

Su obra empieza a ser reconocida, realizando su primera muestra individual en las galerías Dalmau en Barcelona en 1924, donde sus obras reflejan un clasicismo renovado ya utilizado por Picasso, que aboga por una concreción y precisión del trazo capaz de conferir a los objetos un aspecto irreal.

-Cubismo

Su viaje a Paris en 1926 le abrió  nuevas perspectivas, ya que entre otras cosas conoció a Picasso, quien practicaba en esa época un cubismo más cromático, instintivo y gestual, que inspira a Dalí en obras como “Naturaleza muerta al claro de la luna malva”. En su segunda muestra individual las obras se dividen en dos secciones, según fueran de tendencia “cubista” u “objetivista”, por lo que conviven obra como “Naturaleza muerta al claro de la luna” o  “academia cubista” (1926), con “muchacha de Figueras” , “Figura en una ventana” o “Cesta de pan”

Tras esto inicia a lo largo de 1927 una transición hacia nuevos rumbos que a finales de 1928 se decantará de manera inequívoca hacia el surrealismo. Dalí comienza a realizar obras con figuras inquietantes y extravagantes y, lo más importante, una nueva concepción del espacio que radica en la ambigüedad, donde se plantea diversos niveles de realidad que se funden en una sola obra, explorando el subconsciente más profundo, los sueños o los delirios paranoicos. Ejemplo de este periodo es “Cenicitas” (1927-1928). Un guía de excepción en este recorrido fue Joan Miró, quien visitó a Dalí en Figueras en 1927. En mayo de 1928 Dalí se adhiere públicamente al surrealismo, ya que este estilo le permite evolucionar hacia nuevas formulaciones y realidades sin dejar de  lado por ello lo concreto y objetico, visto por Dalí como una de las coordenadas de la cultura mediterránea que le nutría a él y a Miró.  

COMENTARIO “Autorretrato cubista”

Fecha: 1923

Técnica: Óleo y collage sobre cartón pegado a madera

        Dimensiones: 104 x 75 cm

Categoría: Pintura

        Año de ingreso: 1990

En 1924 Salvador Dalí tenía veinte años y estaba estudiando en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Fue precisamente en este período formativo cuando experimentó con diferentes estilos artísticos ya existentes, entre los que se encontraba el cubismo. Como su propio título indica, Autorretrato cubista nos muestra a un joven Dalí que se identifica a sí mismo a través de unos rasgos básicos pero inconfundibles; las cejas negras, los ojos almendrados, el rostro alargado y el cabello liso retirado hacia atrás serán elementos recurrentes de otros retratos que realice durante el resto de su vida, a los que con el tiempo se añadirá también su famoso bigote. Esta obra constituye por un lado una búsqueda de afirmación artística del joven pintor, quien todavía está indagando su propio estilo, al tiempo que representa un alegato personal. Sin embargo, a pesar de declararse como abiertamente cubista, este autorretrato no guarda una relación programática con el movimiento ideado por Picasso y Braque. Dalí conoció el cubismo a través de revistas, artículos de prensa y un catálogo proporcionado por otro artista amigo de la familia, por lo que su contacto con los presupuestos cubistas fue totalmente indirecto. Si bien la obra guarda cierta relación con el Retrato de Ambroise Vollard pintado por Picasso en 1910, no podemos olvidar que cuando Dalí experimenta con el cubismo este ya estaba prácticamente superado como movimiento artístico. En cambio, se puede rastrear un eco de la influencia del futurismo en el ritmo de descomposición vertical de los planos. Autorretrato cubista fue publicado, junto con Retrato de Luis Buñuel, en la Revista de Occidente, una publicación que estaba dedicada a la difusión de la vanguardia artística y literaria del momento. Fueron precisamente estas primeras obras cubistas de Dalí las que despertaron el interés del resto de sus compañeros de la Residencia y las que le granjearon el acceso a su círculo.

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