Ensayo Postmodernidad

Josefina Nazer

Profesor: Daniel Ovalle

Sección: 1

Ensayo Postmodernidad

En este ensayo, se estudiará cómo es que en la Postmodernidad todo se vuelve inmediato, nada dura y todo cambia constantemente. Para comenzar haremos una breve introducción acerca de la Postmodernidad en general, para luego poder analizar el tema a estudiar.

Veníamos de una Modernidad en donde el hombre se proyectaba hacia el futuro. Le ansiaba lo que estaba por venir y le interesaba progresar. La razón, era el principal motor de sus vidas, todos seguían la misma verdad. La Postmodernidad, en cambio, es una época en donde la mirada progresista desaparece, ya no existe una mirada hacia el futuro, y menos hacia el pasado, lo único que se valora es el presente. La valoración del presente, como lo único en que podemos basar nuestra vida, hace que todo se acelere aun más, ya que el presente es inmediato. En la Postmodernidad cada persona es libre, y se centra en sí mismo, en buscar sus propios placeres y disfrutar del “ahora”. “La modernidad "sólida" planteaba que la duración eterna era el motor y el principio de toda acción; en la modernidad "líquida", la duración eterna no cumple ninguna función. El "corto plazo" ha reemplazado al "largo plazo" y ha convertido la instantaneidad en ideal último. La modernidad fluida promueve al tiempo al rango de envase de capacidad infinita, pero a la vez disuelve, denigra y devalúa su duración.” (Bauman, “Modernidad Líquida”, pág. 134). Bauman ocupa el término “modernidad sólida” para referirse a la modernidad y el término “modernidad líquida” para la postmodernidad. Con la cita anterior se muestra mejor que en la postmodernidad el foco es el presente, ya no existe la proyección al futuro, el futuro no nos interesa ya que es muy lejano, solamente hay que vivir el día de hoy. Dicho lo anterior, los objetivos de este ensayo son que el lector entienda los efectos de la aceleración social con que vivimos diariamente y que se cuestione cuál es la vida que desea y qué es lo que debe cambiar para conseguirla.

El hombre Postmoderno esta en constante búsqueda de placer, al conseguir placer, pues querrá otro más lo antes posible. Esto lo pone en el panorama de estar constantemente buscando placer. El placer es algo que se disfruta en el presente, es algo que se desea y se satisface en el presente, es por esto que el único tiempo importante para el hombre postmoderno es el que se está viviendo. Vivimos cada momento con euforia, cada momento como si fuera el último día de nuestras vidas, obtenemos lo que deseamos y luego deseamos otra cosa. Lo anterior nos lleva a vivir sin pausa, no descansamos ni nos detenemos en ningún minuto. “Esto tiene una estrecha relación con la aceleración social, ya que, al vivir solamente en el presente, el tiempo se acelera. El presente es todo lo que tenemos, y dura lo que dura una situación o una emoción o un sentimiento. Los atletas parecen correr y nadar cada vez más rápido, los computadores procesan cada vez a una mayor velocidad, el transporte y la comunicación necesitan sólo una fracción de tiempo en relación a la que necesitaban en el siglo pasado, las personas parecen dormir cada vez menos (…), e incluso nuestros vecinos parecen instalarse y mudarse de sus apartamentos con mayor frecuencia.” (Harmut, “Rosa”, pág. 14). Es decir, el hecho de tener solamente el presente como temporalidad de referencia, nos hace vivir de manera inmediata, sin el pasado como ejemplificador ni el futuro como proyección, nos aceleramos cada más. El futuro como horizonte de expectativas, nos pone en la situación de poder proyectarse a 20 años y que el tiempo que pase hasta ese momento sea mucho más lento. O, remontándonos a la Edad Media, que se creía que el tiempo era circular, pues, al estar atados al pasado, el tiempo era lento, casi no cambiaba, ya que se volverían a repetir las mismas cosas.

En la Postmodernidad, el tiempo pasa cada vez más rápido, no alcanzamos a disfrutar de un placer cuando ya estamos pensando en el siguiente. Todo cambia constantemente, por lo que siempre tenemos que estar adaptándonos a lo nuevo. Una de las razones a la que se debe lo anterior es al exceso de información que existe. Tenemos tanta información acerca de todo, que la tecnología avanza muy rápido, las empresas cumplen sus objetivos muy rápido, las personas aprenden muy rápido, etc. Esto quiere decir que no podemos proyectarnos, ya que en el futuro ya nada será igual, y probablemente nosotros tampoco. Entonces, al momento de conseguir algo que deseábamos, inmediatamente querremos otra cosa, ya que lo que conseguimos ya va haber perdido validez, porque probablemente ya exista algo mejor. Un ejemplo claro es la producción de celulares IPhone, que, al sacar un nuevo modelo, todos lo quieren y creen que es lo mejor que hay, pero la verdad es que ya se esta produciendo uno aun mejor y quizás planeando uno mejor todavía que el siguiente. Es por esto, que nada nos dura y nuestros placeres son inmediatos.

Nos encontramos en tiempo de superficie, es to quiere decir, que no nos detenemos en lo específico, no entramos en profundidad, ya que, no alcanzamos. Hemos perdido la magia de la reflexión, de respirar, de pausar, pensar y valorar las cosas y momentos importantes. Un ejemplo claro en donde podemos ver este tiempo de superficie es cuando se nos olvida lo que desayunamos, se nos olvida con quién estábamos en un momento preciso cuando ocurrió algo, se nos olvida quién fue esa persona que nos contó algo que nos llamó la atención, levantamos la mano en clases para preguntar algo al profesor y en dos segundos olvidamos lo que queríamos decir y un sin fin de ejemplos más. “Los posmodernos, sometidos a una avalancha de informaciones y estímulos difíciles de estructurar, hacen de la necesidad virtud y optan por un vagabundeo incierto de unas ideas a otras. Como el oyente nocturno que va dando vueltas al dial de la radio probando, una tras otra, todas las emisoras; o como el televidente que hace constantemente zapping, el posmoderno no solo aferra a nada, no tiene certezas absolutas, nada lo comprende y sus opiniones son susceptibles de modificaciones mil.” (“La era del desencanto”, Albino Gomez). Nos hemos olvidado de los detalles, nos hemos olvidado “del otro”. En la Postmodernidad todo lo que importa es uno mismo, no nos podemos quedar atrás, es una constante carrera, con el resto y con nosotros mismos... Vivimos adaptándonos, cambiando en todo sentido, ya que, si no lo hacemos, perdemos. Podemos haber creado un proyecto inmenso y de un día para otro existirá algo que lo dejará obsoleto, entonces tenemos que empezar de cero y adaptarnos a ese cambio. No podemos aferrarnos al pasado, ni siquiera a lo que nosotros mismos hemos construído con mucho esfuerzo, debemos saber, que hoy en día, las cosas evolucionan muy rápido, la tecnología avanza sin parar, el planeta cambia constantemente, y por lo tanto debemos avanzar con ello. No podemos bajarnos del planeta, y este esta girando cada vez más rápido, hay que estar atentos a todas las posibilidades que se presenten, tenemos que saber dejar ir lo que ya no nos sirve y sacar provecho de lo que se vaya presentando. “El privilegio de los poderosos de hoy, y lo que los hace poderosos, es la capacidad (…) de acortar el lapso de la durabilidad, de olvidar el "largo plazo", de centrarse en la manipulación de lo transitorio y no de lo durable, de deshacerse de las cosas con ligereza para dejar espacio a otras cosas igualmente transitorias y destinadas a consumirse. Quedarse con las cosas largo tiempo, más allá de su "fecha de vencimiento" y más allá del momento en que se ofrecen reemplazos "nuevos y mejores", "superiores", es en realidad un síntoma de carencia.” (Bauman, “Modernidad Líquida”, pág 134).  En la cita anterior, Bauman, nos explica qué es lo valioso hoy en día. Si bien, antiguamente, la persona poderosa era quien tenía grandes propiedades, empresas, dinero, quién tenia planes a futuros para ganar millones, etc. Hoy, la persona poderosa, es quién sabe posicionarse en el tiempo de acuerdo a las oportunidades que se les van presentando, esta persona esta dispuesta a abondonar todo lo construído en el pasado con tal de saber explotar algo nuevo que antes no existía. Hay que saber posicionarse en las posibilidades que el tiempo nos va ofreciendo antes que clavarse en un trabajo en específico. Lo más probable es que lo que me hace exitoso hoy, ya no lo haga en un futuro, hay que estar dispuestos a soltar, y recibir cosas nuevas constantemente. La vida ahora es como un tren que va avanzando sin parar, la persona que no se suba a este tren, pues perdera todas las posibilidades que aparezcan en el camino. A medida que se va avanzando en la vida hay que ir evaluando qué debe permanecer y qué debo dejar ir, ya que nada dura para siempre, todo cambia constantemente y no nos podemos quedar atrás.

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