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Ensayo ¿Quién Teme A Marshall McLuhan?


Enviado por   •  20 de Marzo de 2012  •  4.691 Palabras (19 Páginas)  •  716 Visitas

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¿Quién teme a Marshall McLuhan?

Jorge Lozano

Catedrático

Universidad Complutense de Madrid

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"Definir es matar. Sugerir es crear".

S. Mallarmé

Hace ahora 20 años, el 31 de diciembre de 1980, murió en Toronto el canadiense Herbert Marshall McLuhan, que había nacido en Edmonton (Alberta) el 21 de julio de 1911. A 20 años de distancia aquel "Doctor Spock de la cultura pop", entrevistado por P1ayboy, que hacía de McLuhan en Annie Hall, de Woody Allen, denostado por la Academia, ridiculizado por la teoría crítica, reaparece últimamente en plena globalización o glocalización —él que habló de aldea global— donde la cuestión de la transmisión de información lejos de ser banal se convierte en problema central.

En cierta ocasión, el dandi del llamado nuevo periodismo americano Tom Wolf le preguntó por qué era tan difícil seguir sus razonamientos, a lo que McLuhan contestó sin pestañear: "Sencillo. Soy un hemisferio derecho que habla a hemisferios izquierdos". Tamaña respuesta lo confirmaba como enigmático profeta, de pensamiento galáctico diría Edgard Morin, que gustaba de recurrir a la imagen de la sonda ("los productos de mi mente son sondas que iluminan zonas oscuras") y que prefirió ser un explorador (explorer) a alguien que da explicaciones (explaner). "El explorador es un ser absolutamente ilógico. Jamás sabe en qué momento va a hacer un descubrimiento extraordinario. Y la lógica es un termino que carece de sentido cuando se aplica al explorador". No explico nada. Exploro". Mas alguna de sus justamente exploraciones, de sus profecías consideradas en un tiempo disparates, le han dado en parte razón. De ahí que la pregunta "¿Quién teme a Marshall McLuhan?" sea pertinente y que merezca la pena recordar a este visionario personaje —cowboy canadiense, lo llamaba Baudrillard— que gustaba de decir, ¿otra profecía?, que el futuro era cosa del pasado. ¿Quién podría hoy por ejemplo rechazar drásticamente la siguiente afirmación de McLuhan:

"La velocidad eléctrica tiende a abolir el tiempo y el espacio de la conciencia humana. No existe demora entre el efecto de un acontecimiento y el, siguiente. Las extensiones eléctricas de nuestro sistema nervioso crean un campo unificado de estructuras orgánicamente interrelacionadas que nosotros llamarnos la actual Era de la Información".

O aquella según la cual:

"En la era eléctrica nos vemos a nosotros mismos cada vez más traducidos en términos de información, dirigiéndonos hacia la extensión tecnológica de nuestra conciencia"

Comenzó McLuhan estudios en ingeniería que luego abandonaría para licenciarse en literatura inglesa en la Universidad de Manitoba. Con una beca se desplazó a la Universidad inglesa de Cambridge, donde fue discípulo de Leavis y de Richards, para tealizar una tesis sobre Thomas Nashe (1567?1601), miembro del famoso grupo de dramaturgos, escritores y poetas ingleses conocidos por los "University Wits", en el que destacó el autor de El judío de Malta Christopher Marlowe. De este grupo cabe recordar, entre otras cosas, un ilimitado entusiasmo por los aforismos y juegos de palabras que deberían influir tanto en el autor del dictum "el medio es el mensaje" o "el medio es el masaje". La lectura de Nashe le hizo interesarse por la retórica, por figuras como la hipérbole y la paradoja; y lo citará en un confuso y abstruso aforismo de La galaxia Gutenberg: "La polifonía de la prosa de Nashe peca contra el decoro lineal y literario".

En Cambridge se ocupó en estudiar a Yeats, T. S. Eliot, Ezra Pound (con quien mantuvo relaciones, lo visitó en el manicomio de St. Elisabeth, donde fue confinado por su apoyo radiofónico al régimen fascista en Italia, y mantuvo con él correspondencia) y especialmente James Joyce, hasta el punto que siempre sostuvo que sus posteriores investigaciones sobre los medios y sobre el nuevo ambiente "eléctrico" siempre lo eran "applied Joyce", aplicando Joyce.

"(...) Cambrigde fue un shock. Richards, Lewis, Eliot y Pound y Joyce en pocas semanas abrieron las puertas de la percepción sobre el proceso poético y sobre el papel de adaptación del lector al mundo contemporáneo. Mi estudio sobre los media tuvo inicio y siempre ha permanecido radicado en la obra de estos autores".

No incluye en esta cita, sin embargo, a quien fue junto a Joyce su autor preferido, Chesterton, de quien admiró su adhesión a la paradoja y al paralogismo. Chesterton fue a quien dedicó su primer artículo académico (sic) en 1936 'G. K. Chesterton: A practical Mystic' y de quien se ocupó en la introducción que redactó para el libro de H. Kenner, Paradox in Chesterton, de 1948. Fue la profunda admiración al autor de las obras sobre el padre Brown la responsable de su conversión al catolicismo, religión que profesó y que nunca abandonaría.

De todos ellos, y fundamentalmente de James Joyce, le fascinaba su capacidad de crear mundos llenos de visiones y sonidos discontinuos que exigían del lector una participación activa. De esa consideración surgió su constante recurso a los aforismos que, como él decía, son siempre incompletos y requieren por ello de una profunda participación. No es extraño que un músico como John Cage dijera de McLuhan —que era amigo de Glenn Gould y de Duke Ellington—:

"En sus escritos me gusta el modo en que salta de un parágrafo al sucesivo sin un nexo lógico (...) deja un espacio, un intervalo que permite al lector, estimulado, razonar por su propia cuenta".

De los artistas destaca McLuhan su capacidad para prever el futuro ("El artista capta el mensaje del desafío cultura] y tecnológico varios decenios antes que un choque transformador se haga sentir"). El artista, sostenía, está dotado de una personalidad tan excepcional que puede "corregir las relaciones entre los sentidos antes de que los choques de una nueva tecnología hayan aturdido los procedimientos conscientes".

A final de los años treinta McLuhan fue docente en la Universidad de San Luis (Missouri), donde se encontraba estudiando Walter Ong, autor de Oralidad y escritura (1982), sobre quien ejerció una reconocida influencia. Fue en efecto McLuhan quien descubrió a Ong la obra de P. Ramus, Pierre de la Rarnée (15151557). Ong le dedicó un libro sobre Ramus y publicó un libro importante Ramus, Method and Decay of Dialogue sobre el papel de la visualización en la lógica y en la filosofía del Alto Medioevo y sobre el cierre disciplinario de la reforma pedagógica de Ramus, que a su vez fue utilizado por McLuhan en La galaxia Gutenberg,

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