Ensayo Sobre El Feudalismo Y La Época Medieval
Enviado por AmGrajeda • 16 de Octubre de 2011 • 10.524 Palabras (43 Páginas) • 2.873 Visitas
Por Amanda Grajeda Ch.
Guatemala
EL FEUDALISMO Y LA ÉPOCA MEDIEVAL
INTRODUCCIÓN
Con la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 de nuestra era, se inicia otra etapa más de la Historia, conocida como la Edad Media, que durante diez siglos marcó una nueva forma de organización en la sociedad y en la economía europea, llamada Feudalismo.
A solicitud de la cátedra se presenta un panorama de la caracterización socioeconómica y política; el latín y las lenguas romances, principales expresiones literarias, la influencia religiosa y la literatura árabe. Al final conclusiones.
EL FEUDALISMO Y LA ÉPOCA MEDIEVAL
¿Qué es un Feudo?
Feudo. (Del b. lat. feudum).
1. Contrato por el cual los soberanos y los grandes señores concedían en la Edad Media tierras o rentas en usufructo, obligándose quien las recibía a guardar fidelidad de vasallo al donante, prestarle el servicio militar y acudir a las asambleas políticas y judiciales que el señor convocaba
2. Reconocimiento o tributo con cuya condición se concedía el feudo.
3. Dignidad o heredamiento que se concedía en feudo.
4. Respeto o vasallaje.
5. Propiedad o bien exclusivo.
Inicios del Feudalismo
El Colonato, el Patronato o Patrocinio, el Comitatus Germánico y el Beneficio
Fue el Feudalismo un sistema político, económico y social, propio de la Edad Media europea, heredero del Derecho romano y las costumbres germanas, influenciado por el Cristianismo, que se caracterizó por el mando Supremo de un rey de derecho divino y el refuerzo del poder público mediante relaciones vasallaje o vínculos de fidelidad personal. mando.
Efectivamente, el Derecho romano, en sentido amplio, tanto el privado como las instituciones políticas, están en la base de la cultura alto medieval. Términos como imperio, realeza, comités, comitatus, servus, stipendium, precarium, etc., están entre las expresiones usuales del momento.
En el Bajo Imperio romano encontramos ya el colonato, campesinos agobiados por impuestos y deudas que se entregan al patrocinio de un terrateniente y que terminan por quedar adscritos a la tierra. Así mismo aparece el comitatus o grupo reducido de guerreros que acompañan al emperador en los numerosos conflictos fronterizos. Y hasta tropas privadas que prestan servicios a personalidades de importancia, en cualquier región del Imperio. También los germanos tenían una especie de comitatus o grupo de guerreros libres, comprometidos voluntariamente a servir y combatir con un jefe.
El Cristianismo dio el necesario soporte moral al mundo medieval. La autoridad publica es querida por Dios, pero no para comportarse arbitrariamente, sino para servir al bien común. La idea de rey es tributaria de las ideas cristianas y de la romanidad.
Singular aspecto del Feudalismo son las fidelidades personales para reforzar el poder público. El vasallo presta homenaje a su señor, el rey ofrece un beneficio, de contenido muy diverso según lugares y épocas: puede ser dinero, rentas de la tierra, tierras en propiedad y por tanto transmisibles en herencia. La fidelidad personal se desarrolla inicialmente entre los guerreros acompañantes del rey y los delegados en diversas actividades.
En forma más detallada, podemos definir los vocablos Colonato, Patronato o Patrocinio, Comitatus Germánico y Beneficio, de la siguiente manera.
El Colonato
En los últimos tiempos del Imperio Romano, cuando la sociedad atravesaba su crisis definitiva, el sistema esclavista, modo de producción característico del Imperio Romano, entró en crisis. Paulatinamente se fue desarrollando un nuevo tipo de relación de producción: el Colonato. Es interesante conocer esta forma particular de producción, que muestra características que se enlazan con el sistema feudal que se iniciaría algunos siglos después.
En el Bajo Imperio Romano la crisis del sistema esclavista romano ya comenzaba a manifestarse con bastante claridad. En el marco de una compleja trama de relaciones, la crisis económica impulsó el desarrollo de nuevas formas de trabajo y producción.
El sistema esclavista se hacía poco rentable para los propietarios de esclavos, y la manutención de los trabajadores resultaba una pesada carga, lo que motivó al propietario a liberar a muchos de ellos, pasando éstos al status de colonos, bajo el vínculo de colonato.
El colonato se daba dentro un latifundio, una propiedad agrícola de grandes dimensiones. Consistía en que el propietario entregaba al colono una porción de tierra, y aquellos elementos necesarios para el trabajo agrícola. Permitía el dueño que una parte de la cosecha quedara para la subsistencia del trabajador rural y su familia.
A cambio, el colono se veía obligado a pagar fuertes tributos al propietario de las tierras. Así el latifundista (el dueño de las tierras) aumentaba sus ganancias, sin tener mayores gastos. Al sistema del colonato se incorporaron también campesinos libres. Agobiados por el terrible peso de los impuestos imperiales prefirieron entrar en dependencia de un propietario latifundista. Lo que él les quitaría sería menos que el impuesto que el estado romano exigía.
Dentro de estas tierras, había también otros trabajadores que eran artesanos que producían lo necesario para todos los habitantes del latifundio. Las grandes propiedades tenían entonces la capacidad de autoabastecerse, apartándose de los circuitos comerciales. Estos propietarios paulatinamente fueron adquiriendo mayor independencia del control estatal. Lograron así que los funcionarios imperiales no pudieran cobrar los impuestos en esos latifundios.
El Patronato o Patrocinio
Las relaciones que se establecían entre los cultivadores del campo y el Dominus eran las propias de clientes-patrono. Este patronato no es una institución nueva. Su documentación en las fuentes literarias y sobre todo epigráficas se remonta a la época de la conquista de Italia por Roma.
En esencia, estas relaciones patronales se establecían como un vínculo con obligaciones entre las dos partes que lo suscribían, pero en un plano de desigualdad. Generalmente, el patrón se comprometía a la defensa de la colectividad, mientras ésta pasaba a su tutela suscribiendo una fidelidad eterna al patrono, pues
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