Ensayo de carta de Jamaica, escrita el 6 de septiembre de 1815 a Henry Cullen por Simón Bolívar

Introducción

   Este ensayo se trata sobre la carta de Jamaica, escrita el 6 de septiembre de 1815 a Henry Cullen por Simón Bolívar, quien influenciado en grandes pensadores de la época y   previos   sucesos   emancipadores   describe   en   base   a   sus   conocimientos   la inestabilidad   política   de   américa,   justifica   su   independencia   y   hace   pronósticos   de ámbito político con gran exactitud de manera que su pensamiento trasciende hasta convertirse en doctrina.

Desarrollo

En respuesta a una carta recibida de Cullen y evidentemente molesto por las normas descaradas que la corona colocó como medida improvisada de recuperar el control de sus colonias, Bolívar  alega, mediante ejemplos de otras naciones que nunca les han dado   confianza   ya   que   no   les   han   permitido   tomar   las   riendas   gerenciales de la provincia a las que pertenecen, que por derecho les corresponden al ser descendientes directos de los conquistadores de la misma, de acuerdo con el pacto en el que la corona solo actuaría como alto mando y dejaría a estos ser los gobernadores de los sitios que descubran y decidir quién serían sus sucesores.

 Influenciado  por  la revolución  francesa,  previas  independencias en américa, los ilustres del momento, especialmente por Rousseau y por el espíritu de las leyes del Barón de Montesquieu, expone que por lo tanto las relaciones de colonia que presenta américa con la corona española son irreconciliables, hasta el punto tal que si llegaran a fallar   en  esta ocasión,  en   otro   lugar   y momento, un nuevo   grupo   de   personas   lo volverían a intentar, por lo que solicita apoyo a Inglaterra para la realización de la empresa. Señala previos acontecimientos negativos para la corona como presagios divinos que incita a los pueblos del nuevo mundo librarse del yugo y opina que España debería ocuparse de sus   asuntos locales en vez de  perder  recursos   en   causas perdidas.  

 Dice del resto de Europa que recientemente a la época había librado una lucha por la libertad y la razón, debería interceder en las acciones impulsivas, mezquinas y tiranas de España y en lugar de eso se hacia la vista gorda en lo que acontecía fuera de su territorio.  Expresa no querer desvincular a américa de su metrópoli para crear monarquías americanas ya que sería la continuación del despotismo y guerras por poder, en lugar de eso anhela formar repúblicas centralistas sin cargos hereditarios, dependientes de una constitución fundamentada en la igualdad y la justicia. No gusta del federalismo porque según él exige un alto nivel de instrucción de sus funcionarios. Propugna que el ser humano debe subordinar sus intereses personales por el bien común ya que solo de esa forma podrá alcanzar la plena felicidad .Sobre Latinoamérica informa que chile está luchando por su soberanía  a diferencia de Perú que teniendo el doble de población prefiere tener una postura más sumisa a pesar de sentir malestar por el despotismo español,  la falta de unión en la nueva granada hace imposible la liberación por su propia mano, en México se presentó un pacto que estipulaba una guerra justa entre iguales por parte de los pobladores que el gobierno creado con auspicios de Fernando VII no prestó menor importancia continuando así una guerra   de   exterminio  y   Venezuela   se   encontraba   desolada   por   la   guerra independentista. Los subordinados conservadores siguen los acuerdos designados por el imperio y acatan a regañadientes más por interés que por respeto, mostrando la doble moral de las autoridades comparando a los líderes españoles que solo se les desterraba y luego de un tiempo recuperaron su cargo, con los líderes americanos que fueron humillados y masacrados.

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