Ensayo de la palabra boludo

Gerbaudo, Pablo Américo                                Martes 25 de septiembre de 2018

Todo comienza con las guerras gauchas, donde los gauchos argentinos peleaban contra el ejército del primer mundo, pero solo tenían pelotas de piedras grandes y facones para oponérseles. Los gauchos se formaban en tres filas, la primera eran la de los pelotudos, que portaban las pelotas de piedra grande del tamaño de una bocha atada con un tiento, la segunda eran la de los lanceros donde los gauchos transformaban lanzas hechas de caña tacuara donde ensartan su facón, lanzas muy rudimentarias y la tercera fila la conformaban los boludos son sus boleadoras. Cuando los españoles cargaban con su caballería, los pelotudos los esperaban y les pegaban a los caballos, mientras los lanceros aprovechaban y clavaban a soldados caídos, mientras los boludos, que no eran tan boludos por que venían por detrás y los remataban en el suelo con sus boleadoras. En 1890, un diputado de la nación dijo: “no hay que ser pelotudo” en referencia a que no había que ir al frente y hacerse matar sin sentido, con el tiempo se sumó a nuestro lenguaje el termino pelotudo y boludo. Al día de hoy, llegó a ser uno de los términos más utilizados por los argentinos, una de las palabras con más ambivalencias, se utiliza en referencia a una persona torpe, sonza o estúpida. No siempre la usamos de forma peyorativa, posee transformaciones morfológicas de la palabra misma, como  ¡no seas bolas! ¡dale bolu!. Muchas veces nos referimos hacia un amigo o alguien querido y le decimos ¡che bolu! . La palabra en forma despectiva la aplicamos refiriéndonos hacia algún sujeto que actuó en forma estúpida ¡si le cortan las bolas se va al cielo! o ¡es lento por que le pesan las bolas!

Los alumnos hacen uso constante de esta palabra, lo primero que se escucha en las aulas siendo tan temprano, mientras uno les toma lista de asistencia es como un alumno se refiere al otro a los gritos che boludo pasáme una hoja, no pasa un minuto y una alumna le dice a otra boluda, anoche te mensajié y no me respondiste; este tipo de vocabulario es continuo y a veces hasta natural entre los jóvenes de hoy, ya casi no se llaman por su nombre si no anteponen un boludo delante de la oración.

Pero la palabra boludo hasta qué punto es una palabra obscena o mala palabra, como dijo Fontanarrosa ¿porque son malas palabras? ¿le pegan a las otras? ¿son de mala calidad, y cuando uno las pronuncia se deterioran?¿quién las define como malas palabras?.

Boludo, no es el significado de la palabra sino el significante que le damos, también utilizamos la palabra boludita para nombrar a la mujer que se hace la tonta, para pasarla bien, pero que realmente no es. Este significado injurioso de la palabra deja de serlo en determinadas ocasiones el vocativo boludo pierde la fuerza de insulto para pasar a ser un equivalente similar al che o al vos que hace tanta distinción a los argentinos. Puede ser que los argentinos rioplatenses nos hayamos acostumbrados a esta palabra que hasta nosotros mismos la hemos dejado en la historia e incorporada al lenguaje, y paso a ser parte de nuestro uso como y natural. ¿Somos los argentinos unos boludos, al incorporar un insulto a nuestro lenguaje?   

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