Ensayo la sangre y la esperanza

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En el capítulo número dos del libro ‘’La Sangre y la Esperanza’’ titulado ‘’El Pago’’ podemos notar desde un principio la actividad comercial que existía aquel entonces, los gritos desesperados de los vendedores que ansiaban recibir pago por sus productos y poder subsistir con eso. Podemos notar también el rechazo que producía la iglesia, o más bien que producían los curas, frailes o monjas ‘’ ¡Oiga, mire compañero, yo con los frailes ni a misa’’, podemos ver también como Enrique hace alusión a la migración que hizo su padre con el tío Bernabé a la capital, en el contexto de la migración campo ciudad. Pequeñas referencias a la sociedad de la época, esforzada y con ganas de salir adelante, vivían con lo justo y necesario, aún así podríamos decir que en público todos demostraban felicidad, no perdían esa chispa picará tan característica del proletariado Chileno de la época, debían refugiarse en eso y olvidarse un poco que existía un mundo más desarrollado tan cerca pero a la vez tan lejos. [pic 3]

La actividad comercial de la década de 1920 en Chile era bastante amplia, y me refiero a amplia en el sentido étnico-cultural y de variedad comercial –valga la redundancia- principalmente por la llegada de palestinos a las ciudades de Santiago, Valparaíso e Iquique, esta llegada desencadeno el comercio, se ‘’revoluciono’’, la llegada de nuevos productos fomento la competencia en donde mayoritariamente los beneficiados eran los consumidores. En el libro podemos ver la libre competencia desde una perspectiva solo ‘’publicitaria’’ ya que en ningún momento se mencionan precios. Gritos, canticos y hasta pequeños shows podíamos ver en aquella época en donde era el único método de incentivar a la gente a comprar en sus puestos, debemos recordar que no existía la mega publicidad como lo es hoy en día, además, mandar a confeccionar panfletos o carteles salía del presupuesto de los comerciantes que con mucho sacrificio ganaban lo justo y necesario para poder subsistir. Volviendo atrás y ya dejando más que claro la incapacidad de los comerciantes de poder pagar publicidad ellos debían acudir a, como ya habíamos nombrado, gritos, canticos y a veces hasta shows para poder vender sus productos, los comerciantes sobrevaloraban sus productos y a veces hasta le atribuían propiedades milagrosas ‘’Mi liquido señores, mi liquido es milagros’’ que las clases más bajas creían por la misma falta de educación que necesitaban ciertos comerciantes que se ganaban la vida engañando a las personas. Pero ¿cuál es la síntesis de este pequeño problema? La síntesis es que los comerciantes querían quedarse junto a sus [pic 4]

1, 2- Guzmán, Nicomedes (1943) La sangre y la esperanza. páginas 32 y 34 Santiago, Chile: Editorial Olimpo

familias en la capital, o en sus ciudades y no involucionar trabajando en una salitrera o en una mina de carbón, exponiéndose a condiciones inhumanas a cambio de lo necesario para vivir, era dinero seguro pero para muchos no valía la pena arriesgar la vida y enfrentarse a atrocidades por un plato de comida y un lugar donde poder dormir. Respecto a la educación, podemos claramente notar la inercia hacia el tema de la educación que existía en el periodo parlamentario, en donde solo un 5% de la población sabía leer y escribi. Cabe destacar que las cifras iban en aumento pero no lo necesario para poder sacar completamente a la sociedad de la ignorancia, de esa ignorancia que hasta al gobierno le interesaba para poder tomar decisiones y obrar en su propio beneficio. A pesar de todo podemos ver en el libro la invitación que hace la compañía de tranvías ‘’Hoy-Gran Velada-Hoy a cargo de la compañía tranviaria. Se pondrá en escena la obra Los Payasos se van de Hugo Donoso, grandes variedades, gran baile socia’’ con esto, nos podemos dar cuenta de que a pesar de que todas las compañías ya fuesen salitreras, electricidad, tranviaria, ferroviarias, etc. le devolvían la ‘’mano’’ a la sociedad con espectáculos, bailes o bingos, no se trataba de una obligación de la compañía sino de poder devolver aquella felicidad que quitaban a los trabajadores con las condiciones inhumanas de trabajo y los horarios extendidos por más de 14 horas. Destaquemos que para el hombre trabajador, la compañía en donde ejercía su labor era su mundo, se cerraban en aquel lugar, y quizás no estaba mal ya que dentro de las compañías trabajaba más gente que pensaba igual y aparte de ejercer su labor normal dentro de esta , también ejercía otros pequeños trabajos para aumentar sus ingresos, en el libr podemos ver el ejemplo del prestamista llamado ‘’El Mam’’ . En mi opinión ejercer estas labores extracurriculares era necesario para poder sacar un poco mas dinero por las razones ya planteadas, labor que en cierta parte aún se lleva a cabo y es llamado popularmente como ‘’Matute’’. Fuera de todo esto debo nombrar también aquellos ‘’trabajos’’ secundarios como aquel que elegía el camino delictual o el camino de la iglesia. Los delincuentes no eran tan mal vistos como en la actualidad, la sociedad sabia y aceptaba esa opción como una salida a los extremos esfuerzos trabajando en una compañía o a la incertidumbre de trabajar en el comercio. El delincuente de aquellos [pic 5][pic 6][pic 7][pic 8]

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