Entorno Social Y Politico De Mexico
Enviado por CAMADIO • 28 de Mayo de 2014 • 1.980 Palabras (8 Páginas) • 593 Visitas
ENTORNO SOCIAL, POLÍTICO Y ECONÓMICO DE
MÉXICO DE 1810 A 1910
Introducción
Para cumplir con su misión, visión, propósitos, objetivos organizacionales y planes, toda
organización debe dar importancia al desarrollo de actividades sustanciales, secundarias,
complementarias y todas aquellas que le resulten estratégicas, llevándolas a cabo en
orden y con base en procesos de trabajo organizado.
En la práctica de sus acciones cotidianas, el hombre ha promovido una evolución gradual
en su proceder; a veces imperceptible y otras más visible; dicha evolución en sus
acciones creativas como en la producción de objetos o bienes, se ha hecho cada vez
más complejo hasta llevarla a un nivel muy refinado, lo que en la actualidad se nos
representa como una evolución vertiginosa y avanzada de la ciencia, humanidades,
técnica y tecnología; este fenómeno se ha producido en los ámbitos de su vida laboral,
doméstica e intelectual a lo largo de su existencia.
La agricultura desde los inicios de la vida humana ha sido de las actividades que más ha
evidenciado desde un principio el desarrollo técnico, del que hablamos; no obstante, la
industria actualmente aparece como protagonista del desarrollo tecnológico, sin dejar de
lado la relevancia del auge que se ha observado en el ámbito de la producción de
bienes intangibles (conocimiento).
La historia de México como país independiente ha pasado por muchos acontecimientos
económicos, políticos y sociales que enmarcan el desarrollo y transformación de las
organizaciones y del factor humano; lo cual es tema de especial interés en el Bicentenario
de la Independencia de México y Centenario de la Revolución Mexicana debido a que son
determinantes para comprender las condiciones vigentes de los Recursos Humanos en el
México actual.
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En la primera parte de este documento se contempla el entorno Social, Político y
Económico de México de 1810 a 1920 en donde se revela el aspecto de la vida laboral,
las condiciones de los trabajadores en condiciones de servidumbre y de esclavitud; esas
formas continuaron en la época postindependentista y como se fueron modificando a
partir de los movimientos sociales.
En un segundo apartado se analiza el tema de la Capacitación, primero, en su aplicación
incipiente y aún empírica, para más adelante abordar el de la Seguridad en el Trabajo.
Este último contempla cuestiones como la injusticia, y el trabajo de los niños en el México
independiente y postrrevolucionario.
El trabajo concluye con el tema de la participación de la mujer en la vida nacional, como
heroína y también como la mujer común que en el ejercicio de su vida cotidiana se inserta
en los procesos decisivos del país.
Entorno Social, Político y Económico de México de 1810 a 1920
En la Revolución iniciada la noche del 15 de septiembre de 1810 por Miguel Hidalgo y
Costilla se buscó la reivindicación de las clases sociales, con los ideales liberales de
libertad e igualdad. Esta concluye en 1821 con la firma del Plan de Iguala y los Tratados
de Córdoba, el primero fuente del partido federalista y el segundo del conservador.
La instauración del Primer Imperio Mexicano con Agustín de Iturbide deja claro el triunfo
conservador, que después de once años, este movimiento logra finalmente la
independencia económica, ahora los privilegios y el poder lo detentan los criollos. Quienes
tendrían el acceso a los puestos de principal jerarquía en la nueva nación, ya no les
importaba más la reivindicación de las demás clases sociales oprimidas. Un claro ejemplo
de esto es cuando años más tarde, en 1824 en la Constitución de la primera República
Federal, se dejan fuera las acciones para integrar a los grupos indígenas a la ciudadanía
y se decide dejar ese trabajo al tiempo. Han pasado a la fecha 186 años, y esos grupos
de ciudadanos aún carecen de los más elementales beneficios que por derecho les
corresponden.
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Muestra de la ausencia del sentido social respecto a la fuerza de trabajo, es la continuidad
de las organizaciones productivas junto con sus condiciones deprimentes en la incipiente
industria, en el campo y en las minas. A inicios de la época virreinal era reclutada la
población indígena para trabajar en unidades productivas (trapiches u obrajes). La fuerza
de trabajo era excesiva y en el caso de fabricación de objetos de uso común, se daba
generalmente el trabajo a indios y también a los negros y mulatos.
Los trabajadores del campo (administradores, peones, jornaleros) representaron un factor
relevante en la actividad económica para la evolución de la hacienda. Se conformaba por
trabajadores permanentes que gozaban de estabilidad laboral y trabajadores temporales
que vivían en total abandono en su paga y en sus condiciones económicas y sociales,
esta última, situación predominante en el país. No existía un convenio entre trabajadores
y patrón, que resguardase a los primeros para ser objeto de un trato humano. Había
también trabajadores alquilados, que eran eventuales y permanecían alojados en cabañas
provisionales.
También existían puestos de escribientes, ayudantes de tienda, cobrador, sacristán,
maestros de escuela, trojeros, sobrestantes de la obra, supervisores, capataces,
rayadores, caporales y pastores responsables de cabezas de ganado y monteros
(cuidaban obras de riego) entre otros; con mejores prestaciones económicas, sin embargo
estos puestos representaban la minoría de las actividades económicas reservadas para
criollos y mestizos.
En épocas de mano de obra excedente, se generaba el endeudamiento del peonaje, lo
que promovía la huída de los trabajadores, cuando se sabían endeudados eran
obligados a pagar sus deudas según sistemas establecidos, nada favorables al
trabajador.
La industria minera en México representó una deprimente tragedia social que agobiaba a
los mineros mexicanos con el uso de herramientas inmanejables y pesadas
(rudimentarias),
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