Ermilo Abreu Gómez

Ermilo Abreu Gómez narra la historia de Canek, un niño maya, un día se encontró con Guy, un niño sumiso que en cierto punto lo habían abandonado, desde entonces su vida cambio por completo.

Guy se fue a vivir con su tía Charo, quien se aprovechaba de que el prefería comer verdura a comer un venadito que estaba en el corral, Guy fue a desgranar maíz en el corral, en la noche, pero encontró a una rubia de ojos claros, el le conto a su tía, pero ella no le creyo y dijo que era cuento de indios.

Guy encuentra a Canek, sobre las nubes, que cada una de ellas es un fantasma y dependiendo su estado, la forma y el comportamiento de la nube, Canek está interesado.

La tía Charo, era una mujer cruel, ya que maltrataba a los criados, y se molestaba por que Guy los respaldaba todas las mañanas.

La tía Charo, tenia gran resentimiento con el padre de Guy, Canek se dio cuenta de que Guy estaba triste por lo ocurrido y Canek lo defiende, a pesar de eso el niño Guy, esta muy orgulloso de su padre, y les cuenta a los chicos una historia de su padre y lagartos.

Platicaron sobre aquello que no se siente, pero se puede contar, era una palabra húmeda de misterio, pues había cambiado el hombre, el conocimiento por ciertas emociones.

Canek y Guy se dirigen a Xium, y habla de un pájaro “pujuy”, quien los guía completamente en todo el camino.

Guy se enferma de calentura, pregunta a Canek, ¿Es cierto que cuando los niños mueren, se convierten en pájaros y vuelan libres sin importar?

Canek muy desconsolado le contesta, que no sabe de habla, para no hacerlo sentir mal.

Guy descubre y besa la tierra, debajo de ella se encuentra el cuerpo de Juan José Hoil, en Chumayel, donde el vivió un tiempo, antes de morir.

El tío Ramón le da una “tortolita”, poco después Guy, siente un cariño muy especial por ella, días después la “tortolita” muere y deja en Guy una amarga despedida, debido a que el se pone muy triste y llora.

Baja la noche llena de luceros; Junto al maizal, se recuestan grandes amigos Canek, Exa y Guy.

Comienza un eclipse luna, y todos gritan que “se comen la luna”, debido a que no sabían que era, pero la tía Charo hizo caso omiso de lo ocurrido, después desaparece la luna y la tía Charo grita como loca.

Bibliografía

Abreu, G. E. (1940). Canek. México. D.F.: Porrua.

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