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Españoles contra Mexicas: Armas en la conquista de México


Enviado por   •  21 de Enero de 2017  •  Monografía  •  3.557 Palabras (15 Páginas)  •  821 Visitas

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Españoles contra Mexicas: Armas en la conquista de México

¿Fueron las armas de fuego las que le dieron la ventaja a los españoles en la conquista de México?

Tatiana L. Botero Barthel

Muchas veces se ha dicho,  que la razón por la cual un número de españoles muy reducido  pudo acabar con imperios completos y bien organizados en América, fue gracias a su mejor y más tecnológico armamento.  Es a los caballos, los metales como el hierro y el acero y  a las armas de fuego, especialmente a estas últimas, a las que se les atribuye el éxito de las campañas de la conquista.

En este trabajo planeo hacer un estudio crítico sobre las armas de los aztecas y las de los conquistadores para poder comprobar si estas fueron realmente tan superiores a las de los indios o si fueron otros factores los que influyeron en  los resultados de las batallas.

Para esta investigación la intención es  hacer un análisis  de todas las armas utilizadas en la conquista de la nueva España, tanto españolas como mexicanas y compararlas de manera imparcial, para poder comprobar si realmente fueron  estas la gran ventaja  en las batallas contra los indios americanos o fueron otros los factores que influyeron en  los resultados del combate.

 Para la realización de este trabajo se utilizaron tres textos base "Las armas de la conquista" de  Alberto Mario Salas, el capítulo "Armas y hombres en la conquista de América " del libro "América Latina entre colonia y nación" de John Lynch y el "Atlas ilustrado de armas blancas" de Ugo Barlozzatti y Sandro Matteoni. De todos estos se sacó la información necesaria para  realizar la comparación del armamento.

Armas mexicas

Las armas de los indígenas de América  fueron casi las mismas para todo el continente. Los arcos y flechas fueron probablemente  las armas más utilizadas por los indios en América. Su ventaja estaba en que eran livianos, fuertes y letales. El tipo de talla de las flechas las hacía muy difíciles de sacar del cuerpo y si se lograba,  provocaban grandes daños en el cuerpo.

La habilidad indígena para cargar el arco era tal que, mientras un español cargaba su ballesta o su arcabuz, el indio ya había disparado 8 flechas.

[...] y mientras el español luchaba afanosamente por aprestar el arcabuz o tender la recia cuerda de la ballesta, el indio enviaba ocho o diez flechas[...][1]

Los inconvenientes que presentaban los arcos era que la potencia de los disparos no era suficiente para poder atravesar la coraza o la rodela de los españoles, quienes rápidamente aprendieron a esquivar los tiros indígenas haciéndose a un lado o esperando que la flecha rebotara en su armadura. Cuando los indios se dieron cuenta de esto comenzaron a apuntar a la cara y demás puntos corporales descubiertos de los conquistadores. Por otro lado, al igual que los arcabuces y las ballestas,  los arcos se inutilizaban  bajo la lluvia, lo cual le impedía a los indígenas atacar.

Según  los cronistas, los chichimecas eran excelentes arqueros, pero los mexicanos no solo poseían  arcos y flechas, también tenían hondas y dardos con los cuales eran también muy diestros.

Las hondas se hacían de lana  o algún tejido vegetal resistente y arrojaban piedras redondas,  que se utilizaban para abollar rodelas y  en algunos casos incluso mataban hombres. El aprendizaje del uso de esta arma, como el del arco y la flecha se iniciaba en la infancia.

Otra arma indígena era la estólica y la tiradera, arma común de peruanos , mexicanos y algunos territorios del Nuevo Reino de Granada. Consistía en un mecanismo de palanca, en  el cual  la fuerza del brazo  se potenciaba para hacer un mejor lanzamiento. La estólica y la tiradera se pueden describir de la siguiente manera:

Esquemáticamente podemos describirlo como una vara de madera, en uno de cuyos extremos hay un pequeño gancho o tope sobre el que  se apoya la parte posterior del dardo de modo que este y el propulsor quedan paralelos.[2][pic 1]

La fuerza que  le imprimía el sistema de palanca al lanzamiento de los dardos era tal  que, según  los cronistas, eran capaces de atravesar una puerta.

Esta arma, al igual que el arco, no les era desconocida a los españoles, ya que la estólica y tiradera se parecían al amentun romano, en el cual el sistema era el mismo pero se fabricaba  de cuero. Los españoles la utilizaban en sus fiestas populares. El nombre que se le daba a esta arma en México era "tepoztopilli".

Los indios en México también utilizaban gases y venenos, generalmente hechos de ají, pero eran más una forma de tortura que una verdadera arma de guerra. Los españoles también se apropiaron de esta técnica para utilizarla en batallas contra los nativos.

Las armas arrojadizas no eran las únicas utilizadas por los indios americanos, también tenían hachas, porras, mazas y macanas pero no eran tan utilizadas como el arco, la flecha y la estólica.

La mayoría de estas armas contundentes se hacían de madera, ya que las maderas en América eran muy duras y resistentes. En el caso de los mexica, las macanas o como las llamaban ellos el "macahuitl" se hacía de madera de guayacán.

Cuando la tribu tenía acceso al sílex o a la obsidiana  los tallaban en forma de filos y se los ponían a sus armas  en los extremos de la madera de forma no continua. Esto le daba al arma no solo una utilidad contundente sino una  cortante, si era bien utilizada. Por ejemplo, en el texto de Alberto Mario Salas se menciona una crónica, en la que los españoles cuentan que un indio logró decapitar un caballo de un tajo de macana. [pic 2]

El modo de empleo de la macana es muy similar al manejo de una espada. Los mismos españoles se referían a ella como "espada" en sus crónicas.

"Las espadas son de palo con agudos pedernales engeridos en él y encolados ..."

Las macanas  variaban mucho de tamaño. Podían ser tan largas como una espada de mano y media o espada bastarda que miden entre 85 y 105 cm, ser tan grandes como un hombre  o medir lo que medía una lanza de jinete.  Como podemos ver por el tamaño de las macanas, estas solían usarse a dos  manos,  lo que hacía que su golpe fuera muy certero. Era mortal si se acertaba un golpe en un área vital, si no, hacía mucho daño.

Los mazos y las hachas eran armas contundentes de poco uso. No era común encontrarlas de metal. Sólo se fabricaban algunas hachas y eran más un símbolo de poder que un arma realmente efectiva.

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