Espacio tiempo y arquitectura

ESPACIO TIEMPO Y ARQUITECTURA

El primer capitulo  “La historia como parte de la vida”  del libro Espacio, Tiempo y Arquitectura aborda la relación existente entre los hechos históricos y la época en que se desarrollaron como método de entendimiento del presente y como una manera de entrever el futuro.

De igual manera, Giedion,  expone la historia como un elemento dinámico, la cual no solamente es el resultado de una suma de experiencias y de hechos, sino un proceso mutable y con infinitas interpretaciones. Partiendo de esto, el papel fundamental de un historiador no es sólo la descripción de los acontecimientos (universales) , sino descubrir las relaciones entre los fenómenos aislados (particulares) y los acontecimientos de “su tiempo”.

Este ultimo punto me resulta fundamental en cualquier disciplina, no solo en el ámbito histórico. Entender que el valor de un hecho u  objeto esta en función de los procesos y relaciones en su contexto, que a su vez,  forma parte de un sistema universal.

Tomando como referencia el texto pasado “Todo lo solido se desvanece en el aire”, resulta evidente la atmosfera de la modernidad, las polarizaciones y las tendencias contradictorias; Giedion lo denomina como un periodo de transición “Se hizo sentir en todos los países al mismo ritmo, y en la misma proporción como desorden, que el proceso de la industrialización iba en todas partes produciendo.”

Como parte de las polarizaciones, se expone el dualismo entre el pensar y el sentir, mismo que se veía reflejado en la practica de diversas disciplinas, en donde los “Profesionales” o “especialistas” de éstas no eran capaces de intervenir en otra. Si bien, existía el interés por inter-relacionarse, los métodos para hacerlo eran limitados:  “El grado de identidad que llegan a alcanzar estos métodos del pensar y del sentir es lo que determina el equilibrio de una época. Cuando tales métodos diverge, no existe posibilidad alguna de cultura ni de tradición.”

 Se plantea la arquitectura como organismo independiente con características propias y cuyo valor no puede estar en función de procesos sociológicos o económicos. Desde mi punto de vista, la arquitectura no adquiere valor por si misma, sino por lo que representa y por las relaciones de su contexto, las cuales no solo explican su origen, sino también su simbolismo.

Para terminar, considero que la historia como proceso del desarrollo humano es fundamental para tratar de entender nuestra relación con el espacio – tiempo en el que vivimos.

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