Etica Anicomaco

Aristóteles en la Ética Nicomaquea: Libro VII

octubre 26, 2010 at 10:23 am (Aristóteles, Filosofía)

Relator: Carlos Naranjo

Apéndice sobre las virtudes éticas:

En este apéndice Aristóteles plantea dos términos que son: la continencia y la incontinencia los mismos que van ser expuestos a continuación. La incontinencia no es en sentido absoluto un vicio (aunque pueda serlo en cierto sentido), ya que la incontinencia posee conciencia de sí y su obrar está fuera de la elección, al contrario del vicio, además el incontinente se deja vencer por los placeres y no por estar persuadido de ellos sino por encontrarse fuera del uso de su razón, al contrario de lo expuesto anteriormente el continente es aquel que atiende a la razón ya que no se deja vencer por sus pasiones, dentro de este tema sobre la continencia en el siguiente capítulo Aristóteles hace una comparación con la obstinación exponiendo lo siguiente: el continente no se deja vencer por ningún afecto ni codicia porque cuando conviene escuchara la razón y se dejara persuadir es decir escuchan a los demás por medio de la razón, en cambio el obstinado no muda su parecer por ninguna razón, es decir los obstinados son aquellos que siguen su propio parecer sin escuchar a nadie que no sean ellos mismos. Para comprender mejor los términos expuestos al principio debemos saber que no todos los que hacen algo a causa del placer son incontinentes sino aquellos que lo hacen por placeres deshonrosos.

Dentro las teorías sobre el placer algunos sostienen que ningún placer es bueno, ni por sí mismo ni en forma accidental, porque no es lo mismo el placer que el bien, unos segundos dicen que hay placeres buenos pero la mayoría son malos y una tercera opinión dice que aunque todos los placeres fuesen buenos no es posible que el bien supremo consista en un placer, estas teorías del placer nos ayudan a entender mejor al incontinente y al continente, siendo el primero el que se deja llevar por los placeres y el segundo todo lo contrario. Para concluir con el tema de los placeres Aristóteles expone que los mismos son un estorbo para el pensamiento y que a mayor placer mayor estorbo, además dice que los que persiguen el placer son los niños y las bestias.

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