Etica Del Historiador

Ética profesional del historiador

La siguiente reflexión sobre la ética profesional del historiador esta fundada en las lecturas propuestas por el profesor de la materia (deontología profesional-ética profesional del historiador, ética profesional o deontológica del historiador, y ejercicio del historiador) estas tres lecturas muestran la ética que se piensa para la profesión de historiador, dicha ética podríamos sintetizarla en un compromiso ético de verdad, libertad y solidaridad, estos compromisos universales de ética los cuales están pensados o idealizados por nociones teológicas o moralistas tienen su particularidad frente al ejercicio del historiador, ya que este ejercicio supone una serie de responsabilidades sociales fundamentales en la consecución de una imaginada sociedad moderna, basada en una verdad absoluta y legitima, elaborada bajo códigos éticos que propician la objetividad, imparcialidad, autenticidad, y plantean las características con las cuales se debe elaborar la producción intelectual del historiador.

Es interesante como esta deontología del historiador plantea puntualmente las reglas en las cuales se debe mover el ejercicio del historiador, NO anacronismo, No a topias, No ceder ante condenas morales, difundir sin restricción la producción intelectual, y aplicar el esfuerzo erudito a cuanto trabajo intelectual se realice, además de esto encontramos el perfil del historiador el cual determina a este como un profesional ético con cualidades políticas, y respetando los derechos humanos y el pluralismo además de un mencionado respeto por el medio ambiente, esta ultima cualidad respecto al perfil del historiador me hace pensar en una ética colectiva o una ética genérica que como dije anteriormente esta fundada en nociones morales o teológicas que se piensan son el camino al mejoramiento sea cual sea la disciplina o el contexto donde se aplique, es pues un conjunto de normas éticas que se acomodan a las distintas disciplinas, la alteridad de estas están en la practica de las mismas, son en la practica y en la ponderación de esta ante la sociedad donde se hace particular el actuar y la conducta que debe llevar cada profesional, la historia exige una serie de valores que están regidos por la verdad , la rigurosidad académica, la honestidad, la imparcialidad que al final constituyen las normas o exigencias morales para dicha labor.

En cuanto a la labor especifica de la archivística encontramos que sus premisas son velar por la integridad, autenticidad y exposición abierta de los documentos intervenidos, alejados de toda conducta que atente contra la ética moral que se aplica a cada disciplina, la particularidad de esta se funda en la importancia de una construcción precisa de la historia, además de unas directrices de tipo pragmático propias de su operación, como las intervenciones a los documentos, la verificación de procedencia, la publicación de

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