Etimológicamente Viene Del Latín Administrare, .

Etimológicamente viene del latín administrare, .

Antiguamente se usaba el término ad manus traere, traer a la mano un asunto para manejarlo,

modelarlo y llegar a un objetivo. La administración se refiere a la gestión de asuntos e intereses,

pero se trata de una gestión subordinada.

Según el profesor Enrique Silva-Cimma, el Derecho Administrativo es:

Aquel que tiene por objeto la creación, organización, funcionamiento y supresión de los servicios

públicos, la regulación de las actuaciones jurídicas de la administración del Estado y la

determinación de atribuciones y deberes de este para con sus habitantes (Silva-Cimma E.(1992)

Derecho Administrativo chileno y comparado, introducción y fuentes. Editorial Jurídica de Chile).

Por otra parte, respecto al propósito del Derecho Administrativo, desde una perspectiva

teleológica, es decir, atendiendo al fin último, es la buena y correcta administración de los

servicios públicos en fase de dirección, control y supervisión de sus funciones destinada al bien

común y a la satisfacción de necesidades públicas, por lo que el bienestar de las personas será su

fuente de inspiración.

Respecto del rol del Estado, en el mundo globalizado, de apertura hacia el mundo ayudado por las

modernas comunicaciones, lo que pasa hoy en China se sabe al mismo tiempo en Chile gracias a

internet, es un mundo conectado, se observa un tránsito desde el Estado prestador al Estado

garante.

Esto se produce por el fenómeno de desestatalización mediante el cual se trasladan a los privados

las actividades que tradicionalmente desarrollaba el Estado. Existe una exaltación de la libre

competencia de los agentes económicos privados.

Se sostiene que el objetivo actual de los países occidentales es el crecimiento económico y este

solo se puede alcanzar reduciendo el endeudamiento estatal, la actividad empresarial estatal, y

fomentando y garantizando la libre competencia de la iniciativa privada. Lo que se ha llevado a

cabo a través de la liberación de los mercados y a través de las privatizaciones.

De este modo, al Estado le corresponde un rol de garante y de fomentador de la libre

competencia, el Estado pierde la prestación directa de servicios, pero gana un enorme poder de

regulación y vigilancia de los mercados, pasa de ser un Estado prestador a un Estado regulador,

controlador y garante. Las concesiones de obras públicas resultan un ejemplo en esta materia, a

principio de los años ochenta el Estado se encargaba de muchos servicios en forma directa, como

la construcción y mantención de las carreteras. Hoy esa labor se encuentra entregada a los

privados mediante cont

mantiene carreteras en Chile asumiendo la inversión

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