Eucaria Apreza

SU PARTICIPCION EN LA REVOLUCION

Esta situación real del estado, el crecimiento de grandes terratenientes la ocupación de estas tierras por gente extranjera, bajo la mirada complaciente del gobierno porfirista, la imposición de los gobernadores, más los impuestos personales que fueron una forma de humillación y la profunda explotación infrahumana de los campesinos, mineros y pequeños productores, hizo nacer un sentimiento patriotero en los pequeños hacendados, quienes empezaron a organizarse, creando el club antirreleccionista “Juan Álvarez” haciéndose seguidores maderistas.

A este club perteneció Eucaria Apreza en Chilapa, mismo que dirige dos manifiestos a don Porfirio Díaz exigiéndole su renuncia, sus demandas eran netamente políticas, nada habla del campesinado por lo que, surgen al movimiento revolucionario 2 grupos: de terratenientes y del campesino, con intereses y convicciones diferentes.

La base activa que unieron los jefes maderistas, estaba formada por rancheros, campesinos acomodados y pequeños comerciantes que tenían amplios nexos entre los sectores populares campesinos. En el centro de guerrero, Eucaria Apreza, además del profesor Amado Rodríguez Espinoza, pedía a los comerciantes que hicieran labor de proselitismo en los pueblos campesinos.

El llamamiento público a tomar las armas se lanzó el 5 de octubre de 1910 para que se realizara el 20 de noviembre del mismo año a las 6 de la tarde. En Chilapa, doña Eucaria Apreza costeo el viaje de Amado Rodríguez Espinoza, al norte del país en busca de Madero, cuando este regreso, a principios de marzo, emprendió la insurrección, en la que Eucaria Apreza puso en juego sus recursos económicos, empeñando su hacienda de Tenanzintitlan.

Para sorpresa de los maderistas, la revolución se propago por todo el estado con sorprendente rapidez. El 17 de marzo de 1911, el grupo de Eucaria Apreza y Amado Rodríguez, hicieron su decidido, aunque frustrado ataque a la guarnición de Chilapa, de donde tuvieron que retirarse dejando muerto a Rodríguez.

Loa maderistas esperaban que al caer el dictador, se distribuirían los pueblos públicos, reemplazando a los hombres de don Porfirio, siguiendo el mismo camino. El pueblo campesino, que desde el principio actuó de madera revolucionaria, pensó que había llegado la hora de una lucha global contra ese sistema dictatorial; por la fuerza incautaron víveres, armas y dinero, atacando haciendas y grandes comercios; por supuesto, estas acciones no agradaron a los ricos maderistas que vieron en peligro sus pertenencias. Ellos nunca pensaron en hacer un cambio para beneficio de los más desprotegidos.

Al imponer a Francisco Figueroa como gobernador por medio de un manifiesto, hubo quienes se disgustaron como Juan Andrew Almazán y su grupo, y decidieron oponerse a toda costa a que el Sr. Coronel Jacobo Harootian, por conducto de Eucaria Apreza y Donato Miranda,

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