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Europa Siglo XVII Y XVIII


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2013  •  2.477 Palabras (10 Páginas)  •  657 Visitas

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EL SIGLO XVII

Formalmente el siglo XVII comprende los años 1601-1700 ambos incluidos, muchos lo llaman el «Siglo de la física» debido a que en este siglo las aportaciones de Galileo Galilei, Rene Descartes e Isaac Newton dieron origen a la física clásica y a un sistema de pensamiento mecanicista.

La monarquía autoritaria da paso a la monarquía absoluta en la que el rey tiene todo el poder recibido de Dios. Luis XIV de Francia fue el modelo de monarca absoluto, proclamaba: “El Estado soy yo”. Entre esos teóricos del absolutismo monárquico destacan tres: Suárez, Bossuet y Hobbes; los dos primeros defienden el absolutismo monárquico con argumentos religiosos, el último con argumentos más jurídicos.

Francisco Suárez, es español y dice que el poder absoluto del rey le viene de Dios, se justifica así el poder del rey a través de argumentos religiosos.

Bossuet, francés, basándose en la Biblia dice que el poder del rey tiene que ser absoluto y que la monarquía era una institución sagrada, en utilizar argumentos religiosos se parecea

Francisco Suárez.

Hobbes, inglés, dice que es necesaria una autoridad fuerte para que ponga paz entre los conflictos individuales, todos los hombres deben hacer un pacto para respetar esa autoridad. La forma de justificar un poder monárquico fuerte en Inglaterra es mucho más moderna, deja de un lado los argumentos religiosos y se basa en la relación o pacto entre los súbditos y el rey. Para Hobbes el rey debe tener un poder fuerte para imponer la paz y así favorecer el progreso, en una época remota los primeros habitantes del reino pactaron con los primeros reyes y les entregaron parte de la autoridad individual para que así el rey, hombre con una autoridad muy superior y reconocido por todos, gobernara, defendiera a sus súbditos e impartiera justicia.

El absolutismo se dio en casi todos los países europeos, con excepción de Inglaterra.

El siglo XVII fue desastroso para España, en lo económico una grave crisis sacude el país, los intentos de los reyes para arreglar la situación no hicieron sino agravarla. La crisis se vio acentuada por muchas décadas de malas cosechas que propiciaron la subida de los precios y el hambre generalizado unido a abundantes epidemias que diezmaron la población. La situación económica se vio agravada con las continuas guerras con

Francia. El descontento se manifestó en la abundancia de motines en la década de los cuarenta que llevaron a la independencia de Portugal y a la rebelión de Cataluña, Vizcaya, Nápoles... En estas condiciones el gobierno de los reyes era difícil. En el exterior asistimos a la pérdida del predominio que España había tenido en el siglo anterior, Francia tomará el relevo como potencia más poderosa del continente.

.- El reinado de Felipe III (1598-1621). En general fue un reinado pacífico, se pretende mantener la hegemonía por la vía diplomática más que por la fuerza de las armas. Felipe III firmó treguas con Inglaterra y con los rebeldes de los Países Bajos (la llamada tregua de los Doce Años).

Tal vez para actuar de esa forma se viera influido por la crisis económica. En el plano interior se inicia con este rey el gobierno de los validos, el monarca hace dejación de sus tareas de gobierno en un favorito, en este caso el duque de Lerma. Quizá el hecho más importante de su reinado fue la expulsión de los moriscos, que a pesar de su conversión obligada al cristianismo seguían practicando la religión musulmana en privado. Fueron expulsados en 1609 y este hecho ocasionó una gran catástrofe económica en algunas zonas como Aragón, Valencia, Murcia o Andalucía, donde su papel era muy importante como cultivadores de las tierras nobiliarias.

.- El reinado de Felipe IV (1621-1665). Fue un reinado muy agitado y la crisis y decadencia española tocaron fondo. Política interior: la crisis de mediados del reinado.

Fue una crisis gravísima, debido a los problemas económicos y a la política autoritaria y centralista del Conde-duque de Olivares, valido del rey.

El Conde-duque era partidario de un mayor centralismo, en esta línea plantea que todos los reinos españoles contribuyan económicamente en la misma medida que Castilla a los gasto de las guerras. Estas ideas están contenidas en la Unión de Armas, decreto en el que se refleja cual tiene que ser la aportación de los distintos reinos. El choque con estas

Ideas se produjo con una gran violencia en Cataluña, las Cortes Catalanas se niegan a pagar más dinero en la guerra contra Francia (guerra que había estallado en 1635), el Conde-duque como respuesta decide llevar la guerra contra Francia a Cataluña para así involucrar a los catalanes. Según las costumbres de la época los campesinos debían acoger en sus casas y alimentar a los soldados, este contacto fue nefasto y provocó muchos roces y enfrentamientos entre el ejército y la población civil, ellevantamiento más radical se produjo el 7 de junio de 1640, los segadores mataron al virrey Santa Coloma en el llamado Corpus de Sangre y estalló una guerra contra el rey. La guerra acabó en 1652 cuando Felipe IV entra en Barcelona.

El rey se portó de forma magnánima con los rebeldes y no hubo represalias. En el transcurso de la contienda los rebeldes llegaron a ofrecer Cataluña a Richelieu, regente de

Francia. Motines y tentativas de este calibre se multiplicaron por todos los reinos, entre ellos destaca el Motín de la Sal en Vizcaya ; la tentativa del duque de Medina Sidonia de proclamarse rey de Andalucía ; del duque de Híjar de proclamarse rey de Aragón ; graves levantamientos en Nápoles y Sicilia... De todos estos levantamientos el único que triunfó fue el de Portugal.

El siglo XVII fue un siglo de crisis económica en Europa en general, en el Mediterráneo en particular, y, muy especialmente, en la Península Ibérica. En la Corona española la crisis fue más temprana y más profunda que en el resto de Europa ya en la primera mitad del siglo aparecen serios problemas demográficos. Cruentas epidemias, entre las que destacan las de peste, se repitieron periódicamente, coincidiendo con épocas de carestía y hambre. Un ejemplo: Sevilla perdió 60.000 habitantes en la peste de 1647. Otros factores coadyuvaron a la crisis demográfica: la expulsión de los moriscos en 1609 supuso la pérdida del tres por ciento de la población del reino, siendo especialmente grave en Valencia y Aragón; las frecuentes guerras exteriores y el incremento de los miembros del clero que redundó en descenso de la tasa de natalidad. La crisis golpeó con más fuerza a Castilla que a los reinos periféricos.

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