Evolución histórica del desarrollo agrícola y rural en México
Enviado por luisger13 • 12 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 1.618 Palabras (7 Páginas) • 500 Visitas
Evolución histórica del desarrollo agrícola y rural en México.
En 1876 con la llegada de Porfirio días al poder se implementa un modelo de desarrollo económico capitalista, donde se ideo liberar la fuerza de trabajo en sus lazos feudales con el reparto de territorios que se encontraban en posesión de las comunidades, provocando así la concentración de la tierra en el sector privado, con ello los campesinos se endeudaban paulatinamente en un estado de pobreza permanente ya que no tenían medios (tierra) para poder producir además de la existencia solamente de salarios bajos. Por otro lado la población se juntaba solo en un plano central que propicio la colonización de regiones que anteriormente estaban deshabitadas. Díaz puso en marca leyes de colonización a gran escala para poder así liquidar la propiedad comunal, de este modo, se autorizó el saqueo de las compañías deslindadoras donde superficies baldías pertenecientes a propietarios indígenas se incorporaron al deslinde de sus tierras. Durante las últimas etapas del régimen porfiriano la producción se orientó a cultivos destinados al mercado y cría de ganado, se dedicó a la extracción y a la exportación donde la política podía alentar las inversiones extranjeras, pero este acto también motivo a que los salarios se mantuvieran bajos por el flujo constante de trabajadores rurales hacia las zonas urbanas del país, el campo estaba en una situación insostenible, y durante la revolución de 1910, la demanda por la tierra llego a ser uno de los pilares del movimiento, el resultado más importante de esta lucha fue la revolución agraria de la constitución de 1917.
Posterior a eso, con la planificación de México como nación moderna, se dan cambios en la reforma agraria estableciendo medidas de reparto, en donde, se agregaron medidas específicas de reparto de tierras, lamentablemente estas fueron ignoradas ya que nunca fueron llevadas a la práctica, teniendo más un fin político de pacificación para evitar que los campesinos se levantaran en armas que un desarrollo productivo. En 1934 el reparto se convierte en una policita necesaria para restablecer el poder político y determinar el proyecto de construcción del país en la cual existe una lucha de concepciones ante la reforma agraria donde se exponía que esta limitaba el proyecto de construcción y pugnaba el reparto; nace el movimiento campesino cuyo objetivo era eficiente el proceso de reorganización de la sociedad, no obstante, casi toda la tierra útil o de buena calidad se quedó sin afectar, los terratenientes continuaron controlando estas tierras mientras que los campesinos solo controlaban tierras de baja calidad, añadido a esto, la reforma agraria tenía el gran defecto de proporcionar la tierra pero no los medios para poderla cultivar.
En la época de Lázaro Cárdenas se elaboran programas nacionales de desarrollo para el sector agrario que consideraban el ejido como económicamente viable para invertir en desarrollo rural y abastecer el mercado interno y externo, así, se institucionalizan las demandas y presiones dentro de la confederación nacional con el movimiento campesino, que logra la cooptación de un movimiento autónomo. Al término del periodo de Cárdenas los latifundios se habían distribuido y el ejido se había fortalecido considerablemente, sin embargo después de este periodo se redujo progresivamente estas medidas con una contrarreforma agraria que enfatizaba políticas de modernización productiva como sustitutivas al reparto de tierras, el cual continuo pero de manera lenta solo como instrumento de control político, nuevamente las zonas más productivas las acaparan empresarios capitalistas que las explotaron para satisfacer exportaciones que les resultaban más productivas. A los pequeños propietarios se les quitaron las tierras y se limitó el acceso a créditos, pudiendo solo producir a para subsistir. En 1940 la sustitución de importaciones tuvo su lugar para asignar una cultura de un desarrollo agrícola industrial y propiciar la implementación de tecnologías, que, cambiaron la mano de obra por maquinaria de Estados Unidos.
La industrialización se posiciono como el eje de acumulación, quedando a la agricultura como subordinada a esta industria orientada al mercado interno en un modelo de crecimiento económico definiéndose las políticas de desarrollo agrícola exportando los excedentes de producción, después, en la época de la segunda guerra mundial se favoreció este sector con la ampliación de mercado y precios favorables y la colocación de mano de obra mexicana en E.E.U.U. llamado así el milagro mexicano.
En 1940 la agricultura cubre el proceso de rendimientos de cultivos con la ayuda de la tecnología y la infraestructura de riego, en los años 60 la agricultura empezó a integrarse con mercados internos y externos orientándose a la producción de cultivos que tenían mercado, de esta manera se modernizo y se introdujeron nuevas tecnologías para la mecanización de producto y se obtuvieron mejores y más rápidos resultados, pero se redujo la demanda de mano de obra aumentando las desigualdades sociales (modelo capitalista) ya que los campesinos pobres no podían acceder a estos recursos de última tecnología y siguieron con métodos antiguos de producción, la industria agravo el problema ya que se utilizaban tecnologías que ahorraban trabajo pero esto no se reinvertía en la creación de empleos para absorber la mano de obra que estaba siendo reemplazada por esta maquinaria. Ya para la década de los años 70 el deterioro del sector agrícola, derivado del surgimiento del sector informal, creo una crisis alimentaria a nivel nacional, una creciente conversión de tierras agrícolas ganaderas generaron el cabio de patrones de cultivos de básicos comerciales y obligaron nuevamente a producir para el autoconsumo, ya que el mercado estaba por la baja y todos la inyección de presupuesto se destinaba a la inversión de mecanización y automatización de procesos que no hacían más que sustituir y reemplazar la mano de obra por sistemas de producción que aumentaban la tasa de desempleo y fortalecían nuevamente al sector informal de la industria generando un circulo sin fin de este proceso. Las consecuencias fueron una industria deficiente, dependencia científica, endeudamiento externo, entre otros.
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