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Felipe Pardo Y Aliaga


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2014  •  1.968 Palabras (8 Páginas)  •  573 Visitas

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Felipe Pardo y Aliaga

Felipe Pardo y Aliaga (*Lima, 11 de junio de 1806- Lima, 24 de diciembre de 1868), fue un poeta satírico, dramaturgo, abogado y político peruano. Perteneciente a la elite aristocrática limeña, fue junto con Manuel Ascencio Segura el representante más importante del costumbrismo en los inicios de la literatura peruana republicana. Examinó y juzgó con severidad la realidad peruana a través de sus comedias y artículos costumbristas; entre estos últimos es más celebrado y recordado el titulado Un viaje (más conocido como "El viaje del niño Goyito"). Fue severo crítico de las costumbres populares que consideraba bárbaras y repelentes. También orientó sus críticas hacia los hábitos de los políticos, la falta de civismo y la ambición personalista de sus gobernantes. Fue un convencido de que mediante la literatura se podía lograr el cambio del país. Su crítica hacia la sociedad peruana suele tenerse por extranjerizante y anticriollista, aunque una lectura más detenida de su obra revela un profundo amor e interés por su patria. Participó en la tormentosa vida política peruana posterior a la independencia, defendiendo siempre las causas conservadoras. Llegó a ser diplomático y ministro de los presidentes Felipe Santiago Salaverry, Manuel Ignacio de Vivanco y Ramón Castilla. También llegó a trabajar como profesor de idioma, literatura y derecho.

Reseña biográfica

Nació en el seno de una familia aristocrática. Sus padres fueron Manuel Pardo y Rivadeneira, alto funcionario español, y Mariana de Aliaga y Borda, hija de los marqueses de Fuente Hermosa de Miranda. Los primeros años de su infancia transcurrieron en Cuzco, donde su padre fue regente de la Real Audiencia del Cuzco (1806-1815), y allí fue testigo del ensañamiento con que trataron los revolucionarios de 1814 a su progenitor, quien fue hecho prisionero y sentenciado a muerte, pena que no llegó a cumplirse debido a la derrota de los alzados.

En 1821, debido a la proclamación de la Independencia, su padre decidió marcharse con su familia a España. Allí Pardo y Aliaga estudió bajo la guía de Alberto Lista, en el Colegio de San Mateo; y bajo el patrocinio de aquel maestro ingresó a la Academia del Mirto, donde alternó con José de Espronceda, Ventura de la Vega y otros escritores notables. Durante su estancia en tierra europea recibe una formación de orientación clásica. Lista, de notable influencia en su tiempo, es considerado un romántico, pero del tipo conservador, es decir, más cercano al romanticismo ‘histórico’ (el que buscaba la estabilidad de los valores tradicionales) que al ‘liberal’ (el que estaba ligado a los movimientos revolucionarios de ese tiempo), lo que explica que el programa de estudios de su colegio tuviera una base neoclásica.

Regresó al Perú en 1828, para hacerse cargo de intereses familiares, ya que sus abuelos maternos habían muerto hacía poco. Establecido en Lima, fue nombrado profesor de Matemáticas y Filosofía en el Seminario de Santo Toribio, y se dedicó a los estudios forenses para recibirse de abogado, en la Universidad de San Marcos.

Pero el hecho más importante de esta época fue su contacto al ministro José María de Pando, quien en 1827 había fundado un nuevo Mercurio Peruano, importante diario de la época. Pando era ya muy reconocido por sus simpatías autoritarias. La amistad que nació entre ambos hizo que Pardo se integrara al grupo de amigos que Pando reunía para discutir temas políticos y literarios: Hipólito Unanue, José Joaquín Olmedo, Manuel Ignacio de Vivanco, el españolJosé Joaquín de Mora y otros. Publicó su primer trabajo literario en el Mercurio: una oda titulada Vuelta de un peruano a su patria. En adelante, se seguirían otros poemas, así como críticas teatrales. Pasó asimismo a ejercer la dirección de dicho periódico, a fines de 1828, junto con Antolín Rodolfo.

En 1830, por influjo de Pando, a la sazón Ministro de Gobierno, fue nombrado director de los periódicos oficiales El Registro Oficial, El Conciliador y La Miscelánea. Eran los días del primer gobierno del presidente Agustín Gamarra. Por esos meses estrenaba también la pieza teatral Frutos de la educación, que recibió una fuerte crítica, especialmente del cura José Joaquín de Larriva, con quien mantuvo un enfrentamiento literario que culminaría en duelo. Condicionado por el viejo crítico, el público no acudió en demasía al teatro.

En septiembre de 1830 fue nombrado Secretario de la Legación peruana en Bolivia. En una estadía de paso por Arequipa, Pardo se examinaba para optar el título de abogado. De vuelta a Lima, contrajo matrimonio con Petronila de Lavalle y Cabero, joven perteneciente a una importante familia de la elite limeña. Meses más tarde, estrenaba Don Leocadio y el aniversario de Ayacucho.

Luego intervino activamente en la política. Hizo oposición al gobierno del general Luis José de Orbegoso. Su primera deportación tendría lugar en 1833, acusado de participar en un levantamiento contra Orbegoso. Sin embargo, Pardo logró eludir la orden, escondiéndose en diferentes barcos anclados en el puerto del Callao. Finalmente, fue amnistiado. De vuelta a la actividad, lanzó la publicación del periódico El hijo del Montonero, que buscaba combatir al orbegocista El montonero (1834).

Tras la ascensión al poder del coronel Felipe Santiago Salaverry, medió en la conciliación de éste con Agustín Gamarra, en vista de la unidad que el Perú necesitaba ante la invasión boliviana dirigida por Andrés de Santa Cruz (1835). En esa ocasión realizó una breve y festejada obra de propaganda y ataque contra el invasor, en los periódicos El Coco de Santa Cruz, Para Muchachos y El Conquistador.

Salaverry lo nombró Ministro Plenipotenciario en España, por lo cual partió con toda su familia desde el puerto del Callao, haciendo escala en Chile. Pero en Santiago se enteró de la derrota y fusilamiento de Salaverry, por lo que decidió permanecer en esa ciudad, dedicado a una feroz crítica periodística contra Santa Cruz y la flamante Confederación Perú-boliviana, a través de publicaciones como El Intérprete y La Jeta.

Es más, promovió las dos campañas "restauradoras" chileno-peruanas que partieron de Chile para liquidar dicha Confederación. Sin embargo, Pardo intentó desvincularse de la segunda campaña, pues los generales peruanos Orbegoso y Domingo Nieto se habían alzado contra Santa Cruz. Frente a ello, para Pardo un ejército extranjero en el país ya carecía de justificación. A partir de entonces se dio una de las etapas más caóticas de la historia de la república peruana,

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