Filtraciones Políticas A La Prensa
Enviado por monovaselino • 30 de Agosto de 2011 • 2.385 Palabras (10 Páginas) • 620 Visitas
Un grano en la web
LAS FILTRACIONES POLÍTICAS HAN EXISTIDO DESDE QUE EL HOMBRE SE ORGANIZÓ EN SOCIEDAD. MUY RARA VEZ AFECTAN A LOS LÍDERES Y SON LOS SUBORDINADOS LOS QUE PAGAN SUS CONSECUENCIAS. LA DIFERENCIA CON WIKILEAKS ES LA ENORME CANTIDAD DE MATERIAL DESTAPADO, GRACIAS AL SOPORTE DIGITAL.
Wikileaks, ese blog con guiño semántico a la famosa enciclopedia digital que trae por el camino de la amargura a la administración Obama, lleva ya más de cuatro años dando guerra, nunca mejor dicho. El hecho de que una filtración haga temblar las estructuras de un país no es nuevo, pero gracias con el soporte digital, la cantidad de documentos desvelados puede ser ingente, multiplicándose el riesgo para los gobiernos. Por ahora conocemos la punta del iceberg, unos 2.000 cables de un total de 250.000, todos ellos en manos de una ‘garganta profunda’ que esta vez sí que quiere ser reconocida.
Negar que esto del periodismo está cambiando es ponerse una venda en los ojos, pero lo con que Wikileaks verdaderamente rompe es con el concepto de intermediario, dando a las redes sociales un valor como fuente. “Era cuestión de tiempo que se creara este tipo de buzón de denuncias porque la tecnología actual lo hace posible. La misma tecnología que permite a los gobiernos tenernos más controlados, es la misma tecnología que permite que nosotros sepamos más sobre ellos”, nos comenta Vicente Jiménez, director adjunto de El País, periódico que junto a otros cuatro en el mundo, son receptores de la información de Wikileaks.
La sucesión de hechos es digna de un guión hollywoodiense. En 2006 Assange crea un blog para que la gente deposite informaciones ocultadas por los gobiernos de sus países con la única condición de que sean verídicas. Muchas de ellas, no hay que negarlo, son resultado de la piratería informática; otras, directamente del robo de material confidencial. “No hay ninguna prueba para afirmar que el intermediario no-periodista no sea válido”, asegura Jiménez. Pero es el soporte lo que hace a Wikileaks un escándalo sin precedentes. “Para obtener toda esta información, un periodista debería estar escondido en la Sede del Departamento de Estado tomando notas durante meses”, comenta entre risas. Antes de la llamada ‘Era Digital’ los documentos filtrados eran, por su volumen, difíciles de mover o copiar de los archivos gubernamentales. Hoy en día, con un simple DVD y un par de minutos delante de un PC podemos dejar en ropa interior al Tío Sam o a cualquier otro estado. Así debió de pensar el soldado Bradley Manning –actualmente a la espera de un juicio militar acusado de alta traición-, que con la escusa de copiar un disco de Lady Gaga desde un ‘ordenador seguro’ del Servicio de Inteligencia del Ejército, fusiló gran parte de la información allí alojada y la envió a la web de Assange. Entre otros, el tristemente famoso video del asesinato de 12 iraquíes y dos periodistas de Reuters a manos de un helicóptero norteamericano donde la breve conversación con el mando en tierra desvela la falta de rigor y constatación que se gastan por esos lares a la hora de abrir fuego contra civiles.
De Afganistán a Irak y tiro porque me toca. En un primer momento, Wikileaks fue destapado los trapos sucios de la guerra de Afganistán desde 2004 a 2009, hasta que en octubre de 2010 publica los famosos “Irak War Logs”, donde se constata la sospecha sobre los métodos utilizados por varias de las naciones que forman el contingente. En ellos se revelan, entre otros asuntos, el uso sistemático de torturas (como ya destapara el programa de televisión 60 minutos, en relación con la cárcel de Abu Ghraib) y la cifra oficial de muertos en Irak. "Las autoridades estadounidenses dejaron sin investigar cientos de informes que denunciaban torturas, violaciones e incluso asesinatos perpetrados sistemáticamente por la policía y el ejército iraquí y británicos y estadounidenses insistían hasta ahora en que no había registro oficial de las víctimas. Los informes, apoyados por evidencias médicas, describen la situación de prisioneros con los ojos vendados, maniatados, recibiendo golpes, latigazos y soportando descargas eléctricas", asegura Assange.
El último leak de Wikileaks es de sobra conocido por todos. Son cerca de 250.000 cables y comunicaciones de las embajadas estadounidenses con el Departamento de Estado en los que el embajador de turno da su impresión sobre temas domésticos y sobre sus líderes y gobernantes. Este hecho, que ha merecido la reprobación de países como Rusia o Italia, parece que fue la gota que colmó el vaso y, tras un gran paseo mundial por servidores de todo el mundo (empezó en uno americano, luego en Francia y finalmente, en Suiza), esta ONG constituida en Suecia se ha topado con la maquinaria legal británica o con la alargada sombra del Departamento de Estado norteamericano, qué más da. “Es evidente que van a por Assange y sus fuentes, y se les perseguirán hasta que puedan encarcelarles. Lo van a pasar mal”, asegura Melchor Miralles, periodista de investigación. Julian Asssange se enfrenta a un cargo de abuso sexual en Suecia por continuar una relación a pesar de ser consciente que su preservativo se había roto… ¿se acuerdan eso del guión hollywoodiense?, pues cámbienlo por telenovela venezolana. La interpol cursa una orden internacional (la más rápida jamás vista por un delito como este, que no está tipificado ni siquiera como violación) y rápidamente se le detiene en Londres. Actualmente se encuentra a la espera de juicio sin poder salir de Reino Unido. Para Miralles, Assange es “un personaje inquietante, con un perfil que no gusta y que ha incurrido en la contradicción de criticar a los medios pero más tarde buscar el refugio de cinco medios escritos tradicionales”. Vicente Jiménez, de El País, al hilo de este personaje asegura que “Assange y Wikileaks están pagando su irrupción en un entorno que tenía las reglas establecidas, como es el de la prensa escrita. La diferencia radica en que esta fuente/intermediario sí quiere ser visible y jugar un papel decisivo… y todo esto dirigido por un líder con un carácter mesiánico, que define su misión en el mundo como exactamente esa”. Assange, autoproclamado como mostrador de la verdad de la política mundial, ha sido alzado a los altares de la libertad de expresión a pesar de las críticas de algunos por su modo de obtención de información. “Como periodista no me interesa el origen de la información ni la motivación de mis fuentes. Detrás de cada noticia hay un filtrador que tiene un motivo, ya sea venganza, despecho o desamor”, comenta Miralles. En cambio el director adjunto de El País va más allá. “¿La diferencia es que esta vez no se cogieran con la mano? Qué más da que los documentos fueran copiados en un DVD o hackeados
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