Francisco Venegas
Enviado por trivs_88 • 12 de Diciembre de 2012 • 2.161 Palabras (9 Páginas) • 671 Visitas
Francisco Javier Venegas de Saavedra, Marqués de la Reunión de la Nueva España.
Hijo de Francisco Venegas de Saavedra Melgar y Francisca de Borja Rodríguez de Arenzana y Mora; nace en Zafra, provincia de Badajoz el 2 de diciembre de 1754. Tuvo una única hermana de nombre Dominga Venegas, quien casó en segundo matrimonio con el noble Mateo Marín del Valle.
En cuanto a su carrera militar, comenzó estudios literarios aunque rápidamente se volcaría en su carrera militar. Obtuvo el grado de teniente coronel, tomando parte de la guerra contra Francia. Ya estaba retirado de la vida militar activa cuando Napoleón invadió España en la Guerra de la Independencia Española pero se unió al ejército de nuevo. Tomó parte de la Batalla de Bailén, siendo nombrado comandante jefe del ejército en Andalucía. Durante la campaña, a través de sus actos, que demostrarían su gran inteligencia, su valor y su energía, consigue la protección del ministro Saavedra y escala rápidamente en la jerarquía militar.
Categoría de Virrey
De 1529 a 1821, alrededor de ochenta familias de la Nueva España recibieron títulos de nobleza por los servicios prestados al rey. Después de 1631, todo aquel que recibía un título de Marqués o Conde, automáticamente recibía el nombre de Vizconde…”eran de igual importancia”. (M. Ladd, 1984).
La población se componía de un 18% de criollos (1 000 000). Españoles peninsulares 50 000, indios 60% (3 500 000), castas 22% (poco más del millón).
Representante del monarca, su alter ego fue el virrey, quien tuvo, además de esa función de Gobernador, Capitán General, Presidente de la Audiencia y Superintendente de la Real Hacienda, la de Vicepatrono de la Iglesia.
Desde el 17 de abril de 1535 hasta el 28 de septiembre de 1821, existieron 63 virreyes, el último de ellos fue Don Juan O’Donoju. El antecesor, Don José de Iturrigaray, que estuvo en el cargo de 1803 hasta 1808, busco mejorar la economía para ayudar a la corono en sus conflictos europeos.
Comienzos de su mandato
Fue teniente general y gobernador de Cádiz, donde se encontraba la sede del gobierno español que se resistía a las tropas francesas. Habiendo gobernado hasta el 8 de mayo de 1810, el Arzobispo Francisco Javier de Linzana y Beaumont y después, hasta el 13 de septiembre de ese año, la audiencia gobernadora, le sucedió un nuevo Virrey, designado en España, Francisco Javier Venegas, militar de carrera, buen político y activo funcionario. Estuvo en este puesto hasta que la Regencia le nombro virrey de la Nueva España, cargo que tuvo desde 1810 hasta 1813.
Virrey de Nueva España
Llegó a Veracruz el 28 de agosto de 1810, haciendo su entrada oficial el 13 de septiembre de 1810 para tomar posesión de su cargo. Una de sus primeras decisiones fue ratificar el decreto por el cual se suspendía el pago de tributos por parte de los pueblos indígenas de México y los mulatos.
Asimismo, prohibió toda publicación susceptible de propagar ideas revolucionarias e instauró tribunales de policía de carácter especial así como una Junta Militar en la capital de todas las provincias de Nueva España.
Como se ha mencionado en el párrafo anterior, su primera acción como virrey fue la suspensión de tributos a los indios y a los mulatos. Cuando se enteró de la formal insurrección en Dolores Guanajuato, ordenó la intervención del ejército. La primera batalla ocurrida en el Monte de las Cruces la ganaron los insurgentes, lo cual alarmó a Venegas; sin embargo, bajo la dirección del general Felix María Calleja, el Ejército realista sometió a los insurgentes en Puente de Calderón. Pero pronto se dio cuenta de que había más insurrecciones en todo el territorio. Cuando proclamó la Constitución de Cádiz era demasiado tarde: la Nueva España estaba en guerra.
A él correspondió conocer de la insurrección de Hidalgo y nombrar para contenerla y poner el ejército virreinal al mando de Félix María Calleja, comandante de San Luis Potosí.
De igual manera, durante su gestión, ocurrió la ocupación de España por Napoleón y la abdicación de los Reyes españoles, lo que dio origen a un serio movimiento político en Nueva España, que preludio a la Independencia.
Insurrección
Tres días después de la entrada de Venegas en el cargo, el Padre Miguel Hidalgo y Costilla lanzó públicamente lo que se conoce como el Grito de Dolores, llamando a sus fieles a la rebelión.
Venegas comprende inmediatamente que no se trata de un problema baladí, así que ordenó rápidamente que la armada interviniera para sofocar a los rebeldes. Las tropas abandonaron entonces la capital para ir al encuentro de los revolucionarios y se ordenó al clero que predicara en contra de los insurrectos.
Tras la toma de Celaya (21 de septiembre), Guanajuato (28 de septiembre), Zacatecas (7 de octubre) y Morelia (17 de octubre) por parte de los rebeldes, Venegas comienza a utilizar el término de «insurgentes» (del francés insurgés, como llamaban los franceses a los españoles en la Guerra de la Independencia). Este término es todavía utilizado hoy en día para designarlos en México. Se hizo levantar al regimiento de Tres Villas, compuesto de tropas de Córdoba, Jalapa y Orizaba además de un contingente de 500 esclavos negros libertos de las haciendas de Gabriel de Yermo. Estas tropas fueron comandadas por el Teniente Coronel Torcuato Trujillo.
El 19 de octubre, en Valladolid (Morelia), el Padre Hidalgo promulgó un decreto para la liberación de los esclavos y el 29 de noviembre, en Guadalajara, extiende
su efecto a toda Nueva España, aboliendo asimismo el pago de tributos.
Trujillo sabía que los insurgentes marchaban en dirección a la capital, desde Tepetongo a Toluca, así que hace los movimientos necesarios para ocupar esta última (Toluca está a menos de 75 km de México). Sin embargo, la ciudad tiene que ser abandonada por los realistas, que se repliegan hacia un cañón conocido como el «Monte de las Cruces». Allí, los insurgentes, bajo las órdenes de Hidalgo y de Ignacio Allende, los derrotan el 30 de octubre de 1810. Trujillo, Agustín de Iturbide y otros dirigentes realistas consiguen escapar.
Venegas estaba entonces muy alarmado. Levanta un batallón de voluntarios que estaciona en el Paseo de Bucareli, al extremo oeste de la ciudad. No obstante, en una fase de aparente indecisión, el Padre Hidalgo, tras una serie de triunfos y viendo que la capital, sin defensa, está cerca, ordena la retirada de las tropas hacia Valladolid. Todavía hoy se desconocen las razones por las que se tomó esta decisión.
Tras la sorprendente retirada
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