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GOLPE DE ESTADO EN ARGENTINA POR JORGE RAFAEL VIDELA


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2011  •  1.361 Palabras (6 Páginas)  •  585 Visitas

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GOLPE DE ESTADO EN ARGENTINA POR JORGE RAFAEL VIDELA

Una Junta Militar dirigida por el comandante en jefe del Ejército, teniente general Jorge Rafael Videla, tomó el poder el 24 de marzo de 1976. La Junta Militar disolvió el Congreso, impuso la ley marcial y gobernó por decreto.

Durante los primeros meses posteriores al golpe militar se mantuvo la actividad terrorista de algunos grupos de izquierda, pero se aplacó después de que el gobierno de Videla lanzara su propia campaña terrorista contra los opositores políticos. En 1977, la Comisión Argentina de Derechos Humanos denunció ante la ONU al régimen militar, acusándolo de cometer 2.300 asesinatos políticos, unos 10.000 arrestos por causas políticas y la desaparición de entre 20.000 y 30.000 personas, muchas de las cuales fueron asesinadas y sepultadas en tumbas anónimas.

En marzo de 1981, Videla fue sucedido en la presidencia por el teniente general Roberto Viola, sustituido en diciembre del mismo año por el comandante en jefe del Ejército, el teniente general Leopoldo Galtieri, cuyo gobierno consiguió el apoyo casi unánime de la ciudadanía en abril de 1982 al ocupar por la fuerza las islas Malvinas, territorio reclamado por Argentina desde 1833.

Sacudida por la represión y el terrorismo de Estado, y con una deuda externa sin precedentes, Argentina celebró, después de una década, elecciones presidenciales en octubre de 1983. El ganador fue el candidato de la Unión Cívica-Radical-(UCR)-Raúl-Alfonsín.

El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 se autodenominó Proceso de Reorganización Nacional. Ese día, la presidenta constitucional María Estela Martinez de Perón fue destituida por una Junta de Comandantes en Jefe, integrada por el general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Masera y el brigadier Orlando Ramón Agosti. Los integrantes de esta Junta fueron tristemente célebres por la violación sistemática de los derechos humanos.

El propósito de los golpistas de 1976 era fundar una nueva legalidad, una nueva escala de valores y de normas sociales que redujera el exterminio del disidente político a la categoría de procedimiento político rutinario, como método fundamental de ejercicio del poder en un nuevo orden que sustituyera la discusión y la crítica abierta de lo político y lo social por la obediencia ciega, en una nueva pirámide de rígidas jerarquías coronadas por una elite integrada pro los comandantes golpistas y sus socios civiles. La muerte del opositor se transformaba en un objetivo y un horizonte político definido consciente por los jefes militares, ya que eran el fundamento constitutivo de la sociedad en la que se había suprimido el disenso. Basta para ello como prueba las palabras de Videla justificando el secuestro y desaparición, la muerte clandestina de disidentes, para evitar el impacto emocional en la opinión pública de fusilamiento a la luz del día y masivos. Que la muerte era el objetivo, eso no se discutía. Según éste nadie en la cúpula o los escalones subalternos de la dictadura dudaba sobre la decisión de asesinar. La discusión giraba sólo sobre si las ejecuciones de disidentes debían ser públicas o secretas.

Videla ya había sido sentenciado a cadena perpetua en el histórico juicio a las juntas militares de 1985, pero en 1990 recuperó la libertad gracias a los indultos otorgados por el entonces presidente Carlos Menem (1989-1999). En 1998 fue detenido nuevamente, acusado de apropiación ilegítima de menores durante la dictadura. Videla estuvo bajo arresto domiciliario hasta que ese beneficio fue revocado en 2008 y fue enviado a la cárcel del cuartel militar de la localidad bonaerense de Campo de Mayo. Según las estimaciones de las organizaciones de derechos humanos, la última dictadura argentina dejó un saldo de 30.000 desaparecidos.

Si bien Argentina había padecido una gran inestabilidad institucional a partir de 1930 y el hecho de que los militares se hicieran del poder no era una novedad –ya había habido una alternancia de gobiernos democráticos, semi-democráticos y dictatoriales en el pasado–, el grado de represión que usó Videla para sofocar la insurgencia interna no tenía precedentes. Lo que en Argentina describimos como terrorismo de Estado hizo que la de Videla pasara a la historia nacional como ‘la’ dictadura.

Durante esa supuesta ‘guerra

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