Geopolitica

Entre las múltiples dimensiones que el proceso de globalización lleva consigo, ocupan un lugar destacado las profundas transformaciones producidas tanto en la forma en que se vinculan capitalismo y Estado como las relaciones territoriales de poder y los conflictos de ellas derivados. Junto al vértigo que generan tales cambios, dada su intensidad y la rapidez con la que se producen, dificultan también las formas de ejercer el poder político al entrar en crisis el Estados nación.

En este contexto, resulta muy oportuno e interesante este libro, cuyo objetivo general es analizar el mapa geopolítico del mundo. Aunque, tal y como señala el autor al inicio de su trabajo, han sido varios los geógrafos españoles que han realizado aportaciones a la geopolítica con un planteamiento generalista, hay que tener en cuenta que no suelen proliferar en España los estudios realizados a escala mundial desde la disciplina geográfica, lo que sin duda añade valor a la obra ahora comentada.

El libro se estructura en cinco capítulos precedidos de una introducción, que reviste un especial interés para conocer el estado de la cuestión y para entender tanto los objetivos que el autor se plantea como la forma en que ha estructurado la obra. Un aspecto a resaltar es que se explicite que el libro no está dirigido a especialistas en la materia, sino que pretende ofrecer un análisis sintético del escenario internacional que contribuya a orientar vías de exploración sobre temáticas concretas; está pensado, pues, para un público más amplio y muy necesitado de interpretaciones que le permitan entender las complicadas claves del mundo actual.

El primero de los capítulos se centra en el periodo conocido como de Guerra Fría. En él se analiza la evolución experimentada por el orden geopolítico en dicho periodo, estableciendo para ello tres fases que culminan con la desintegración de la Unión Soviética. Observa, además, el enfrentamiento entre las dos superpotencias y los impactos por ello generados en los mapas políticos, para concluir considerando los conflictos armados que tuvieron lugar desde finales del siglo XIX hasta el inicio de la década de los noventa del XX, así como las rupturas producidas en un mundo entonces bipolar.

La globalización, con todos los profundos cambios sociales, económicos, territoriales y políticos que lleva aparejados, constituye el tema central del segundo capítulo. El proceso de integración del sistema económico mundial asociado al de reestructuración productiva, junto a la revalorización experimentada por el territorio a la vez que se consolida el espacio abstracto de las redes, son aspectos analizados a lo largo de este capítulo, que termina centrando la atención en los nuevos actores geopolíticos y los factores que inciden en la inestabilidad del orden establecido.

El tercer capítulo se dedica al análisis de la fragmentación producida en el mapa político mundial, con la pérdida de poder del Estado-nación al tiempo que surgen estados nuevos. Merece destacarse la atención prestada a las claves que permiten interpretar estos procesos, así como a sus efectos sobre el sistema mundo y el mapa que lo sustenta.

Por su parte, el capítulo cuarto atiende al protagonismo de las grandes potencias. Tras considerar la forma en que se producen las relaciones de poder entre los estados así como los debates que sobre dicha temática se originan, se recogen

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