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Golpe De Estado En Chile


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2013  •  1.986 Palabras (8 Páginas)  •  688 Visitas

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Golpe de Estado en Chile 11 de septiembre de 1973

El golpe de Estado acaecido en Chile el 11 de septiembre de 1973 fue un hecho de armas que derrocó al gobierno de Salvador Allende Gossens tras un período de alta polarización política y convulsión social. Fue planeado por generales de los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas y de Carabineros (policía uniformada), y dirigido por el General de Ejército Augusto Pinochet Ugarte, además de ser influido por varios grupos de poder nacionales e internacionales, en los que destaca el ex presidente Nixon y la CIA, además de un apoyo financiero privado.

Quienes interpretan positivamente los hechos narrados en el presente artículo lo denominan pronunciamiento militar, entendiéndolo como un pronunciamiento o deliberación natural de las fuerzas armadas respecto de situaciones históricas nacionales. Los detractores de los acontecimientos lo califican de golpe militar. Ambos conceptos se corresponden con lo que la teoría política se denomina golpe de Estado.

La “Cofradía” fue un núcleo importante en la conspiración para preparar el golpe de Estado contra Salvador Allende.[1] Todos sus miembros ocuparán cargos relevantes en el Régimen Militar. Tanto dentro de él o desde fuera. Las reuniones se efectúan a manera de comidas rotativas en casa de cada uno de los miembros. Todos, civiles como militares tendrán activa participación en la sedición contra el gobierno de Salvador Allende, en desatar el golpe y durante la dictadura. La coordinación de la intervención se centró en Viña, como lo afirmaría después el general Carlos Prats en The Times de Londres:

"Fue allí en Valparaíso donde los oficiales comprometidos en la conspiración se reunieron en secreto con un oficial de marines estadounidense, el mismo que después mantendría contactos con el almirante José Toribio Merino, Jefe de la Armada en Valparaíso e integrante de la Cofradía Náutica del Pacífico Austral, ente primigenio del golpe. Ese hombre era el teniente coronel Patrick Ryan"

General Carlos Prats en The Times de Londres.

La misma Agencia de Horman citaría dos años más tarde estas reuniones entre personal diplomático y naval norteamericano con los sediciosos chilenos.

"Varios agentes de la CIA que operan en Chile están implicados en las actividades de grupos abiertamente sediciosos, sin que esté libre de sospecha el embajador Nathaniel Davis, quien estuvo en Guatemala en el período en que asesores diplomáticos y militares ayudaron a organizar grupos terroristas fascistas como La Mano Blanca, Nueva Organización Anticomunista y el Consejo Anticomunista de Guatemala, que asesinaron a miles de estudiantes, trabajadores y campesinos"

Agencia FIN

Chile antes del golpe

La victoria de Salvador Allende, obtenida el 4 de septiembre de 1970 con el 36,3% de los votos, se alcanzó proponiendo transformar a Chile en un régimen socialista, siguiendo un curso distinto al común de los otros regímenes que alcanzaron el socialismo, y al cual se ha dado a llamar «vía chilena al socialismo, con sabor a empanadas y vino tinto». Esta nueva vía al socialismo, por medios pacíficos y democráticos, tuvo inicialmente el visto bueno de gran parte de la Democracia Cristiana, que también tuvo parte en procesos de cambio históricos como la reforma agraria. El apoyo inicial que se reflejó en un 49% de los votos en la elección municipal de 1971, se fue perdiendo por el deterioro de la situación económica, debido a la inflación desatada por la desacertada medida de imprimir más dinero sin respaldo, produciendo un exceso del circulante y un alza en el mercado negro de los productos de hasta necesidades básicas.

La violencia, desatada primeramente por grupos extremistas de ambos lados del espectro político, como el MIR de izquierda o Patria y Libertad de derecha, provocó un clima de confrontación, que se fue expandiendo a todos los ámbitos de la sociedad, llegando incluso a los sectores de élite de la sociedad, que siempre se habían encontrado al margen de las convulsiones sociales, económicas y políticas del país. Sin embargo, esta cuestión terminó afectando principalmente (producto del desabastecimiento), a los sectores medios y modestos. A raíz de esto, dos grandes bloques se forman, la Unidad Popular (UP), y la Confederación de la Democracia (CODE), que obtuvieron respectivamente el 43.3% y 55% de los votos.

Los grupos de derecha estructurados en el Partido Nacional, o en los movimientos Patria y Libertad y Poder Femenino, intentaron por diferentes medios terminar con el gobierno, algunos de ellos apoyados o financiados por la CIA, que también conspiraba para terminar con el gobierno de la UP, debido a que lo consideraban una amenaza para los intereses estadunidenses en la región. Los métodos democráticos para sacar a Allende fracasaron. Una posible salida plebiscitaria no llegó a tiempo, y aún con ella tampoco se puede decir que hubiese resuelto el conflicto de manera tajante, pues la violencia social, política y hasta económica llegaba a tales extremos que auguraba necesariamente una guerra civil abierta.

Este estado de confrontación precipitó los acontecimientos que culminarían con el quiebre de la democracia y el golpe de estado.

De igual forma son favorables de un golpe en forma mayoritaria los civiles que cuentan con algún grado de influencia política, o bien, que poseen recursos económicos estimables, y que desean una solución rápida y de fuerza, manifestándose ya desde 1971 con los cacerolazos, que incitan a los militares a la acción, arrojándoles maíz y plumas de gallina frente a sus puertas, en alusión a la supuesta condición de «gallinas» que mostraban.

El golpe, en agosto, era planeado prácticamente por la totalidad de la plana superior de la Armada de Chile, salvo por el almirante Raúl Montero y alguno que otro oficial constitucionalista, que no representaba peso alguno dentro del estamento castrense, o bien, se encontraba aislado de las bases. La cuestión es que la Armada obedecía de facto al Vicealmirante José Toribio Merino. Algo similar sucedía en la Aviación, donde la excepción la marcaba el General César Ruiz, cabeza de la entidad. Mas, al retirarse este último del Ministerio de Obras Públicas y Transporte (que había asumido como consecuencia del «tanquetazo»),

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