Golpe Militar En Chile

Para empezar debemos decir que el Golpe Militar de 1973 vino con la idea de “refundar”

Chile. En este sentido se debe entender la dictadura como un proyecto social, económico y

político que buscaba retomar el orden y la paz que había sido interrumpido por el Gobierno de

Salvador Allende. La idea de derrocar el Gobierno se estaba gestando incluso antes de que este

asumiera el poder.

La gran importancia que se tomará a todo este proceso histórico y refundacional es el legado que

dejó hasta la actualidad. Donde vivimos sumergidos en lo que se suele dominar como la

“herencia de la dictadura”, y en este sentido esta sigue condicionando en cómo nos

desenvolvemos en nuestro ahora (el desarrollo de la democracia).

Diversos fueron los cambios que nos legó la dictadura, pueden entenderse como

políticos, económicos y sociales. En este sentido debemos comprender que la mayoría de los

cambios se aplicaron en un contexto represivo. En este sentido primero me centraré en explicar

brevemente la idea de “terrorismo de Estado”, como las políticas represivas van a marcar los

cambios que realizó la dictadura y también cómo estas influyen en la actualidad, debido a la falta

de justicia, que sigue afectando a la división de opiniones dentro de la Sociedad chilena actual.

En este sentido debemos comprender que desde el momento del Golpe de Estado todos los

partidos políticos, los militantes e incluso los simpatizantes de izquierda quedaron proscritos. En

este hecho va a generar un fuerte choque para la sociedad chilena. En proceso estará marcado

por el exilio, la clandestinidad y la utilización de campos de concentración para desarticular

cualquier clase de movimiento que pudiera levantarse en contra al Golpe de Estado.

Bajo esta premisa quienes se mantuvieron en el país a pesar de las políticas represivas del

Estado pasaron a la clandestinidad. En consecuencia este grupo va a formar una de las

principales formas de resistencia a la represión en la dictadura. Si bien las vidas de quienes

vivían clandestinos tuvieron diversos matices, la mayoría tuvo en común que la vida pública y la

privada se entremezclaron. De acuerdo a esto, el clandestino debía tener una rigurosa forma de

vida, debía vivir constantemente con la desconfianza de por medio. Se pasó a desarrollar una

cierta clase de personaje dentro de la vida diaria, incluso dentro de las relaciones de amistad,

familiares, trabajo, etc. En consecuencia todas las relaciones del individuo se vieron marcadas

por el contexto dictatorial, por el miedo a la detención e incluso la muerte.

A pesar de esto muchos siguieron resistiendo mediante pequeñas o grandes acciones, todo bajo

la idea de desarticular el golpe. “si la dominación crea acciones de resistencia, éstas no sólo se

manifiestan en grandes explosiones sociales, sino que es posible rastrearlas a través de lo que

ha sido llamado la infrapolítica de los dominados. Esta representa una gran variedad de formas

de resistencia muy discretas, que recurren a formas indirectas de expresión” (Álvarez 259).

Como podemos apreciar a pesar de que todo el contexto de dictadura sembró el terror a lo largo

de todo el país, la lucha nunca se vio acabada. Diversos fueron los grupos de resistencia que

arriesgaban sus relaciones familiares, amorosas, de trabajo, de estudio, e incluso ponían en

riesgo sus vidas en la búsqueda de la libertad.

Otra realidad represiva dentro del Golpe de Estado fue el caso de los campos de concentración,

donde las malas condiciones, la tortura e incluso la muerte se convirtieron en una nueva realidad

para quienes fueron detenidos posteriores al Golpe de Estado.

En este sentido los campos de concentración van a marcar una nueva forma de la “refundación

del individuo”. Se pretendía mediante las diversas formas de torturas físicas y psicológicas

formular a un nuevo individuo y así hacer una sociedad más dócil también bajo la idea del miedo

y así poder generar los diversos cambios refundacionales que la dictadura pretendía. “destituido

de su casa, de sus hábitos, de sus ropas, en breve, de todo lo que posee: él será un hombre

vacío, reducido a sus sufrimientos y necesidades, deseoso de olvidar su dignidad y de ignorar los

límites, porque aquel que lo pierde todo, fácilmente se pierde también” (León 292­293).

En contraste, a pesar de que dentro de los campos se viviera la represión de manera extrema,

los diversos presos que ahí se encontraban aun así generaron pequeños mundos privados.

Incluso desde este contexto represivo se buscaba generar un mundo propio, a pesar de

encontrarse inmersos dentro de la peor circunstancia. “Prisioneros que, a través del rescate de lo

íntimo, de lo privado y de lo particular, lograron generar ese espacio de identidad que el Estado

pretendía borrar” (León 305).

Los campos de concentración, las políticas de terrorismo de Estado, la violación a los

derechos humanos y la represión que se vivió en la dictadura también van a marcar una herencia

dentro del Chile actual. Este va a dejar la herencia del miedo, incluso dentro de la democracia se

vive constantemente bajo esta premisa. También todo esto va a marcar la despolitización que

vive la Sociedad, que fue uno de los principales proyectos de la dictadura, bajo la idea de

terminar con la alta politización que vivía Chile durante la década de los 70.

Hasta este punto se ha analizado principalmente como la dictadura va a marcar desde el punto

de vista social, a la idea de la refundación de Chile. Desde aquí en adelante me centraré en el

tema político y económico que también marcará desde el ámbito administrativo un legado que

sigue siendo clave para mantener diversos proyectos llevados a cabo durante la dictadura.

Uno de los legados que nos va a dejar la dictadura

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